Los taxistas acaban de ver la carrera más cara de su historia: la que el exjuez y ahora abogado Elpidio Silva quiere cobrar por la defensa del sector en Cataluña. En total, dos millones de euros si sumamos el dinero que ya le han abonado y la prima de éxito que quiere aplicarles ahora.

Cerca de dos mil taxistas en toda España contrataron sus servicios (ahora agrupados bajo la Plataforma Integral del Taxi, PIT) para que Elpidio Silva les defendiera de Uber y Cabify. En concreto, y según se recoge en la nota de encargo a la que ha tenido acceso este diario, por presentar una querella criminal contra el sector de las VTC por alterar el precio de las cosas; y por una demanda civil por competencia desleal.

El magistrado se compromete también a representar “los intereses jurídicos del cliente ante medios de comunicación, instancias políticas o administrativas, de cara a la defensa de los intereses del Taxi”. En total, y para empezar a trabajar, el exmagistrado pidió a cada cliente 605 euros, lo que por 2.000 taxistas que han firmado con él (según fuentes del sector), hacen un total de 1,2 millones de euros. “Una cantidad que ya le hemos pagado”, aseguran.

Los contratos tienen una duración de tres años, según explican las mismas fuentes. Unos clientes que fue captando durante el 2018, en plena guerra del Taxi, y que le sirvió también para hacerse fuerte junto a algunas asociaciones como Élite Taxi que requirieron de sus servicios para que fuera con ellas a algunas de las reuniones con la administración.

Esos contactos mantenidos son los que le han servido a Elpidio José Silva para asegurar a los taxistas catalanes que firmaron con él que, gracias a sus gestiones, las VTC ya no circulan por Barcelona. En un vídeo de Youtube asegura que “consecuencia de la imposición razonada y dialogada de nuestros argumentos en Cataluña, ya se ha puesto un tiempo de precontratación de 15 minutos” a Uber y Cabify.

Desde el sector explican que Elpidio Silva les ha comunicado que ese decreto fue gracias a sus gestiones. Eso motivó que Uber se fuera de Barcelona, y que Cabify se fuera durante unas semanas y ahora haya vuelto readaptando sus condiciones de contratación. Eso significa que, a su juicio, corresponde aplicar la prima de éxito del 12% sobre “cuantas reintegraciones económicas y montantes indemnizatorios correspondan al cliente, como consecuencia de las acciones entabladas o negociaciones al efecto”.

¿Cuánto le corresponde entonces si los taxistas no han cobrado nada? Pues algo más de 800.000 euros. Una cifra que, según explican los taxistas, procede de una prueba pericial en la que asegura que desde la salida de Uber y el cambio de modelo de Uber los ingresos del sector se han incrementado. Por tanto, a su juicio, le corresponde el 12% de ese incremento.

Los taxistas de catalanes ya le han respondido: no le van a pagar. Así que, aunque siguen confiando en él desde el punto de vista jurídico y legal, van a pedir al Colegio de Abogados que les diga si el magistrado tiene o no razón antes de proceder a hacer algún pago.

De hecho, y según explica Tito Álvarez, representante de la PIT, “confiamos en Elpidio y cumpliremos con el contrato que firmamos por tres años con él”, aunque reconoce que, en este momento, existe una discrepancia que esperan solventar lo antes posible.

Los gastos

Cuestión aparte son los gastos de Elpidio José Silva. En su hoja de contratación figura que cuando el encargo exija traslados a más de 150 kilómetros de Madrid o Barcelona, los “gastos derivados de los desplazamientos que se realicen se cobrarán conforme” a una tabla que figura en la hoja.

En ella se puede ver que el desplazamiento en coche supone abonar 0,30 euros por kilómetro; en avión supondrá pagar el billete en turista y el alojamiento con un máximo de 250 euros por cada noche en España. Un dinero que tendrá que abonarse cinco días después.

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