Están más cotizados que nunca en España. Son los encargados de construir toda la estructura tecnológica detrás de webs o aplicaciones. Y sus salarios no han dejado de crecer en los últimos años. El incremento de dinero listo para invertir en estas compañías, gracias a una mayor apuesta del capital riesgo, y la mayor demanda por parte de las empresas han disparado los sueldos de los ingenieros en las 'startups' españolas.

“Los 40.000 euros de antes para un desarrollador bueno, son más de 50.000 euros hoy”, asegura Marc Monguió, cofundador de jobfluent.com, agregador de ofertas de empleo del sector tecnológico. Según él, “entre las compañías más punteras en Madrid o Barcelona se ha pagado entre 50.000 y 70.000 euros por un desarrollador… y en los últimos meses hemos colocado a profesionales por 80.000 euros al año”, asegura.

Las cifras

Todas las fuentes consultadas coinciden en lo mismo: hay una subida importante de salarios. Pero todas hacen las mismas precisiones: este fuerte incremento se da, principalmente, entre los desarrolladores con más experiencia y sólo contratados por 'startups' y grandes tecnológicas (quedan excluidas las grandes consultoras del sector). Es decir, la ‘élite’ de este segmento está mucho mejor pagada que hace varios años.

Los 40.000 euros de antes para un desarrollador bueno, son más de 50.000 euros hoy

Según las cifras facilitadas por Sourced, una compañía que nació especializándose en el reclutamiento de estos profesionales, el incremento de los salarios medios es muy significativo. Se ha pasado de los 36.000 euros al año en el año 2015 a los casi 45.000 euros en los primeros meses de 2017. “Antes un desarrollador bueno, con años de experiencia, recibía un salario de entre 32.000 a 34.000 euros y ahora está entre 46.000 y 52.000 euros”, asegura Jorge Schnura, cofundador de la empresa.

David Bonilla, ingeniero, consejero delegado de Comalatech y autor de la newsletter semanal Bonilista (con 7.330 suscriptores), reconoce que existe esta inflación. Uno de sus termómetros es la oferta de empleo que incluye en cada uno de los boletines. El rango alto del salario en estas propuestas está, en la inmensa mayoría de las ocasiones, por encima de los 40.000 euros.

Antes un desarrollador bueno, con años de experiencia, recibía un salario de entre 32.000 a 34.000 euros y ahora está entre 46.000 y 52.000 euros

La evolución es patente. Pese a ello, España sigue estando a años luz de las cifras de Silicon Valley (California), cuna de las grandes empresas tecnológicas. Allí, incluso entre ingenieros sin experiencia los salarios pueden superar los 100.000 dólares al año.

Tres grandes factores

Pero, ¿por qué esta inflación de salarios en un mercado como el español? Para Bonilla confluyen tres grandes factores. En primer lugar, él señala la ley de oferta y demanda: “¿Por qué gana más un gestor de fondos que un profesor de escuela cuando éste último hace algo con mucha más responsabilidad y mucho más importante para la sociedad? Por pura oferta y demanda… y esto no ha hecho nada más que empezar”.

La mayoría piensa que las empresas extranjeras que trabajan más en remoto lo hacen por dinero y lo hacen para aumentar a todo el mundo su mercado potencial de talento

En segundo lugar, plantea la mayor expansión del trabajo en remoto. “La mayoría piensa que las empresas extranjeras que trabajan más en remoto lo hacen por dinero y lo hacen para aumentar a todo el mundo su mercado potencial de talento”. Según explica, hay muchas compañías que pueden ahorrarse costes y aun así pagar “mejor que nadie” en España.

Para completar ese escenario, Bonilla apunta un tercer factor, que es el cambio en el perfil de las compañías de este mercado: “Hasta hace unos pocos años, el 99,9% del negocio de informática en este país era venta de servicios ‘al peso’ y ‘al mejor precio’”. En este sentido, apunta que no importaba la calidad del ‘software’ y quien lo producía. “Ese modelo de ‘cárnicas’ no escala, pero el de producto sí; es el modelo típico de una 'startup': poder dar servicio a 1.000 clientes o a un millón con el mismo 'software' y el mismo personal”. Y es esta característica la que permite a determinadas compañías pagar más por estos profesionales. “Cuando facturas 400.000 euros o un millón por empleado, ¿por qué no vas a pagar para traerte a los mejores?”, se pregunta.

El dinero en el mercado, la otra gran clave

El otro factor decisivo es la abundancia de capital. En los dos últimos años, el sector ha alcanzado cotas históricas de inversión de capital riesgo en 'startups' y empresas tecnológicas. Y eso también contribuye a esta inflación de precios. “Hay mucha presión en el mercado por la entrada de ‘startups’ con mucho dinero y los salarios suben para todos”, asegura Monguió.

Hay mucha presión en el mercado por la entrada de ‘startups’ con mucho dinero y los salarios suben para todos

Varios años atrás, el paradigma del incremento de salarios entre los desarrolladores lo representó Tuenti. Hace más de un lustro, con un sector tecnológico en España en plena expansión, los sueldos de la otrora red social -comprada por Telefónica en 2010 por más de 70 millones de euros- sacudieron el mercado. Incluso se debatió si fueron perjudiciales para el resto de compañías, que vieron cómo se arrancaba una cara guerra por el talento.

Ahora, unos años después, los casos como el de Tuenti empiezan a no ser excepción. Monguió apunta que existen numerosas compañías con dinero fresco para invertir en reclutar el mejor talento con el que ganar la batalla global de sus proyectos. Y señala a Cabify -y en el pasado Jobandtalent, antes de la reducción de plantilla- en la capital madrileña, y al gigante de clasificados móviles Letgo (socio estadounidense de Wallapop) o la española de juegos móviles Social Point como algunas de aquellas que han revolucionado el mercado.

Una guerra en toda regla

En este contexto, existe una batalla en toda regla. Para reclutar a los mejores profesionales, se da una verdadera guerra de talento, como ha sucedido en otros ecosistemas más maduros que el español. “Ahora, el robo es increíble; el caso del PIER-1, donde están muchas de las grandes 'startups' en Barcelona, es muy significativo; todas las empresas se quitan a los desarrolladores entre ellos”, asegura Monguió.

Así todo apunta a que la batalla irá a más en los próximos años. Y lo corroboran todas las fuentes consultadas. “El ‘software' se está comiendo el mundo, hay 'software' en todo lo que nos rodea, como coches o electrodomésticos, y alguien tiene que programarlo”, concluye Bonilla.