Tras el éxito cosechado en las tardes de verano, Cuatro sigue apostando por el formato Ven a cenar conmigo no solo en su versión anónima sino también con personajes famosos como protagonistas. En la última edición en emisión, los anfitriones son Ivonne Reyes (48 años), Nagore Robles (35), Mar Segura (49), Ismael Beiro (43) y Miguel Temprano (54).
Precisamente el fotógrafo es quien recibe este martes a los otros rostros populares en su hogar. Un piso que ha dejado boquiabiertos a los célebres comensales y sobre el que Nagore ha llegado a expresar que parece "de la España cañí", mezclado con un estilo a lo Torrente, el policía fascista, machista y racista creado y llevado al cine por Santiago Segura (53).
Miguel Temprano, reportero gráfico a la caza del famoso desde tiempos inmemoriales, tiene una historia personal vinculada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las que sus paredes son testigo. "Con Ceuta y Melilla (hasta el final)", recoge su bio de Twitter.
Hace algo más de un año, decidió dejar el mundo de la televisión empezó a trabajar en una serie de televisión sobre la guerra de Yugoslavia. Sin perder su objetivo de vista, continuó centrado en reportajes relacionados con las Fuerzas de Seguridad del Estado. En una entrevista en la que hablaba del mundo del corazón y de la guerra, Temprano afirmaba que "son dos guerrillas totalmente diferentes. Una es la guerra y otra la guerrilla urbana. Corres más peligro a veces en un plató de televisión que en Afganistán. La nobleza y el compañerismo que te encuentras entre militares es impresionante".
También aprovecha Miguel Temprano para derrochar un poco de 'ego'. Ese que en su momento lo tachaba de latin lover y por el que se le relacionó con impresionantes mujeres de la época como Cristina Tárrega -51- (a la que ahora él llama Cristina 'Tórrida') o la mismísima Ivonne Reyes, su compañera de concurso en este formato televisivo de almuerzos y cenas. Con el autoestima por las nubes, Temprano no duda en presidir el salón de su casa con un retrato propio en colores tipo Warhol.
En la cena con los compañeros, Temprano confiesa que durante muchos años él fue el paparazzo de cabecera de Alessandro Lequio (58), con quien ejecutaba la técnica del posado-robado. Es decir, el conde sabía que estaba siendo fotografiado, Miguel vendía las fotos a las diversas publicaciones de la época, y se dividían el caché de lo generado.
La polémica y la controversia siempre han estado vinculadas al nombre de Miguel Temprano. A lo largo de los capítulos se verá cómo han acabado las relaciones entre los compañeros de esta edición. Si bien algo ha podido adelantar el gráfico, y es que tanto Nagore Robles como Ismael Beiro lo han bloqueado de Twitter. Un indicio de que su experiencia en el concurso tuvo más que ver con la guerra que con la comida y el amor.
Miguel Temprano dio el salto al universo de las revistas especializadas en corazón y los platós de televisión a mediado de los años 90. Desde entonces y hasta ahora, el asturiano se ha mantenido en la línea de fuego entre cazador de famosos con su infalible objetivo y colaborador deslenguado en los programas más irreverentes del prime time de Antena3 y Telecinco. Ahora sienta a su mesa a cuatro comensales muy especiales, diferentes y sobre todo, diametralmente opuestos a él.
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