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Pablo Alborán, con 36 años y una trayectoria impecable en el mundo de la música, ha compartido en varias ocasiones cómo logra mantenerse joven y en forma gracias a una rutina diaria marcada por el equilibrio y el disfrute consciente.

El secreto para él reside en el deporte variado, laalimentación natural y una filosofía de vida realista y amable consigo mismo.

El cantante malagueño no concibe su bienestar sin deporte, incorporándolo a su día a día tanto fuera como en gira.

"Solemos correr una hora u hora y media, mi perro y yo, por el campo", confiesa sobre una de sus rutinas preferidas junto a Terral, su fiel compañero.

Además, practica paddle surf, remo, natación y senderismo, adaptando el tipo de ejercicio a cada momento.

Sobre cómo le afecta, admite: "El día que no hago deporte, duermo distinto y duermo mal. Es una cosa que necesito casi como el comer", revela, dejando claro que la actividad física es vital para su salud mental y descanso.

Su visión del entrenamiento también ha evolucionado; antes la obsesión por levantar peso era su principal motivación, ahora elige rutinas funcionales donde, según explica, "puedo hacer muchos ejercicios en poco tiempo" y que le ayudan tanto en el día a día como sobre el escenario.

Alborán ha acuñado el término "psico-macrobiótica" para definir con humor su dieta diaria, compuesta por alimentos tan naturales como gambas, boniato, ajo crudo y palmitos.

Este enfoque se basa en productos frescos, muchos cultivados en su propio huerto, y en adaptarse a las necesidades de cada momento.

Su desayuno habitual puede sorprender: la sopa miso, plato japonés con múltiples propiedades beneficiosas para la digestión y el sistema inmunitario, es su opción favorita para comenzar el día con energía.

Pero él se define como goloso: "Lo fundamental es que intento comer bien, porque me gusta mucho el azúcar", confiesa entre risas.

Por eso, en lugar de castigarse por darse algún capricho como una hamburguesa o pizza, aplica la regla de la compensación y procura que la mayoría de sus comidas sean limpias y nutritivas.

Cuando está de gira, su alimentación y horarios ganan regularidad: "Es cuando gestiono mejor mi dieta; ya que desayunamos más tranquilamente, en mi equipo cuidamos mucho todo eso, y los horarios son como más fijos a la hora de comer".

La preparación física es intensa, incluso improvisando entrenamientos con muebles en las habitaciones de hotel.

La clave de Pablo Alborán está en el equilibrio entre cuerpo y mente, y en permitirse disfrutar sin culpa.

La nutrición de Pablo Alborán

"Vacaciones no es sinónimo de no hacer deporte, al contrario, hay que darle caña", afirma, señalando la importancia de no abandonar sus hábitos ni siquiera en sus días de descanso.

Para él, la nutrición y el movimiento son herramientas de bienestar, pero también de felicidad y energía para conectar con el público y afrontar los retos diarios.

En definitiva, Pablo Alborán demuestra que mantenerse joven y en forma es posible con disciplina flexible, comida real, ejercicio al aire libre y una actitud positiva y auténtica frente a la vida, invitando a sus seguidores a encontrar ese balance personal cada día.