Larry King fue una de las grandes leyendas de la televisión americana. Su siempre colorida combinación de camisa, corbata y tirantes creó escuela en presentadores de todo el mundo, como José María Carrascal, quien siguió su estética en España. Durante los 25 años que estuvo al frente del mítico programa de la CNN 'Larry King Live', entrevistó a todos los presidentes y primeras damas -siete de Nixon a Obama-, lo que da idea de su poder de convocatoria. Decenas de líderes mundiales, de Arafat a Putin, se sometieron a sus incisivas entrevistas.

Todo el mundo quería ser entrevistado por él. En total, recibió a 30.000 personalidades de todo tipo. Siempre al filo de la actualidad, en 2000 hizo 37 programas consecutivos dedicados al polémico recuento de votos en Florida, en los que recibió a 348 invitados. En las semanas posteriores al 11-S, 700 personas pasaron por su programa, de las que 35 eran los máximos mandatarios de sus países.

¿Qué tenían de particular las entrevistas de Larry King para que todo el mundo accediera a ser entrevistado por él? A diferencia de otros periodistas, ofrecía a sus entrevistados una imagen cercana, familiar y hasta inofensiva. Siempre se mostraba como una persona sincera y seria, lo que hacía hasta divertidos los momentos muy concretos en los que, ya desarmado el personaje, dejaba asomar su carácter irreverente y su particular sentido del humor. Otra característica de King es que se negaba a preparar en exceso sus entrevistas para no mostrarse encorsetado. Incluso llegó a presumir que nunca había leído previamente los libros de los escritores a los que había entrevistado.

El beso en la boca a Paul Newman

Su particular técnica dio lugar a momentos memorables. En mitad de una largamente buscada entrevista a Paul Newman, se levantó sin venir a cuento y dio un fogoso beso en los labios al actor. En un programa dedicado a los Beatles, preguntó sobre la canción Something a la viuda de George Harrison, que se quedó muda ya que la fue la canción había sido escrita para la anterior mujer del 'beatle'.

El propio King explicó mejor que nadie su estilo. "La gente se siente cómoda conmigo -dijo en una entrevista-. Les miro a los ojos, les escucho, hago preguntas cortas, nunca con más de dos frases. De diez veces, la cámara debe enfocarlos nueve a ellos y solo una a mí". Y añadió: "Como Sinatra me dijo una vez, 'sé que te preocupa mi respuesta, por eso voy a contestar a tu pregunta'. Ese es mi papel".

Larry King entrevistando a Donald Trump en 1999. Reuters

Larry King nació en una familia humilde. La muerte de su padre cuando sólo tenía nueve años le afectó profundamente. Perdió la afición a estudiar y descartó ir a la Universidad. Se dedicó a realizar pequeños trabajos –fue mensajero de la UPS- para ayudar a la familia. Hasta que un cazatalentos de la CBS le revivió su sueño de ser locutor de radio y le dijo que en Miami había muchas oportunidades. El joven King no dudó en coger un autobús y plantarse en Florida en busca de fortuna. Empezó limpiando los estudios de una emisora y acabó siendo una celebridad radiofónica.

Estrella de la CNN

En 1985, la CNN se fija en un espacio radiofónico de entrevistas con público, que él dirigía desde Miami. Le ofrece el programa 'Larry King Lives'. A partir de ahí, el éxito no le dejaría de acompañar. Coincidió en un momento en que la cadena de Ted Turner era la única de noticias 24 horas. Se había labrado una fama mundial de ser una televisión moderada, objetiva, en la que encajaban perfectamente las respetuosas y rigurosas entrevistas de King. Fue un matrimonio feliz durante 25 años, hasta que se rompió abruptamente en 2010. El presentador anunció su marcha tras descubrir que se estaba buscando un sustituto para él. Desde entonces y hasta cerca de su muerte, se dedicó a hacer entrevistas para su canal de internet.

King nunca disfrutó de buena salud. De hecho, padecía diabetes, tenía problemas cardiovasculares y fue operado de un cáncer de pulmón. Fue un fumador empedernido durante muchos años y hacía alarde de ello. Dicen que pasaba de los tres paquetes diarios. Entre sus compañeros llamaba la atención la costumbre de mantener el cigarrillo encendido en el cenicero mientras estaba en antena, para no tener que encenderlo en la siguiente pausa. Hasta que un infarto obligó a colocarle cinco bypass y el presentador se convirtió en un férreo activista contra el tabaquismo.

Larry King entrevistando a Madonna en 1999. Reuters

Ocho matrimonios y ocho divorcios

Tuvo una vida sentimental ajetreada, de la que dan fe sus ocho ex mujeres, entre ellas una cantante, una playmate y una profesora de matemáticas. Y también affaires con mujeres tan notables como la actriz Angie Dickinson, con la que estuvo saliendo cinco años. En 2019, solicitó el divorcio de su última mujer, Shaen Southwick. El pasado año, su vida familiar había sufrido, además, un muy duro golpe con la muerte de dos de sus hijos. King se mostró desolado: "Un padre nunca debe sobrevivir a sus hijos". Sería por poco tiempo.

King deja como legado el testimonio vivo de la historia de las últimas décadas. Lo ofrecen sus entrevistados, desde el Dalai Lama hasta Elizabeth Taylor, desde Mijail Gorbachov hasta Barack Obama, desde Bill Gates hasta Lady Gaga. En la interminable lista, King solo echaba de menos a un gran personaje, el papa Juan Pablo II. "Me fascinaba", dijo de él.

Y deja también un ejemplo de sencillez y profesionalidad, un estilo ejemplar para los periodistas que le sucederán: "No pregunto '¿qué pasa con Ginebra o Cuba?'. Pregunto: 'Señor presidente, ¿qué es lo que no le gusta de este trabajo?'. O '¿cuál es el mayor error que ha cometido?' Eso es fascinante". Encontraba lo que era importante para cada persona y se lo hacía notar, por eso todos querían ser entrevistados por Larry King.

Lawrence Harvey Zeiger (Larry King) nació en Brooklyn (Nueva York) el 19 de noviembre de 1933 y murió en Los Ángeles el 23 de enero de 2021 a los 87 años. Deja ocho exesposas, tres hijos, nueve nietos y cuatro bisnietos.