Los 18 años de diferencia no era lo único que les separaba: Las hermanas Olsen transitan el Soho neoyorquino donde se relacionan con los artistas más excéntricos de la zona. Olivier Sarkozy, padre de dos hijos, habitaba en el Upper East Side donde trabaja en el Carlyle Group. Un fondo de inversión que mueve más de 193.000 millones de dólares y del que George Bush fue colaborador. 

Contra todo pronóstico la pareja se daba el sí quiero en su mansión de la calle 49 de Nueva York. Los invitados debían depositar sus móviles antes de entrar como salvaguarda a la intimidad de los novios. Para tomar el agradable cóctel en el jardín trasero, a resguarda de las vistas de los curiosos, los 50 invitados recibían un cuenco repleto de cigarrillos para poder fumar durante toda la celebración. 

Aseguran que la rica ex mujer del hermanastro de Sarkozy da el beneplácito a la pareja. La antigua vida disoluta del baquero se ha dado por concluida y la actriz cuida especialmente de su hija Margot de doce años. La pareja de novios fue duramente criticada cuando compraron su residencia en Nueva York por casi siete millones de euros. 

Las hermanas que se hicieron famosas por la famosa serie prosiguen su carrera como diseñadoras de su marca The Row. El año pasado recibieron el CFDA fashion Awards -considerados los Oscar de la moda- como mejores diseñadoras de moda femenina del año. Apuestan por colaboraciones con Superga y poseen tienda base en la milla de oro de Melrose Place (con apetecible piscina incluida) pero, sus ventas se reparten por 37 países. Así sólo Mary Kate ha amasado una fortuna de 150 millones mientras el hermanastro de Nicolas Sarkozy acumula 50. Desde luego comerán perdices.