Era el 1 de noviembre de 2006, miércoles, Día de Todos los Santos. Un nuevo partido irrumpía en el Parlamento de Cataluña. Albert Rivera tenía 26 años y había conseguido su acta de diputado en el Parlamento Catalán con un partido nuevo, Ciudadanos. Un momento que marcará su carrera política.

Hoy casi nueve años después, es el político más presidenciable del país. Entre bambalinas (Stella Maris) es una biografía publicada por los periodistas José Alejandro Vara y Pablo Planas y que surge en un momento decisivo para Rivera y su partido. Una lectura obligada para aquellos que quieran conocer mejor la historia de cómo el joven líder que se dio a conocer desnudo se ha convertido en la próxima llave de Gobierno.

Ciudadanos se coló por primera vez en el hogar de los Rivera en 2005 a través de RNE. Fue la madre del candidato la que escuchó la convocatoria del acto y le llamó la atención que Francesc de Carreras profesor del doctorado de su hijo era uno de los impulsores del manifiesto.

Ésta se lo comentó y días más tarde, Albert, fue uno de los cientos de ciudadanos que llenó el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona para asistir a la presentación. “Aquel acto me impactó y me marcó para siempre. Cuando acabó me acerqué al profesor y le dije que contarán conmigo. Unos meses más tarde me propusieron participar en el área de justicia”, recuerda el propio líder en una de sus entrevistas.

Otra de las fechas en las que insisten los autores en este recorrido vital y político de Rivera es en el 9 de julio de 2006. “Corren toda clase de leyendas urbanas. La versión más extendida es que Albert Rivera y Antonio Robles fueron designados por orden alfabético para ostentar la presidencia y la secretaría general del naciente partido. Esta es la parte que menos le ha gustado del libro. No le gusta que se hable del factor suerte a la hora de ser elegido Presidente de Ciudadanos”, asegura Pablo Planas.

En general es un retrato favorable pero incluye críticas al carácter personal de Rivera. “Dice el entorno que es un tipo muy tímido, que se crece en un mitín o en un plató de televisión. Pero es frío y súper correcto, nunca ha dado una voz, algo inusual en un político y sobre todo en un partido, dónde las discusiones internas se suelen resolver acaloradamente. Dicen que él nunca”, explica el coautor de la biografía.

Dos mujeres y la pequeña Daniela

Protección máxima, información mínima. Conoció a Mariona Saperas, la madre de su hija Daniela, con trece años y estuvieron juntos hasta los 33. Once de ellos conviviendo. Fue ella quien encontró en el buzón de casa la carta con una imagen ensangrentada de Albert y una bala. Mariona siempre fue muy discreta y se prodigó poco al lado de Rivera. Psicóloga experta en adicciones. Su separación fue muy dura, llevaban toda la vida juntos pero nada más ha trascendido.

Poco se sabe de Beatriz Tajuela, su actual novia, una azafata de Hospitalet, a la que presentó en público el pasado jueves en la cena de los Premios Planeta. Llevan saliendo algo más de un año y se dejan ver tanto por Barcelona como por Madrid con total naturalidad. Pero el no accede a dar más info.

El primer desnudo de la política

La idea del desnudo surgió a finales de agosto de 2006. Ginés Gorriz, ingeniero y director de la primera campaña electoral de Ciudadanos, daba vueltas a cómo romper la barrera del silencio del veto mediático catalán. Arcadi Espada en su blog decía que Albert un día después de la presentación del cartel bajó la cabeza y dijo: “Joder, qué putada”.

Robles y Górriz fueron cómplices del primer desnudo real de la política española. El fotógrafo Joan Alsina tardo un par de horas en la sesión. Una imagen que se convirtió en un cartel viral y que iba acompañada del lema: “No nos importa dónde naciste. No nos importa que lengua hables. No nos importa que ropa vistas. Nos importas tú”.

Helsinki le marcó

“Rivera y su carácter se sienten muy influidos por su estancia como Erasmus en Helsinki. Él cuenta que un día estaba allí celebrando su cumpleaños mientras disfrutaba de una aurora boreal y fue cuando decidió que había llegado el momento de independizarse”, asegura Planas en conversación con EL ESPAÑOL.

Es mitómano, cosmopolita y amante de los Estados Unidos. Tiene colgada en la pared de su despacho en el Parlament una fotografía de Luther King con la frase I have a dream (yo tengo un sueño). Fue un crío normal, listo y vivo.

La natación y la psicología de la competición contribuyeron a esculpir un cuerpo atlético y una mentalidad rocosa que se plasma en su forma de abordar los problemas políticos. Albert fue campeón juvenil de natación en Cataluña.

No sin su coach

M.ª Ángels Casanova , su coach, es una de las personas del círculo de confianza de Rivera, alguien de quien no habla pero a quien incluyó en los agradecimientos de su libro : “A mi coach Maria Àngels Casanova, que me ha ayudado durante este último año a crecer como persona, a saber perseguir mis sueños, a ser más humano y descubrir que la felicidad no está al final del trayecto, sino en cada minuto que disfrutamos de la vida”.

“Da una imagen de tío disciplinado al que la gente le compraría un coche de segunda mano. Está muy bien asesorado y dicen que no acepta tutelas de nadie. Le gusta escuchar pero le da forma a las ideas por sí mismo”, opina Planas.

Él propio Rivera en una entrevista reconocía haberse marcado unas líneas rojas: “Para poder hacer lo que yo hago has de ser feliz. Ocho años después he aprendido a respetar mi día de gimnasio, las horas con mi hija, la cena con mi chica, la visita a mis padres o la reunión con amigos del sábado por la noche”.

El próximo 20D, el ciudadano Rivera con 35 años podría tener la llave del Gobierno. “ Él se ve como Presidente del Gobierno dentro de cuatro años. En alguna ocasión incluso llegó a augurar su pugna por Moncloa, con Susana Díaz (PSOE) y Cristina Cifuentes (PP), como adversarias. Rivera va en serio”, afirma el coautor de Entre bambalinas (Ed. Stella Maris).