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Salamanca criminal: trucos de los ladrones de coches (y cómo evitarlos)

19 noviembre, 2018 07:48

La crónica de sucesos está impregnada cada vez más con hechos delictivos hasta no hace mucho tiempo más propios de grandes urbes, de otras latitudes donde la delincuencia está a la orden del día. Pero la globalización también conlleva la expansión del delito y sus nuevas vertientes, que NOTICIASCYL les detalla cada domingo en una serie, acercándoles los detalles sobre prácticas cada vez más comunes en Salamanca.

Es el caso del incremento del robo de vehículos durante el último año. Muchos de ellos para ser utilizados en asaltos a naves, establecimientos de hostelería y comercios, siendo posteriormente calcinados para borrar las pruebas. Otros, para su desguace y venta por piezas. Pero también están las típicas sustracciones de objetos de valor tras fracturar un cristal o forzar la cerradura. Una práctica que ha proliferado porque los métodos de los ladrones cada vez son más sofisticados.

Por ejemplo, lo último es valerse de una simple moneda. Tras elegir a una víctima que siempre aparca en el mismo lugar, se coloca en un tirador de una de las puertas del coche, o incluso en todas menos la del conductor. Cuando acciona a distancia el cierre centralizado del coche, canda todas las puertas excepto aquellas donde esté la moneda. Así el ladrón puede abrirla sin dañar cristales o cerradura, un método que suele emplearse en párkings de centros comerciales e hipermercados, y sobre todo en épocas de muchas compras, pues una persona va y vuelve varias veces al coche.

Otro método es la cuña de aire. En alguna rendija de una ventana mal cerrada se introduce una bolsa inflable. Al llenarla de aire y hacer presión llega un momento en que salta el seguro del coche. Es una evolución de la tradicional cuerda que se utilizaba para hacer saltar el botón de seguridad de los coches antiguos, o el gancho metálico. Algo parecido sucede con una pelota de tenis a la que se hace una ranura, se coloca sobre la cerradura para crear un vacío de aire y saltar el botón del seguro.

También están quienes se dedican a robar el tapón del orificio para el combustible en aquellos coches donde se abre con una llave. Al llevárselo hacen una copia de la ranura y, si el conductor no se ha percatado de la sustracción del tapón, pueden robarlo sin impedimento.

Los robos al descuido son menos habituales en Salamanca, pero también hay métodos para llevarlos a cabo. Por ejemplo, atando latas u objetos metálicos en la parte trasera del vehículo. Al arrancar, el conductor notará el sonido y bajará a ver qué es. Si no apaga el motor y deja la llave puesta, el ladrón puede aprovechar ese momento para subirse y largarse a toda velocidad con el coche. Una evolución de este método es quitar la matrícula trasera, alertar al conductor de que le falta y aprovechar el despiste para llevarse su coche.

Consejos para evitar robos de coches

Si los ladrones evolucionan para robar coches, evitar la sustracción también es posible. Lo primero, no aparcar en lugares poco transitados y mal iluminados. Además, hacerlo en línea resulta más seguro porque dificulta el robo sin ser visto por alguien, más fácil agazapándose el ladrón entre coches en batería. Además, consejos básicos como no dejar el mando en el garaje, disponer de una barra antirrobo en el volante, bloqueándolo contra el salpicadero, o un dispositivo menos visible pero igual de eficaz, instalado en los pedales, con un material incluso resistible al corte de una radial.

Un localizador GPS es también una buena herramienta para conocer en todo momento el paradero del coche, o el último si fuese ocultado en algún garaje subterráneo o lugar sin cobertura. Incluso se pueden contratar los servicios de un centro de control que llega a bloquear a distancia el automóvil. Y no olvidar la socorrida alarma con un sonido estridente.

Hay quienes optan por dejar el coche inservible sin batería gracias a un desconectador que impide la puesta en marcha del automóvil y además evita una descarga accidental. Pero sólo es recomendable para coches que no se utilizan a diario, porque se trata de un proceso que lleva su tiempo, no apto para prisas.

Y si el coche es de acceso y arranque sin llave o simplemente un mando a distancia, se puede burlar el uso de inhibidores por parte de los ladrones. Un truco es meter la llave en el congelador o aislarla en papel de aluminio. Pero, lo fundamental, es siempre comprobar que el coche se ha cerrado correctamente porque han saltado las luces de intermitencia o porque las puertas, directamente, una a una, no se abren.