La Guardia Civil investiga a una persona como presunta autora del envenenamiento de varios zorros y rapaces registrado en los últimos meses en los términos vallisoletanos de La Pedraja de Portillo y Aldeamayor de San Martín, según informan fuentes del Instituto Armado.

En parajes de dichos municipios fueron hallados varios ejemplares de Milano Real (Milvus Milvus) muertos. Además, el Seprona tuvo conocimiento de la aparición en otros lugares de más animales, entre zorros y otras rapaces.

Realizadas las necropsias a los cadáveres en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, los investigadores pudieron concretar que las muertes fueron producidas por intoxicación aguda.

Ante estos hechos, el Seprona abrió una investigación, denominada 'MILVUS Tox', al objeto de esclarecer los mismos en colaboración con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que además confirmaba hechos similares.

Tras abrir varias líneas de investigación entre cazadores, ganaderos y agricultores, se estableció un mapa geográfico centrando los objetivos en posibles afectados por la acción de este tipo de animales, que habían sufrido durante los últimos años mortandades entre sus animales causadas por fauna silvestre (rapaces y zorros principalmente).

Las necropsias aclararon que algunas de las muertes fueron provocadas por cebos envenenados. El cebo se componía de carne de ave a la que añadían una sustancia granulada negra, posiblemente Aldicarb, cuya comercialización y uso está prohibido en España desde el año 2007. Anteriormente se usaba como plaguicida.

Se realizaron entonces inspecciones en todas las granjas de la zona afectadas por la mortandad, de forma que en una de ellas el Seprona, en colaboración con el Servicio Cinológico de Venenos de Madrid, localizó gran cantidad de una sustancia similar a la reseñada, unos cuatro kilogramos.

Una muestra de la sustancia fue remitida al Laboratorio de Criminalístico de la Guardia Civil al objeto de su análisis y comparación con las extraídas de las necropsias, si bien está pendiente el resultado.

La Unidad de Detección de Cebos Envenenados de la Unidad Cinológica Central de la Guardia Civil está ubicada en el Pardo (Madrid) y colabora intensamente con el Seprona. Inició su actuación en el año 2007, siendo ésta la más importante aprehensión de Aldicarb que ha realizado desde su creación.

De los resultados de las investigaciones, declaraciones, inspecciones y diligencias realizadas, se llegó a conclusiones que dieron como resultado la investigación de una persona como responsable de un delito contra la flora y la fauna por causar la muerte de fauna salvaje (con ejemplares en peligro de extinción) por uso de cebos envenenados.

Las diligencias instruidas fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Valladolid y a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de la Audiencia Provincial de Valladolid.