La globalización, los hábitos de consumo y la tecnología han supuesto una enorme evolución en la gran distribución alimentaria. En poco tiempo se ha pasado de comprar en la tienda de ultramarinos del barrio a hacer la compra online y recibirla en la puerta de nuestros hogares, de comprar al por mayor in situ a recibir grandes cargamentos de productos. Ahí, la provincia de Salamanca destaca por su sector agroalimentario, que ha potenciado la industria, sobre todo en la comarca de Guijuelo.

Estamos hablando de cientos de empresas que dan trabajo a miles de personas, en torno a la cuarta parte del Producto Interior Bruto (PIB) gracias a la venta de productos de primera calidad, avalados por Denominaciones de Origen, Marcas de Garantía e Indicaciones Geográficas Protegidas. Una industria agroalimentaria que se expande más allá de España y tiene ahora en Estados Unidos un gran objetivo. La apertura del mercado norteamericano supone una gran oportunidad, con un incremento de ventas continuo, se calcula que en torno al 3% este año.

La competencia es fuerte y la rotación de puestos de trabajo es constante en este sector, en busca del talento. Así, según un estudio de la empresa de recursos humanos Randstad, más del 46% de las empresas agroalimentarias declaran haber visto cómo aumentaba la rotación de trabajadores en el último año y el 25% de quienes trabajan en el sector están en búsqueda activa de otro empleo.

Entre los perfiles de alta cualificación más demandados por las empresas agroalimentarias de se encuentran técnicos de calidad y de laboratorio para el desarrollo de proyectos de I+D+i; titulados en Ingeniería Agrícola, Biología, Bioquímica, etc. Asimismo, la automatización del sector motiva la demanda de otros perfiles más industriales, relacionados con la mecatrónica, electrónica, mecánica, etcétera.