El Real Valladolid derrotó a la Cultural Leonesa y a sus propios fantasmas para hacerse con tres puntos de oro que, definitivamente, le enganchan a la pelea por alcanzar los puestos nobles de la clasificación. Un doblete de Mata y un gol de Hervías sirvieron para desnivelar la balanza y celebrar un triunfo que vuelve a poner de manifiesto el músculo de Zorrilla, donde el equipo se muestra muy sólido y efectivo.

Empezó bien el Pucela. Muy bien. Unos minutos realmente buenos que sirvieron para poner tierra de por medio en el marcador. Primero Hervías, con un zurdazo desde la frontal, y luego Mata, con un cabezazo al primer palo, colocaron el 2-0 en el luminoso. Incluso Anuar pudo ampliar distancias entre un tanto y el otro, pero Palatsi voló para evitarlo.

La superioridad blanquivioleta era clara, aunque llegó un desajuste defensivo, Rodri marcó ante la salida de Masip y llegaron los nervios. Y las dudas. Y los fantasmas de partidos anteriores en los que las cosas no habían salido bien. Las sensaciones negativas se reforzaron con el gol de Samu Delgado casi en la última jugada de la primera parte. 2-2, vuelta a empezar y caras muy diferentes en uno y otro equipo.

La Cultural estaba lanzada y el Real Valladolid aún rumiaba sus errores. En este escenario, la segunda parte comenzó como se temía la parroquia blanquivioleta, con dominio de los leoneses. Afortunadamente, el Pucela fue capaz de sacudirse sus miedos y, poco a poco, empezó a carburar.

La entrada de Gianniotas, Toni y Ontiveros lavaron la cara a los locales, que dieron un paso adelante. El malagueño dejó detalles magníficos en su debut y un centro suyo sirvió para que Mata provocara el penalti de la victoria. El pichichi, con la barbaridad de 21 dianas ya en su cuenta, marcó y permitió que se quedaran en casa los tres puntos.

El próximo reto, el siempre difícil Nuevo Estadio de los Cármenes. En Granada el Pucela intentará prolongar su buena racha de resultados.