La Universidad de Salamanca tendrá nuevo rector a finales de este año una vez que han quedado convocadas las elecciones y fijado el calendario para unos comicios trascendentales. No sólo porque el vencedor será quien aparezca en todas las fotografías del octavo centenario de la institución académica en 2018, sino también porque deberá marcar el rumbo futuro que permita vislumbrar otro siglo ante los retos que se avecinan.

Cuatro son los candidatos ya confirmados para las elecciones del 20 de noviembre en primera vuelta y el 30 de noviembre si no hubiera antes una mayoría absoluta. Cuatro nombres que han confirmado los pronósticos de hace meses: María Ángeles Serrano, catedrática del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, vicerrectora de Internacionalización; Juan Manuel Corchado, catedrático del Área de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, vicerrector de Investigación y Transferencia; Ricardo Rivero, datedrático de Derecho administrativo, decano de la Facultad de Derecho; y Francisco Giner Abati, catedrático en Antropología.

El plazo de presentación de candidaturas se ha establecido entre los días 27 y 30 de octubre. Por tanto, durante los próximos días se despejará la gran duda: ¿Habrá un quinto candidato? Muchos son los dimes y diretes sobre la posibilidad de que surja otro nombre que dé el paso adelante pero en realidad sea una cuña para restar votos a alguno de los candidatos. Y es que por el momento todo está muy igualado entre los cuatro precandidatos.

El especial sistema de voto ponderado hace que la elección del rector de Salamanca pueda decidirse por sólo un grupo de votantes. Así, el sufragio de los profesores doctores con vinculación permanente vale un 52%; el de profesores del resto de categorías con excepción de profesorado asociado, el 11%; el de ayudantes y personal investigador en formación, apenas un 1%; al igual que el de profesores asociados; en cambio el de estudiantes de Máster y Doctorado supone un 5%; el de estudiantes de Grado un 21%; y el de Personal de Administración y Servicios, un 9%.

En 2013 no hubo disputa al ser Daniel Hernández Ruipérez el único candidato, ya que todos los aspirantes aguardaban a no quemarse y dar el salto en 2017, un año antes del octavo centenario. En 2009, Ruipérez venció gracias a estudiantes y profesores, donde obtuvo cinco puntos más sobre Jesús Gómez Asencio. En 2007, José Ramón Alonso ganó con el 60% de los votos y en todas categorías, pero entonces el censo era de 34.000 personas, ahora ronda las 29.000 (cabe recordar que Alonso dimitió dos años después sin llegar a agotar su legislatura).

Por tanto, la irrupción de un quinto candidato que pueda restar votos entre profesorado doctor y alumnos a alguno de los favoritos, sobre todo en sus principales cotos, sería fundamental dentro del reparto del 73% que suman ambos grupos. Es decir, tres cuartas partes del resultado están en manos de dos categorías de votantes. Antes de noviembre quedará resuelta la duda.