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Región

Los vallisoletanos Ghetto 13-26 reinterpretan a Calderón en el TAC

22 mayo, 2017 11:46

La compañía vallisoletana Ghetto 13-26 será la protagonista este lunes de la programación del Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle, TAC 2017, con el estreno absoluto de su adaptación de 'La vida es sueño', el clásico de Calderón de la Barca.

La representación, con una duración de 90 minutos, tendrá lugar a las 19.00 horas en la Sala Negra del Laboratorio de las Artes de Valladolid, LAVA y repetirán el miércoles, 24 de mayo, en el mismo espacio, a las 19.30 horas, aunque las entradas para ambas funciones están agotadas. La programación del lunes se completará con 'Juana. La reina que no quiso reinar', de la compañía granadina Histrión Teatro.

Ghetto 13-26 regresa así al TAC tras haber estrenado el pasado año otra versión, la de 'Bodas de sangre', de Federico García Lorca, una propuesta "rompedora" en la línea de la que presentan en esta edición.

Félix Fradejas dirige esta adaptación de la obra de Calderón, también en verso, con la que la compañía pretende universalizar la historia. Para ello, la han descontextualizado, han hecho que la obra sea totalmente atemporal pero manteniendo los temas principales que aborda el original: la corrupción y el ansia de poder. Marta Ruiz de Viñaspre, en el papel del protagonista, Segismundo, encabeza el reparto, que completan Clara Parada, María García Beato, Pablo James, Roberto Chapu, Pau de Nut y el propio Fradejas.

Ghetto 13-26 es un colectivo surgido de la unión de artistas y actores que han decidido aunar sus disciplinas en un único proyecto. Así, la agrupación nace con el objetivo de crear, huyendo de las ataduras del mercado, espectáculos catalogados por algunos críticos como postvanguardia.

Los integrantes de la compañía, capitaneados por Fradejas y Ruiz de Viñaspre, prefieren hablar de instalaciones, de biomaquinarias, de acción. Ghetto 13-26 propone espectáculos en los que la diferente concepción escenográfica, la utilización personal de los parámetros lumínicos y la ruptura de la unidad espacio-temporal acercan a la agrupación a la constante búsqueda de la plástica, el movimiento, al forma, el color, los signos y, por supuesto, una ideología.