Doñinos de Salamanca, que aún atesora rincones tradicionales de la esencia de pueblo en el caos y maremagnum urbanícola del Alfoz, finaliza sus fiestas patronales de San Marcos con los actos religiosos en honor al Patrón, cuestión que ya es tradicional. Aunque es martes, los vecinos acudieron en mayoría a la misa y posterior procesión -luciendo sus mejores galas- que transcurrió por diversas calles del municipio.

En esa fiesta/procesión llama la atención, para bien, que tanto el alcalde, Manuel Hernández, acuda vestido de charro en días de tanta mezcolanza foránea de lunares y peinetas y claveles. Daba gusto observar a Manuel Hernández marcándose unos bailes. Gestos que son de agradecer en la provincia de Salamanca en la reivindicación de una cultura auténtica, propia, variada y muy rica que nada debe envidiar a otras manifestaciones importadas, sino más bien al contrario. Como un placer observar a los más pequeños en el arte del baile y la danza popular.

Por lo demás, una procesión con música de tamborileros, con bailes a cargo del Grupo de Folclore de Doñinos de Salamanca y, para culminar la mañana, unas perronillas y el vino dulce de rigor en un día, ahora sí, auténticamente primaveral, con un sol a media luz y la brisa fresca de temporada. Además, los mayores pudieron disfrutar de una comida de hermandad -convivio dicen en Portugal- ofrecida por el Ayuntamiento.

REPORTAJE GRAFICO LUIS FALCAO