La pasada madrugada del 1 de enero, poco después de las 04.53 horas, el establecimiento de la localidad zamora de Villafáfila, Black Rose, sufría una gran tragedia. El suelo de una parte del bar se hundía y con ello, unas veinticuatro personas resultaban heridas. Una "fortuna" podríamos denominarlo, ya que en el bar en esos momentos se encontraban cerca de medio centenar de personas celebrando la Nochevieja.

Con la llegada de bomberos y Emergencias Sanitarias-Sacyl de inmediato se pudo observar que los heridos habían caído con el hundimiento a una bodega situada a unos tres metros de profundidad y que algunos se encontraban heridos de gravedad y necesitaban intervenciones quirúrgicas. Finalmente, un total de 18 personas fueron atendidas en el Complejo Asistencial de Zamora, además de las dos que fueron trasladadas a Benavente y cuatro a León.

Ahora, tres meses después y aún con el susto en el cuerpo, el Black Rose, situado en la Plaza Mayor de la localidad zamorana ha vuelto a abrir sus puertas este Viernes de Dolores, mirando hacia adelante y recordando a todos esos heridos que, todavía a día de hoy, siguen teniendo secuelas del accidente.

Con un diseño y estilo mucho más renovado y actual, el dueño del establecimiento ha vuelto a 'echar a rodar' este bar, después de tomar la decisión más importante de su vida, "volver a abrir las puertas del Black Rose". Una apertura con música en directo y con una gran cantidad de sentimiento y agradecimiento a todas aquellas personas que le han apoyado y ayudado, así como familia, amigos y vecinos, pero también en recuerdo a los heridos, "porque la vida sigue y sigue para todos".