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Región

La Sociedad Valladolid Alta Velocidad evita su disolución definitiva

16 febrero, 2017 15:42

La Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) ha evitado este jueves su disolución definitiva después de que la deuda que arrastra de 404 millones amenazara la viabilidad de la misma, la cual se fundó en 2002 para el realizar el proyecto del soterramiento de las vías del tren en Valladolid.

Los socios de la SVAV -Adif y Renfe por parte de Fomento, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid-, que se han reunido para tratar este asunto, han decidido acordar un plan de viabilidad que salve a la entidad. Una elección que, como ha asegurado el presidente de Adif, Juan Bravo, es “la más razonable”.

Además, el Ayuntamiento de Valladolid, encabezado por el alcalde Óscar Puente, ha trasladado que el plan para el proyecto de la Alta Velocidad en Valladolid pasará por la integración en superficie, por lo que el soterramiento integral del Plan Rogers o el parcial quedan totalmente descartados.

Una decisión que tanto Adif y Renfe como la Junta de Castilla y León apoyarán y en la que se trabajará en las próximas semanas para que esa integración sea “óptima” con todos los nuevos pasos subterráneos o pasarelas que sean necesarios construir, además de una nueva estación de autobuses en el espacio que actualmente ocupa Estación Gourmet.

En este presupuesto estaría incluida la variante de mercancías para que se ponga en funcionamiento lo antes posible. Cabe recordar que esa variante de mercancías es una de las patas esenciales del futuro Parque Agroalimentario.

También, Bravo ha explicado que se prevé también una reforma de la estación Campo Grande para incrementar su capacidad que correrá a cargo exclusivamente de Adif, por lo que no se incluirá en el presupuesto global del proyecto de integración -354 millones de euros-.

En ese sentido, Bravo ha dado a conocer que se constituirá un grupo de trabajo que concrete cómo se hará ese proyecto de permeabilidad entre el ferrocarril y la ciudad de Valladolid. Tras establecer esas actuaciones y el calendario de trabajo, el Ministerio de Fomento anulará esos 404 millones de deuda contraída por la SVAV con los bancos.

Además, en el mes de abril la Junta General de la SVAV volverá a reunirse para formalizar la modificación del convenio de colaboración entre los socios firmado en 2002, así como para redactar o modificar lo necesario para dar forma a lo que se ha acordado este jueves.

Integración blanda

Como han asegurado tanto Bravo como Puente, finalmente se optará por realizar la llamada ‘integración blanda’, la opción menos costosa de las puestas sobre la mesa. En ella no se contempla el soterramiento pero sí varias actuaciones de permeabilidad. Las cuales se decidirán en ese grupo de trabajo.

En esta opción, el Ayuntamiento tendría que aportar 72 millones de euros a lo largo de 10 años para un proyecto que costaría 354 millones. La Junta podría la misma cantidad que el Ayuntamiento y 144 serían abonados por el Grupo Fomento formado por Adif y Renfe.

Como ha afirmado el primer edil vallisoletano, ahora hay que ponerse manos a la obra para establecer qué actuaciones son necesarias llevar a cabo para esa integración. No obstante, Puente ha rehusado concretar alguna de las mismas, ya que considera que tras una época de “oscurantismo” en la SVAV, se ha pasado a la “sobreinformación” de los últimos meses.

Como ha reconocido, esa labor de integración consistirá tanto en mejorar y ampliar pasos ya existentes,  como en la creación de otros nuevos, ya sean peatonales o para el tráfico. Asimismo, ha incidido en que otro punto esencial es el tratamiento que se le da a los márgenes de la vía.

En esos, se buscará que tengan un “aspecto acorde a nuestro tiempo” y no de hace seis décadas, como Puente ha afirmado que se encuentran actualmente esos lados de la vía que transita por Valladolid. “Trabajaremos para que la integración en superficie mejore la permeabilidad y el aspecto de la vía en la ciudad”, ha asegurado.

Mientras tanto, Juan Bravo ha avanzado que la actuación que se prevé en la estación Campo Grande, dirigida fundamentalmente a mejorar su capacidad, correrá a cargo exclusivamente de Adif y ha apuntado que se trabaja con la previsión de que el traslado al nuevo complejo de talleres de Renfe pueda estar completado antes de finales de 2017.

El regidor ha apuntado que sería “imprudente”  trasladar concreciones sobre las actuaciones pero ha dejado claro que es un “buen proyecto, que va a gustar y que se va a poder hacer”. “Otros podrían ser muy hermosos pero no eran posibles y tenemos que jugar con lo que es real. Dentro de eso estoy convencido que haremos algo que realmente mejore sustancialmente la relación de la ciudad con las vías del tren”, ha asegurado Óscar Puente, alcalde de Valladolid.

Por su parte, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha mostrado su satisfacción en primer lugar por que no haya habido "ruptura" en la SVAV y se haya logrado "eliminar la tenaza financiera". A partir de ahora, ha señalado que la Consejería estará "del lado de la solución", al tiempo que ha coincidido en advertir que será "un esfuerzo" económico también para la Junta.