La pedanía de Navatejera, perteneciente al Ayuntamiento de Villaquilambre, limítrofe con el de León capital, acogerá la central de biomasa que la Junta de Castilla y León pretende construir para proporcionar calor a más de setenta edificios públicos de León y su alfoz. Una parcela de 5,3 hectáreas en Navatejera es el lugar que sustituye a los anteriores emplazamientos, Eras de Renueva y Cantamilanos, en la capital leonesa, desechados por presión popular al estar demasiado cerca de barrios residenciales. En el caso de Navatejera ya han surgido las primeras protestas de vecinos de varias urbanizaciones cercanas a los terrenos donde se ubicará la futura central, aunque hay unanimidad entre todas las administraciones públicas implicadas.

A cambio de la cesión de la parcela, la Junta vecinal de Navatejera recibirá calor de forma gratuita para gran parte de sus equipamientos públicos, entre ellos el polideportivo municipal. El presupuesto total de la obra supera los 18 millones de euros y el objetivo de esta moderna planta de biomasa será el de ahorrar energía producida por los sistemas clásicos y, sobre todo, evitar el lanzamiento a la atmósfera de decenas de miles de toneladas de dióxido de carbono. Además, permitirá la explotación racional de la masa forestal de cien kilómetros a la redonda de la capital leonesa, ya que la central sólo se abastecerá de astillas procedentes de los bosques leoneses. En principio se crearán diez puestos de trabajo directos y varias decenas más durante la fase de construcción.

La central tiene previsto suministrar calor a más de setenta edificios públicos, entre ellos los hospitales leoneses, la sede de la Junta, todo el campus universitario, el Ayuntamiento de la capital, la Subdelegación del Gobierno, la sede de Hacienda, el Musac, el  Auditorio y numerosos colegios e institutos públicos, además de otros edificios privados como laboratorios e industrias veterinarias, hoteles y hostales, etcétera.

En pleno funcionamiento, una vez que se concluyan las tres fases de obras, la central generará 130 millones de kilowatios, que requerirán un consumo de 48.000 toneladas de astillas, unos seis camiones diarios. La central será una de las más modernas y eficaces de Europa, comparadas con las que ya funcionan en Islandia, el país de referencia en este tipo de instalaciones.