El posible acuerdo de paz para poner fin a la guerra en Gaza ha pasado a un segundo plano en la actualidad española. La sociedad está pendiente del destino de los tripulantes de la flotilla que iba hacia la Franja y que ha sido interceptada por las fuerzas de seguridad de Israel.
Por ello, los programas de actualidad están pendientes de la última hora sobre los detenidos. Entre ellos, ha estado El programa de Ana Rosa, que arrancaba este viernes 3 de octubre conectando en directo con Marcos Méndez, enviado especial a Jerusalén.
Sin embargo, lo que se suponía que iba a ser una conexión en directo sobre la situación de los detenidos, varios de ellos han sido ya deportados, mientras que otros han sido llevados a la prisión de Saharonim, en el desierto del Neguev, en el sur de Israel; terminó derivando en un momento incómodo.
Méndez comenzaba a ser increpado por un espontáneo que, finalmente, le impidió realizar la conexión con normalidad, teniéndola que cortar antes de tiempo.
El enviado especial comenzaba con normalidad su conexión, pero rápidamente empezaron a escucharse los gritos de una persona que no aparecía en cámara y que interrumpía al periodista.
Marcos Méndez en 'El programa de AR'.
Ana Rosa, pendiente desde plató, comenzó a ver la incomodidad del reportero. “Perdón, que tengo a gente gritándome aquí”, expresaba, para después pedir al individuo que le dejase trabajar.
Las voces comenzaron a sonar más fuerte, escuchándose ya desde plató y también por parte de la audiencia. “Perdonad, un momento, Ana Rosa”, lamentaba Méndez, quien había perdido la concentración.
Ana Rosa Quintana y Marcos Méndez en 'El programa de AR'.
Preocupada, Quinta quería saber qué estaba sucediendo con ese hombre que estaba interrumpiendo la conexión. “Esto es algo que nos pasa habitualmente en Israel. No les gustamos los periodistas en general”, explicaba Méndez.
Ana Rosa seguía apoyando al enviado especial. “Bueno, tú no te preocupes, estamos acostumbrados a que estas cosas ocurran”, comentaba la presentadora. “Nos está mandando a casa”, señalaba Méndez.
Méndez intentaba, como podía, seguir con la conexión en directo. Sin embargo, parecía imposible. “Este hombre tiene poquita voz y, encima, desagradable”, compartía Quintana con el reportero, en referencia al espontáneo que buscaba interrumpir la transmisión.
Ana Rosa Quintana y Marcos Méndez en 'El programa de AR'.
Finalmente, Méndez tuvo que paralizar la conexión, después de que el espontáneo volviese con un altavoz con música en alto, lo que impedía completamente hacer de manera correcta la transmisión.
La periodista no dudaba en cargar contra esta actitud. “Marcos, muchas gracias, siento que te haya sido tan complicado, y que estos energúmenos, que me da igual de donde sean, estén en contra de la libertad de expresión”, expresaba la comunicadora.
Quintana terminaba de manera contundente, rechazando estas actitudes. “Y a estos bobos y tontos que hay en todas partes, ¿no hay un policía o un militar que le diga: gilipollas, cállate ya?”, exclamó claramente indignada.
No ha sido la primera vez que espontáneos han interrumpido conexiones con periodistas españoles. En varias ocasiones, la excorresponsal de RTVE en Jerusalén, Almudena Ariza, vio cómo varios individuos no le dejaban realizar sus conexiones en directo con normalidad.
