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Jueves, 4 de septiembre. La segunda edición de Supervivientes: All Stars da el pistoletazo de salida. Jorge Javier avisa: debido a un conflicto entre las comunidades autóctonas y el gobierno de Honduras, la gala inicial no puede realizarse con total normalidad.

Esa noche, los espectadores de Telecinco ni pudieron ver los saltos de helicóptero ni disfrutar de los juegos previstos en escaleta por las protestas de los garífunas en la playa de juegos. Además, tres días después, en Conexión Honduras, se optó por grabar una prueba, por si acaso surgían más complicaciones.

BLUPER, que estos días sigue el desarrollo del reality show de Cuarzo desde los Cayos Cochinos de Honduras, ha podido hablar con Juan Ramón Gonzalo, director general de la productora, acerca del asunto.

Gonzalo deja claro que, al enterarse el lunes 1 de que existían estas reclamaciones, trasladaron el problema a la Fundación Cayos Cochinos. Una disputa entre “parte de la comunidad garífuna de Nueva Armenia” y la fundación.

Por un lado, Supervivientes tiene la licitación del gobierno de Honduras “para entrar todo el material” necesario para llevar a cabo el formato, “con apoyo logístico y del Ministerio de Turismo”. Por otro, de la Fundación Cayos Cochinos, una organización sin ánimo de lucro que colabora con el gobierno de Honduras.

Juanra Gonzalo, director general de Cuarzo Producciones. Merce Moreno

Las protestas en Cayo Menor por el supuesto impacto negativo de Supervivientes en la preservación del archipiélago centroamericano no son recientes. Solo que este año los garífunas afirman que el programa afecta a la anidación de la tortuga carey, una especie en grave peligro de extinción.

“Lo tengo claro, siempre creo en la ciencia antes que en cualquier cosa. Y la ciencia nos avala con los contratos que tenemos con la fundación, con el plan de manejo [de qué se puede hacer o no en un cayo que se renueva cada diez años] que tenemos y con el informe que nos han dado de la anidación” explica.

"En los últimos veinte años, ni en Playa Uva, donde están los concursantes, ni en la playa de juegos, ha habido anidación de tortugas"

Y es que “en los últimos veinte años, ni en Playa Uva, donde están los concursantes, ni en la playa de juegos, ha habido anidación de tortugas”. Por otro lado, Juanra denuncia otras prácticas que también tienen impacto negativo en el medio ambiente. Por ejemplo, paseando en barca por la zona, este periódico ha podido ver no pocas barcas de turistas encalladas en las orillas.

“Es raro que se permitan unas cosas porque las hacen ellos y otras no”, cuestiona Gonzalo, al que le consta que, en las negociaciones entre ambas partes, la fundación les ha ofrecido a los manifestantes que se realice un informe independiente a través del Instituto de Conservación Forestal (ICF). Pero no aceptan el trato.

Estas negociaciones parecen haberse agotado: “La fundación ya está yendo por la vía legal y la vía legal es lenta, no es una cosa de hoy para mañana. Es como si asaltan tu casa. La fundación siente que les han invadido un espacio privado”.

Poniendo por delante su máximo respeto a cualquier tipo de reivindicación, Juanra opina que esta parte de la comunidad garífuna de Nueva Armenia ha elegido Supervivientes como un escaparate “para hacer ruido”. De hecho, otras comunidades mostraron su rechazo hacia las protestas.

“Existen seis comunidades garífunas que tienen algo de derecho sobre los cayos. De esas, cinco y media se manifestaron al día siguiente de que boicotearan el estreno [...] Hay malestar en el resto de las comunidades garífunas porque no les gusta que hablen en su nombre”, expone el responsable de Cuarzo.

Qué pasó en el estreno

Como desvela Juanra Gonzalo, al ver el panorama el día del estreno de Supervivientes: All Stars, “se llamó a la policía”, si bien “se decidió no llegar a ningún tipo de violencia” para no generar más tensión, vigilando que los manifestantes “no destrozaran nada”

“No hubo ni medio intento de desalojo, no hubo ninguna persecución en barca, no hubo absolutamente nada”, desmiente Gonzalo sobre las informaciones que circulaban por la red esa noche.

Con todo, la organización intentó hablar con ellos y llegar a una solución que agradase a todas las partes. “Dijimos: ‘Oye, entendemos lo de la tortuga, vamos a contratar a gente de la comunidad para que vigile las playas y, si llega esa tortuga, se señaliza”, recuerda Juanra acerca de un intento que fue en vano, porque no querían llegar a acuerdo alguno.

“Los primeros empeñados en la protección de la tortuga son los de la fundación”, revela. Y hace hincapié en que “si el reality causa daño en una de ellas”, hay “multa”. “Nadie de los que estamos aquí queremos hacer daño a la tortuga”.

121 autóctonos en Cuarzo

El productor confiesa que nunca ha vivido “una tensión” como la de ese día. Tras un jueves y un viernes de protestas (“se plantaron allí”, hicieron fogatas, colocaron banderas…), se acabaron marchando.

“Tenemos a 21 personas contratadas de esta comunidad garífuna. De esa y de todas. Y nos dicen que nunca en la vida habían visto a esa gente, que no eran de su comunidad y que los han traído de otros sitios de Honduras. Pero yo esto no lo puedo asegurar porque no los conozco y no sé de qué comunidad es cada uno”, subraya, y añade que en el programa hay 121 autóctonos trabajando.

Y de esa relación personal queda constancia a este medio, que estos días está viviendo en primera persona el trato cercano entre el equipo y los autóctonos.

Por último, Juanra Gonzalo reconoce que se han “sentido un poco desamparados” por parte del Ejecutivo hondureño, pues no ha ejercido de intermediario en las tensiones. “Poco podemos hacer nosotros. El problema es que hay elecciones dentro de un mes en Honduras y estamos en un momento complicado. Nadie quiere salirse de la tónica, cualquier movimiento puede provocar una pérdida de votos”, concluye.