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La bailarina Chiqui Martí fue la protagonista de la tarde de ayer en Antena 3. La artista catalana visitó Yas verano para charlar con Pepa Romero y repasar su trayectoria en el mundo del espectáculo, en la misma línea de lo que suelen hacer otros rostros populares cada día.

Chiqui se dio a conocer para el gran público gracias al programa Crónicas Marcianas, de Telecinco, gracias a sus bailes sensuales. Y asegura que, desde pequeña, ya sabía que quería ser bailarina. “Yo me iba colando siempre en audiciones”, reconoció en directo.

Tenía amigas que iban a una escuela de jazz, y ella las acompañaba a esos castings, y aunque se interesaban por ella, luego tenía que recular. “Me cogieron con 14 años para el Un, dos, tres porque mentí. Dije: ni tengo 16 años ni mi hermana puede saber que estoy aquí”, aseguró este martes Martí a Pepa Romero. De hecho, no comentó esto en casa hasta “muchos años después”.

Sin embargo, en 2004 su vida, tal y como la conocía, se detuvo tras un espectáculo en Toledo. Durante un ejercicio con telas, cayó desde una altura de cuatro metros, lo que le provocó una tetraparesia severa por impacto.

Se me pone la piel de gallina”, reconocía la invitada, cuando estuvo viendo las imágenes del accidente. Pepa Romero le preguntó si le dolía verlo, y ella respondió que no. “Igual suena un poco macabro”, advertía Chiqui. Y es que detalló que “con el mismo fin”, que es estar bien en la actualidad, y seguir en activo, no le duele recordar cómo le dijeron que nunca más llevaría tacones, que nunca más bailaría o incluso “ya veremos si caminas”.

Imagen de 'Yas verano'.

En un primer momento, ella misma se sintió sobrepasada por la información y llegó a decir que se había quedado tetrapléjica, cuando en realidad “la tetraplejía es irreversible, y la tetraparesia puede o no serlo”. En su caso, no lo fue.

Tras la caída, Chiqui perdió la movilidad desde el cuello hasta los pies, pero no era consciente de la gravedad de su estado. “Recuerdo estar en el hospital, ver un reloj enorme, y decirle al doctor: 'Píncheme algo, que a las seis tengo tiempo de ir, terminar y cerrar la sesión'”, relató en Antena 3.

Sin embargo, el médico le pidió que dijera “punto” o “raya”, y ella no entendía a qué se refería. En realidad, él le estaba pinchando en la pierna y haciéndose pequeños rasguños para comprobar su sensibilidad, que en esos momentos era inexistente.

Pepa Romero quiso saber qué falló. “Yo, por suerte”, explicó Chiqui Martí. “Menos mal que me caí sola, no le puedo echar las culpas a nadie y es mi responsabilidad. Lo que no pasa en tres meses de entrenamiento pasa en segundos”, aclaraba la bailarina. Y añadió: Para mí no era una opción quedarme en una silla de ruedas”.

Durante su recuperación, incluso llegó a preferir que nadie la visitara, pues veía a “todo el mundo llorando”. Ella, en cambio, optó por mantener una actitud positiva y hasta le pedía a su madre que la maquillara, ante su imposibilidad de hacerlo por sí misma.