El escándalo del vídeo viral de una trabajadora de una residencia de ancianos en Azuqueca de Henares (Guadalajara) humillando a una señora sigue generando comentarios. El caso ha sido analizado en Espejo Público, donde Afra Blanco ha mostrado su rotundo rechazo.

Miquel Valls ponía en antecedentes al público, en el que se podía ver a la asistente, Lorena M., humillando a una anciana, visiblemente enferma y que está postrada en una cama, a la que le debe dar de cenar.

“Me da muy mal rollo… ¡buah! Tengo todo esto rojo y esto, de haberme hecho las cejas y el bigote. Llevo unas pintas…”, dice la cuidadora al inicio del vídeo, para después mostrar a la señora, quien está guardando reposo en su cama y a la que le habla con claro tono de desprecio.

“Me da todo el mal rollo venir a darle de cenar a esta anciana, porque parece salida de una película de miedo. Me da un chungo. ¡Y le tengo que dar esto!”, exclama, enseñando un cuenco en el que se puede apreciar un puré de verduras con queso rallado por encima.

“Está más muerta que viva. Me da mucho miedo esta tía a mí”, dice mientras vuelve a enfocar a la señora. Aunque pixelado, las palabras de la mujer han causado estupor en el plató del magacín matinal.

Valls ha dado la última actualización, al señalar que la trabajadora ya ha sido despedida del centro de residencia, de titularidad privada, y que se le ha abierto un expediente disciplinario, además de elevar la queja como denuncia a la Guardia Civil.

De la misma manera, Espejo Público ha compartido la respuesta de la excuidadora tras filtrarse el vídeo. “Este vídeo fue grabado hace un año, en mis primeros días de trabajo tras finalizar las prácticas. En ese momento, me tocaba atender a una persona mayor durante la cena”, se defendía.

“Era una situación nueva para mí: no tenía experiencia real en el entorno laboral ni había tratado antes con personas en el estado que se encontraba ella”, proseguía. Valls se preguntaba si era lógico contratar a personas sin experiencia para este tipo de trabajos.

Afra Blanco ha mostrado su total repulsa ante esas imágenes, además de denunciar que es un claro ejemplo de la era edadista que vive la sociedad actual. “Esa es una de las grandes reclamaciones [la de contratar gente sin experiencia] que existen entre los trabajadores del sector. Me preocupa, desde luego”, expresa la sindicalista.

“No cabe el edadismo y en esta sociedad nuestra está muy presente. Hay que estar alerta, más cuando el edadismo está en gente que son profesionales que son los responsables de garantizar una vida digna a nuestros mayores, de acompañamiento”, prosigue.

“Luego, estamos ante una persona que se presumía como profesional, dada su formación en la materia que, desde luego, llevaba de la mano un rechazo absoluto a las personas mayores. Es una reflexión que los profesionales del sector reivindican”, finaliza.