El programa Tardear ha comenzado la entrega de este viernes hablando de política. Y, en concreto, de los negocios que el suegro de Pedro Sánchez habría tenido en el centro de Madrid, tal como señaló unos días atrás Alberto Núñez Feijóo, y que estarían relacionados con la prostitución.
Para hablar del tema, el programa ha contactado con Andrea Petruzzelli, quien fuese conocido en los años 90 por ser novio de Cristina Ortiz, conocida como La Veneno. Así, el italiano, que ya había intervenido en otras ocasiones en Tardear, aseguró que estuvo trabajando “durante una temporada” en una de las saunas que regentaba Sabiniano Gómez, el padre de Begoña Gómez, al cual nadie conocía entonces según su relato.
La clientela era conocida, iba gente famosa, que trabajaba para la televisión”, ha asegurado Andrea, que tenía problemas de sonido que dificultaban la comunicación. Y, además, añadía: “Todo el mundo conocía la sauna como una sauna de prostitución. Hay muchas saunas en Madrid, pero esta era conocida por la prostitución de chicos”.
En concreto, se refería a la Sauna Adán, en calle San Bernardo, que estaba en un edificio de varias plantas. En el programa se ha detallado que en la planta baja estaba la sauna en sí, pero que en el ático del edificio era donde se ejercía la prostitución. “En la época mía no había habitaciones como si fuese un hotel. Se hacía en la sauna”, apostillaba el invitado.
Andrea Petruzzelli y Frank Blanco en el programa 'Tardear'.
Tras narrar cómo era la distribución de la sauna, Andrea narraba cómo en la planta de arriba había habitaciones “como en cualquier sauna”, “con una colchoneta” y “se hacía el servicio al cliente”.
Era abierta a todo el mundo, a cualquier persona que quisiera entrar. Y dentro había de chicos de compañía y de prostitución”, aseguraba Andrea Petruzzeli, que, por contexto, estaba hablando de algo que sucedió entre los años 1996 y 2000.
Tardear también habló de cámaras de videovigilancia dentro del local, y también de micrófonos. Ante eso, Andrea ha detallado que solo había en la entrada, por ser un sitio público. Y que muchos clientes se quejaban de haber sufrido robos, pero que cuando eso sucedía e iban a reclamar “les decían que la cámara de videovigilancia estaba rota”.