No he podido despegar la mirada de la televisión en toda la noche. Qué hogueras en La isla de las tentaciones, qué desmadre, qué cachondeo padre, qué de cuernos. Allí ya nadie conoce a nadie, o eso parece. Todos se han entregado sin remedio a aquello de 'de perdidos, al río'. Es más, habrá sido solo una percepción errónea, pero la alarma me ha parecido que suena más floja, como con menos fuerza. Normal, ¡la están fundiendo! Vamos a empezar por las hogueras, donde está realmente lo mollar. Con permiso del resto, ¡me quedo con las de Lucía-Manuel y Marina-Jesús! 

Hay que decir que Manuel está fatal, muy arrepentido de haberse besado una, dos, tres (y las que hagan falta) veces con Fiama. Al día siguiente, se levanta hecho unos zorros: "La he liado, la he liado, ¡el daño que puedo hacerle a Lucía! Se va a sentir súper defraudada conmigo, va a decir que no valgo un duro". Y añade, al borde del llanto: "Ha salido el auténtico Manuel, he sido yo. Nunca pensé que fuera a meter la pata. Fallé a Lucía, pero también a Stefany porque le dije que no había nada que hacer con Fiama". El tío llora y ya no sabe ni por quién. Por Lucía y por todas. Empatía se llama. 

La hoguera de los chicos, con Manuel destrozado por sus besos con Fiama. Mediaset

Se rompe con Stefany, que le dice que no se preocupe que ella va a estar ahí pase lo que pase, se quita la pulsera que le regaló Lucía -memorable la frase que le dice Jesús: "Quítatela, así tienes un poco de conciencia"- y esa noche le reprocha a Fiama, otra vez con alcohol de por medio: "¿A ti te dan igual los besos?". Sí, Manuel, a ella y a ti. "Entre Fiama y yo hay chispa, algo que está a punto de explotar", suelta el menda. Y, claro, se vuelve a besar con Fiama y salta la alarma: "Al final va a ser verdad y soy Maluma". Y se rompe de nuevo: "La he liado mortal, pero la he liberado a ella en cierto modo (a Lucía). Ella se va a dar cuenta de que merece a alguien mejor". ¡Es de traca! 

La "porquería" de Manuel

Esperen, que llega la hoguera. Manuel se desahoga con Sandra: "Le he vuelto a fallar, seguramente la pierda. He reventado la relación. Son muchos sentimientos contradictorios. No quería hacerle daño, pero me ha salido. No he pensado en nadie, solo en mí. Creo que ella no ha disfrutado y se ha estado acordando de mí". Ve las imágenes de Lucía con Carlos, y se pone gallito: "Me he llevado una sorpresa, parece que se lo está pasando bien. La he visto bailando, cuando no baila nunca. Pegada por detrás... Yo he soltado un beso, pero a ella la he visto en una actitud muy echá para adelante. La he visto tontear. Creía que iba a estar más parada". Ojo al pedazo de morro que tiene el señor. 

Y añade: "Se contradice, habla cosas malas de mí, pero cuando escucha la alarma le entra el miedo. Yo la he querido, la quiero y la querré siempre, a pesar de todo. Carlos (su tentador) tiene que nacer como tres o cinco veces para tener la cara que tengo yo". De verdad que no he podido odiarlo más este jueves. ¡Menos mal que ha venido Lucía y le ha cantado las cuarenta! Se ha quitado la venda de los ojos, ha roto con ese ser y ha quemado en la hoguera las alianzas de Manuel. No es para menos después de lo que ha visto. La pobre solo ha dicho estos días con respecto a Carlos lo que sigue: "Voy a estar más a gusto con él y me voy a reír más. Yo quiero que Manuel me vea y sienta el miedo que siento yo. Carlos me ha ganado con su forma de ser". 

¿Se merecía Lucía esto de Manuel? NO, Manuel es tóxico. "Estoy un poco más tranquila, venía con miedo. Me he relajado, pero quiero ver cómo está actuando. Me dolería que se dé un beso con alguien o que diga que tiene ganas". Hecha un manojo de nervios, ve las primeras imágenes del beso con Stefany: "No voy a llorar más. Es patético. No me lo esperaba, no me quiere, es su naturaleza". Y sigue: "Solo piensa en lo que tiene entre las piernas". Cuando ve el beso con Fiama: "Sabía que había otro. Es un mierda. Él es más porquería que yo. Valgo más que él; yo no le he faltado el respeto nunca". Hay más imágenes, pero no quiere ver más: "No quiero verlas". Se arranca las joyas que le regaló él: "Todas las mierdas de él, dos pulseras y un anillo, no quiero porquería en mi cuerpo que tenga que ver con esta persona. He vivido una mentira y no voy a perder un minuto más". 

Jesús 'El forzado' y Marina 'La loba'

Jesús y Marina. ¡Vamos allá! Ella ya no se esconde con Isaac. ¿Lo hizo alguna vez? La tensión sube y sube. ¿Más? "Yo no quiero hacerle daño a Jesús", dice ella, para añadir sobre Isaac: "Pero él me provoca tanto, tenemos las hormonas por los aires. Me siento como si fuera mala, que estoy haciendo muchísimo daño". Inciso por aquí: hombre, Marina, amor, algo de mala sí estás siendo. Mala y "loba", como te defines tú. Isaac, un crack del amor, por ser finos, le hace ver: "Demasiado te estás controlando. Pero con un beso no me conformo yo..." Y más tarde confiesa a cámara: "Con Marina voy a tope, tengo unas ganas de locos". Ni lo jures. "Si quieres dormimos juntos, sin problema. Dormir, ¿eh?", le susurra ella. Y duermen, solo duermen. "Me dio un chispazo y tuve que volcar la foto de Manuel, como que me estaba vigilando", dice ella. 

Jesús en la hoguera enfrentándose a las imágenes de Marina con Isaac. Mediaset

 

Madre de Dios. Y Jesús, ¿qué? Pues ahí, a sus cosas. Nahia no le gusta, pero tampoco Stefany. Se fuerza y esfuerza, penosamente. Me da un poco de pena. Stefany, a la que Manuel le ha dado la espalda, se queda con las migajas de Jesús: "Voy a darle una oportunidad". Y él, creyéndose Brad Pitt por un segundo, se crece... y se desinfla de la peor de las maneras: suplicándole un beso: "¿Tú eres capaz de besarme ahora mismo?". Luego dice que surgió. No, Jesús: lo provocaste. Para que sonase la alarma... y Marina la oyera. Triste, muy triste. Han criticado en las redes a Jesús por ese beso. Fíjate que para mí no tiene importancia ninguna, porque no hay verdad. Ni voluntad. 

Ni un ápice de sentimiento. Eso no llega ni a desliz. ¿En serio lo estáis poniendo a la altura de Marina? Eso es injusto. "No lo he hecho por despecho, me dejé llevar más de la cuenta. Siento que he fallado", se miente a sí mismo Jesús en la hoguera. Al ver las imágenes, muy fuertes, de La Loba se le cambia la cara: "Sinceramente, me lo esperaba, sé que irá a más, pero a nadie le gusta ver estas imágenes. No la reconozco. Ella me dice que nunca se arrima a nadie. Yo no veo ahí márgenes". Y dice claro: "Amor no siente, atracción sí". Y suelta su speech: "Se te saltas tus propios valores, ¿de qué sirves? Yo no he venido aquí a un partido de tenis". Jesús, cariño mío, bébete la vida. ¡Despierta! ¡Haz como Lucía! 

Marina sorprendida por el comportamiento de Jesús. Mediaset

Ojo, que Marina en la hoguera, ya no se corta: quiere ver a Jesús liándose con todas para ella resarcirse de sus pecados: "Espero que haya tenido conexión con las chicas para yo sentirme un poco mejor". Esta tía es una fenómena. Cada día siento más admiración por ella. Y no es ironía: esta noche he reflexionado que si todos fuésemos más Marina y menos Jesús seríamos inmensamente más felices. "Estoy blanca, no veas cómo juegan, con morreos. Por una parte, me siento más liberada, ya no me voy a tapar más", dice Marina al ver el vídeo de Jesús.

Él juega sin sentir, SIN SENTIR, y ella se crece: "Toda la vida con una mochila atrás que llevo... y mira". Ella se escandaliza porque Jesús dice que le gustan las chicas con los pechos operados. ¿Tanto malo hay ahí? "Él me ha llegado a decir que si me opero el pecho, me dejaba", suelta Marina. No es verdad, no te creo: está mintiendo para sobrellevar su vergüenza. Y de paso, arañar algún voto feminista por ahí. 

Hugo me gusta, Raúl me aburre

Y, bueno, más cosas de los demás, que me interesan bastante menos, todo hay que decirlo. En la hoguera de esta semana, me ha emocionado Hugo. Repito lo mismo que hace unos días: junto con Jesús demostrarán ser los más sensatos. Al ver a su chica tontear y decir que le faltan emociones en la pareja, se rompe, con autocrítica incluida: "Me siento más enamorado, la quiero un montón y no quiero verla llorar. Deseo que se lo esté pasando de maravilla, pero que no se olvide de mí. Sé que no es feliz, porque no lo estoy haciendo bien. Estoy enamorado de esa tía y estoy dándome cuenta aquí. Ella se está dando cuenta al revés. Tengo miedo. Yo tenía esa locura que todos tuvimos, pero llegó ella y me cambió la vida cien por cien. Nunca voy a hablar mal de ella. Ella es todo". No me digan que no es mono.

De Diego no me creo nada: asomará la patita. "Siento que no reconozco a Lola. De ella siempre destacaba sus virtudes, que me respetaba, pero veo que es un poco falsa. Me siento engañado". Vale, sí, Lola está perdida con Simone, pero, ¿y tú, Diego, con Carla? "Me pones tenso y nervioso. No te miro por eso. Hay tensión sexual", le dice. Ay, la teoría del embudo ancho y estrecho. Y de Raúl, qué decir. Que me da pereza. No puedo decir más. Claudia tiene el cielo ganado y espero que le dé una oportunidad a Tony, aunque ya lo han vetado para la próxima cita, con El collar del veto. Claudia se ha molestado porque le lamen el cuello a Raúl: "Si él juega, jugaré yo también". Pues hija, juega, a ver si así destacas algo. Pídele consejo a Marina, tiene un máster en esto

[Más información: Manuel, un pecador que se ríe de todas, el cruel pasado de Marina y un embarazo en Tentaciones]

Noticias relacionadas