Acaba una semana de plusvalías y 'dumping'. Los españoles aprenden términos económicos a pasos forzados. En la crisis del 2008/2015 aprendieron el concepto de "prima de riesgo", un familiar lejano que nos visitó y se quedó unos añitos en el salón de la casa asomado al televisor. ¿Recuerdan?

Esta semana hemos recibido a Doña Plusvalía y Don Dumping. Vinieron a la hora de la merienda como hacían antes las amistades. Entonces era costumbre avisar si se iba a ir a ver a una familia para que diera tiempo a preparar algo con que agasajar a los visitantes (a ser posible chocolate a la taza con magdalenas caseras). Era de mala educación presentarse sin avisar.

Cómo gente educada la pareja plusvalía/dumping venía avisando de sus visitas.

Doña Plusvalía lo hizo en 2017 y en 2019 cuando el Tribunal Constitucional (TC) indicó que el impuesto municipal sobre plusvalías inmobiliarias era inconstitucional y había que reformarlo. Por eso, se presentó con ocasión de su sentencia de inconstitucionalidad.

Don Dumping también estaba avisando. Unos opinan que era porque la presidenta de la Comunidad de Madrid despierta la envidia, dentro y fuera de su partido, por sus políticas liberales. Otros, porque sus impuestos bajos perjudican a otras autonomías.

A Doña Plusvalía el Gobierno la ha agasajado en su visita con un Decreto Ley que regula el vacío legal que dejó la sentencia del TC.

Al declarar inconstitucional el sistema de cálculo de su impuesto, y no haber una regulación sustitutiva, no se sabía si había que pagarlo y, en su caso, en base a qué criterio abonarlo.

La solución adoptada parece razonable: que el contribuyente elija si pagar ese impuesto por la plusvalía real (la diferencia positiva entre el precio de venta menos el de compra) o los coeficientes que marca el ayuntamiento por el paso de los años. Con ello se respeta el criterio de "ampliación de la capacidad económica" del contribuyente. Si se aumenta esa capacidad se paga, si no se aumenta no. Chocolate a la taza. Espesito, calentito y agradable.

Pero las magdalenas caseras que lo acompañan no son tan apetecibles. Según el TC las personas que no hayan reclamado por pagos excesivos en la liquidación del impuesto anteriores a la fecha de la sentencia de inconstitucionalidad ya no podrán hacerlo ¿Razonable? ¿En base a qué principio jurídico? Eso llevará consigo acciones judiciales. No ante los Tribunales españoles, puesto que el TC es su máximo órgano. Pero sí ante la UE. Ya veremos qué dice Estrasburgo. Va a ser un lío jurídico propio de una chapuza. El TC no se ha atrevido a hacer un agujero fiscal a los Ayuntamientos. Pero a cambio ha creado una inseguridad jurídica de naturaleza europea.

Lo de Don Dumping tiene gracia. Su último aviso ha sido a través del Sr. Urkullu, el lehendakari. ¡Error! Pero ¿cómo se puede quejar de Madrid el presidente de la autonomía con el sistema más singular y anacrónico de toda España? Estoy seguro que Urkullu defenderá su sistema foral del cupo a capa y espada. Su último argumento sería que es constitucional ¡Toma, como el de la Sra. Ayuso!

Pero ¿cómo se puede quejar de Madrid el presidente de la autonomía con el sistema más singular y anacrónico de toda España?

Utilizar la palabra dumping, que suena a enredo, maniobra o trampa, es propio de campañas descalificadoras muy usadas en la política española. Buscar un apelativo que haga parecer malo lo que hacen otros.

El dumping es la utilización de instrumentos fiscales o de otro tipo para hacer competencia desleal a otros y causarles daño. Presupone que los otros no se pueden defender porque no pueden utilizarlos. Lo que en este caso no es verdad. Todas las autonomías pueden hacer con sus impuestos lo que hace la Sra. Ayuso en Madrid. Además ¡quién ha dicho que eso es malo para otros! Si Madrid crece lo hacen también las demás que están interrelacionadas económicamente con ella. Madrid compite con Londres, París, … y si atrae inversiones es bueno para toda España.

Las visitas de Doña Plusvalía y Don Dumping han sido ruidosas. Pero no han sido las únicas. La de la contrareforma laboral también nos ha visitado. De momento no ha pasado del recibidor. En las próximas semanas pasará al salón ¿Habrá gresca?