Entre las dos compañías suman más de 4.000 millones de euros de inversiones previstas en infraestructura eléctrica para el próximo trienio. Pero, además, en ambos casos han abierto la puerta a ampliar sus aportaciones si se eliminan los topes regulatorios existentes y si se mejora la remuneración que reciben por esta actividad.

Endesa destinará 1.900 millones de euros netos (2.800 millones brutos) para redes de distribución hasta 2026, "aunque pendientes de una mayor visibilidad sobre la revisión regulatoria", advirtió José Bogas, CEO de la empresa, en su discurso ante accionistas. "Es preciso que se agilicen los trámites y que se retribuya el capital de forma razonable, garantizando la recuperación de costes incurridos y reconociendo las inversiones realizadas", denunció.

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Iberdrola, que tiene prevista una partida de unos 2.150 millones de inversión neta en las redes españolas hasta 2026, mostró su "confianza" en que el Gobierno coloque su desarrollo "como una de las principales prioridades de la transición energética". Además, solicitó que se cuente para esta actividad con un "retorno similar al de otros países".

La actual tasa de retribución a las eléctricas en España, contemplada para el periodo regulatorio 2020-2025, está fijada en un 5,58%. Mientras, países como Alemania, Grecia, Italia, Irlanda, Estados Unidos y otras regiones de Latinoamérica disponen de tarifas que rondan valores de entre 7% y 9%.

Desde el sector eléctrico reclaman una tasa similar, que tenga en cuenta el incremento de la inflación y de los tipos de interés que se registra en los últimos años, así como el requerimiento de inversión en redes que supone la estrategia energética nacional.

En este sentido, Armando Martínez, CEO de Iberdrola, aprovechó la presentación de las cuentas trimestrales de la compañía para destacar que durante las conversaciones con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), organismo regulador, se ha hecho hincapié en que será imprescindible realizar una "enorme inversión" en redes para el próximo periodo de retribución.

Adicionalmente, la infraestructura de distribución cuenta con un límite máximo de inversión correspondiente al 0,13% del Producto Interior Bruto (PIB), excluyendo las inversiones relativas a la digitalización. Las eléctricas insisten en que se trata de un tope carente de sentido. 

"En otros países, no sólo no se imponen restricciones a la inversión en redes eléctricas, sino que se hacen esfuerzos por configurar un marco favorable para estas inversiones", denunció la semana pasada la patronal Aelec (que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP).

"La propia Comisión Europea, consciente de la necesidad de acelerar el despliegue de esta infraestructura, ha presentado recientemente su Plan de Acción para las Redes Eléctricas, para asegurar que Europa cuente con una infraestructura de red moderna que permita tanto a consumidores como a empresas beneficiarse de una energía más barata y limpia. Para lograr este objetivo, la reforma europea de diseño de mercado plantea la necesidad de reconocer las inversiones anticipadas", recordaba en un comunicado.

La demanda industrial, el almacenamiento y los centros de datos se encuentran actualmente a la espera de la concesión del acceso y conexión que necesitan para el desarrollo de su actividad en España.

Pérdida de industria

Hoy en día hay casi 6.000 megavatios (MW) de solicitudes de conexión a la red que no han sido consideradas, un 15%-20% de incremento de la demanda nacional. Las eléctricas advierten de que de no impulsar el desarrollo de la red en los términos que exige el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), España corre el riesgo de que toda esta demanda se marche a otros países europeos con fuertes planes de inversión en redes.

José Bogas hizo alusión el miércoles, precisamente, a las dificultades que tiene el país para dar respuesta a la enorme demanda de centros de datos. "Estamos hablando de una industria que ve en España un lugar ideal para crecer de forma significativa, pero la falta de capacidad de la red no permite llevarlo a cabo", recalcó.

En este sentido, el consejero delegado de Endesa aseguró que mientras que en Irlanda el consumo eléctrico de los centros de datos se sitúa próximo al 20% del total de la demanda, en España supone solamente el 0,2%.

La tercera de las grandes distribuidoras de España, Naturgy, comparte el mismo frente. De hecho, la semana pasada Francisco Reynés, presidente de la compañía, también aprovechó su intervención en la IV edición de Wake Up Spain! para reclamar un aumento de "la capacidad de invertir en estas infraestructuras y proveer de esa capacidad a la enorme demanda que ya existe".