Economía

El crecimiento del PIB baja 4 décimas en 2019, al 2 %, según Banco de España

20 diciembre, 2019 15:15

Madrid, 20 dic (EFECOM).- El deterioro exterior y la pérdida de dinamismo de la demanda interna han ralentizado el crecimiento de la economía española al 2 % en 2019, según el cálculo avanzado este viernes por el Banco de España, que supone cuatro décimas menos que en 2018 y es una décima inferior a lo previsto por el Gobierno.

En su informe trimestral, la entidad calcula que el PIB creció el 0,4 % en el último trimestre del año y avisa de que la fase expansiva de la economía se vería reforzada con la constitución de un Gobierno estable que adoptara políticas orientadas a la corrección del déficit público estructural y a retomar las reformas necesarias para aumentar la productividad de la economía y su capacidad de creación de empleo.

El Banco de España apunta que el déficit público se habría mantenido igual al del año anterior (2,5 % del PIB), lo que se explicaría principalmente por el mayor gasto en la revalorización de las pensiones, en la subida salarial para los empleados públicos y en la recuperación del subsidio para desempleados mayores de 52 años.

El empleo habría crecido en 2019 al mismo ritmo que la economía (2 %), lo que supone una estabilización del ritmo de creación neta de puestos de trabajo en tasas más bajas a las registradas en 2018.

La entidad explica que la desaceleración del crecimiento en 2019 ha sido consecuencia del empeoramiento del contexto exterior y de la pérdida de dinamismo de la demanda nacional, derivada del agotamiento del consumo de bienes duraderos, que quedó postergado durante la crisis y de la incertidumbre que afecta sobre todo a la inversión empresarial.

No obstante, el avance de la economía se ha seguido apoyando en la demanda interna (consumo e inversión) que aporta 1,7 puntos del crecimiento, mientras que la demanda exterior (exportaciones e importaciones) contribuye con 0,3 puntos.

En el cuarto trimestre del año la aportación de la demanda externa también fue positiva -tras un tercer trimestre en negativo-, gracias a la recuperación de las exportaciones y a una cierta desaceleración de las importaciones.

La demanda nacional registró un avance más moderado sustentado por el consumo de los hogares, algo más cautos en sus decisiones de gasto -como refleja el repunte del consumo-, pero favorecidos por la fortaleza de la creación de empleo y el crecimiento de los salarios reales.

Las rentas de las empresas comienzan a mostrar un menor dinamismo, lo que resta empuje a la inversión empresarial a pesar de que las condiciones financieras siguen siendo holgadas y las compañías continúan con su proceso de desendeudamiento.

La inversión residencial habría repuntado en el último tramo del año, tras el retroceso de tercer trimestre.

La información disponible apunta a una recuperación de las exportaciones, aunque condicionadas por la debilidad del comercio internacional, mientras que las importaciones se moderan por la desaceleración de la inversión en bienes de equipo.

De las exportaciones de servicios destaca que el gasto turístico continúa avanzando a pesar de la caída en los últimos meses en las llegadas de visitantes extranjeros por la recuperación de destinos competidores en el Mediterráneo como Turquía.

Por el lado de la oferta, subraya que comienza a repercutir sobre la actividad del sector servicios el deterioro de la actividad industrial, que se ve afectado por la debilidad del comercio internacional y las perspectivas desfavorables del entorno exterior.

Como ejemplo de la relación de ambos sectores, la entidad señala que el 20 % de las ventas de los servicios de transporte, comercio al por mayor o consultoría van destinadas a la industria manufacturera.

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