Economía

Renault retrasa su decisión sobre la fusión con FCA a petición del Estado

6 junio, 2019 00:51

París, 5 jun (EFECOM).- El Consejo de Administración de Renault no se pronunció finalmente este miércoles sobre la propuesta de fusión lanzada por el grupo Fiat Chrysler (FCA), tal y como estaba previsto, a petición del Estado francés, principal accionista de la compañía.

Tras más de cinco horas de reunión, el grupo francés envió un escueto comunicado en el que notificaba del retraso de la decisión a petición del Gobierno.

"El Consejo de Administración no ha podido tomar una decisión debido al deseo expresado por los representantes del Estado francés de aplazar el voto a un consejo posterior", indicó la nota.

La decisión sobre una fusión a partes iguales con el grupo italoestadounidense se esperaba este martes, cuando el Consejo de Administración informó ya de un primer aplazamiento.

El pasado 30 de mayo, el consejo de Renault avanzó su decisión de estudiar "con interés" la posibilidad de esa fusión, que se había filtrado días antes a la prensa, y que según sus primeras impresiones lo reforzaría industrialmente y sería "generador de valor adicional para la alianza" con Nissan y Mitsubishi.

La posición de Nisan y de Mitsubishi es uno de los elementos de conflicto en las negociaciones.

Los japoneses han mantenido una actitud fría ante la propuesta de FCA, y el CEO de Nissan Motor, Hiroto Saikawa, consideró este lunes que pese a las nuevas oportunidades de negocio la fusión "alteraría significativamente la estructura" de la compañía francesa.

Por su parte, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, justificó este miércoles el aplazamiento de la decisión de Renault sobre su fusión con el grupo FCA para poder establecer las condiciones fijadas por ambas partes.

En una entrevista en la emisora "RMC", Le Maire insistió en que el Estado, primer accionista de Renault con el 15 % de su capital, "vela con firmeza por los intereses industriales de Renault y Francia".

"Queremos hacer esta fusión pero no con cualquier condición (...) sino con la condiciones que hemos fijado. Tomaremos el tiempo que haga falta", dijo.

Primero, para Francia es un requisito que la fusión "se haga en el marco de la alianza entre Renault y Nissan" que "hay que consolidar", añadió.

También que se conserven los centros industriales y los empleos en Francia (donde Renault tiene 48.600 trabajadores) y que el Estado francés tenga representación en el consejo que resultaría de la fusión.

El ministro dijo igualmente que quiere que se mantenga en Francia una sede operativa de la nueva sociedad, que podría ser la de las actividades en Europa, aunque la nueva empresa estaría domiciliada en Holanda, como ocurre con Airbus precisó.

La última exigencia del Gobierno francés ha sido que la compañía que salga de la unión participe en el proyecto que han puesto en pie París y Berlín para la concepción y fabricación de baterías para los coches eléctricos, de forma que no haya que depender como ahora de los proveedores asiáticos.

Entre las cuestiones más espinosas se encuentra la valoración de Renault y FCA para formalizar una fusión entre iguales. El peso de FCA en Bolsa está por encima de Renault, 18.000 millones de euros frente a los 16.000 millones del segundo.

Los accionistas de FCA apuestan por conceder a los tenedores de títulos un dividendo excepcional de 2.500 millones de euros de cara a la fusión, con lo que su valor seguiría quedando por encima de los 13.700 millones de euros que valía Renault antes de que se anunciase el proyecto de fusión.

Sin embargo, del lado francés, saben que si bien su posición en bolsa se ha debilitado por el escándalo de la detención de Carlos Ghosn (ha perdido un 32 % en un año), la situación financiera de la compañía francesa es mejor que la italiana, con un margen de maniobra más amplio que Fiat, que cuenta además con un mayor retraso en la producción de vehículos eléctricos.

La propuesta de FCA contempla que la compañía fusionada esté legalmente domiciliada en Holanda, un país neutro pero sobre todo muy favorable en cuanto a fiscalidad. No obstante, sus acciones cotizarían en las bolsas de París, Milán y Nueva York.

El grupo italoestadounidense dice esperar sinergias anuales superiores a los 5.000 millones de euros de un conjunto cuya capitalización bursátil debería superar los 30.000 millones y que vendería 8,7 millones de vehículos.