Andrea Fernández Plata. Foto: Mei Morales González

Andrea Fernández Plata. Foto: Mei Morales González

Letras

'Jarroa', de Andrea Fernández Plata: regreso a la eterna isla de su infancia

La narradora de esta historia, que destaca por su alto voltaje poético, vuelve para comprobar que le es imposible desarraigarse de su tierra.

31 marzo, 2024 03:47

De Andrea Fernández Plata (Isla de Arosa, 1985) se sabe que estudió Comunicación Audiovisual en Madrid y que (así lo explica la nota biográfica del libro) trabajó como periodista en El Faro de Vigo, haciendo entrevistas y viajando en barco para degustar mejillones" [sic]. Ahora, además, descubrimos gracias a Jarroa que es una estupenda narradora, dueña de una prosa de alto voltaje poético ("yo, isla completa, me voy en busca de otros mares", p. 11; "Cristina vio que las rosas perdían abrigo sin ser invierno", p. 92).

Jarroa

Andrea Fernández Plata

Caballo de Troya, 2024. 153 páginas. 15,90 €

La protagonista innominada de este libro de autoficción regresa a su isla natal para comprobar que le es imposible desarraigarse de su tierra. Como si del poema "La ciudad" de Cavafis se tratara, cada empeño por alejarse lleva escrito una condena, porque la isla (sus gentes, sus olores, sus paisajes, sus recuerdos) siempre va con ella. Por eso regresa, porque "el futuro me ha devuelto como devuelve la marea lo que no le pertenece", p. 14.

En la isla, unida a través de un puente con la provincia, no se barre ni se silba de noche, para no llamar al trasno y sigue aún, escondida, la niña que la narradora fue, y las mariscadoras entre la espuma del mar bravío, o Nelita, la prima que volvió a casa después de muerta y que, cuando vivía en el continente y la tristeza era demasiado grande, se escribía cartas porque era la única persona de su ínsula que tenía cerca. O Cristina y su abuela, que cuando vinieron mal dadas se perdieron mar adentro, con una pequeña maleta y sin un lamento.

Fernández Plata ofrece, pues, un conmovedor libro de recuerdos que embrujan como si su autora, primeriza, hubiese hecho un conjuro y embrujado al lector.