Corría la jornada 28 de la Primera División española en la temporada 2018/2019. El Real Valladolid llegaba al País Vasco con una racha de cuatro encuentros consecutivos conociendo únicamente la derrota. El 17 de marzo de hace cuatro años, los de Sergio González, entrenador por aquel entonces, protagonizaron una remontada histórica y de infarto que todavía a día de hoy se recuerda.

En apenas dos minutos, en el 91 y el 93, ya con el partido casi finiquitado, voltearon el marcador para llevarse la victoria después de ir perdiendo desde el 54. Este viernes, a las 21:00 horas, el Pucela regresa a este estadio con el mismo objetivo, llevarse la victoria.

Hablamos del SD Eibar 1-2 Real Valladolid. Un partido que supuso abrir una brecha con los principales perseguidores en la clasificación para alejarse del descenso. Daniele Verde, de penalti en el 91, y Sergi Guardiola, en el 93, lograron remontar un encuentro con unos aficionados pucelanos totalmente infartados y en estado de éxtasis tras el segundo gol.

Durante el partido, las ocasiones se sucedieron para ambos equipos, con la balanza levemente decantada para los vascos. Óscar Plano, Enes Ünal y Sergi Guardiola protagonizaron las mejores ocasiones para los visitantes. En el minuto 54, el chileno Fabián Orellana, que años después se convertiría en jugador del Pucela, puso tierra de por medio para los de Sergio González tras culminar una jugada a placer y casi a portería vacía.

Las noticias no eran buenas para los de Pucela entonces. Las cuatro derrotas previas, con goleada en contra incluida ante el Real Madrid en la jornada anterior, suscitaban las peores noticias para aficionados y equipo. El desánimo se apoderó por completo y una crisis a falta de 10 jornadas parecía acercarse.

Sin embargo, el destino tenía preparado una sorpresa para los de Valladolid. En el minuto 90, en un balón en largo que peleó Óscar Plano, el guardameta local, Marko Dmitrović, propinaba un pisotón al atacante del Pucela. El árbitro, que tuvo que acudir a la pantalla tras ser llamado por el VAR, castigó con la pena máxima.

El italiano Daniele Verde no falló desde los 11 metros. El Pucela ponía las tablas en el marcador al límite del final del partido y parecía, de alguna manera, salvar los muebles. Pero esto no acababa aquí... dos minutos más tarde, el atacante Enes Ünal presionaba en medio campo al lateral zurdo Cote, que se vio obligado a hacer una mala entrega a su compañero de la zaga Anaitz Arbilla, que fue aprovechada entonces por Sergi Guardiola.

El delantero blanquivioleta robó el balón, puso rumbo a la portería con total decisión y a la carrera, y, tras golpear con el exterior al lado derecho de Dmitrović, el balón se colaba llorando en las redes locales. Era el minuto 93 y la euforia se desbocaba entre la parroquia pucelana. La alegría era máxima tras un final de infarto que supuso dar la vuelta a la tortilla y una bocanada de aire fresco en una clasificación que estaba apretadísima.

Más de cuatro años después, este partido aún se suele recordar a buen seguro entre los seguidores del Real Valladolid. Este viernes, a las 21:00 horas, los blanquivioletas regresarán a Ipurúa con el objetivo de continuar arriba en la clasificación y en esa lucha por el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.

Pucela y Eibar se han enfrentado hasta en 15 ocasiones a lo largo de su historia, contando tres competiciones: Copa del Rey, Segunda División y Primera División. El balance es muy halagüeño para los pucelanos, que se han llevado siete victorias a favor, frente a las cuatro de los azulgranas, mismo número de veces que han empatado.