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Las emociones positivas podrían reforzar la memoria de los bebés

28 noviembre, 2014 16:48

Todos los expertos en desarrollo infantil recomiendan fervorosamente que padres y madres jueguen y hablen, estimulen, a sus bebés, cuando ni siquiera hablan. Y lo hacemos, a pesar de que muchas veces nos preguntamos si serán capaces de recordar todas estas muestras de afecto al día siguiente. Al menos de forma consciente. Un nuevo estudio acaba de aportar nuevos indicios para que no dejemos de hacerlo.

Investigadores de la Universidad Brigham Young (Estados Unidos) han sugerido que los bebés son más propensos a memorizar algo si existe una emoción positiva o estímulo positivo que acompañe a esa acción. El estudio se ha publicado en la revista Infant Behavior and Development. Si bien la mayoría de estudios sobre desarrollo infantil acostumbran a examinar la percepción de los más pequeños con respecto a las emociones, es la primera vez que se estudia cómo estas emociones influyen en la memoria.

Lo positivo se recuerda

A pesar de que los bebés de 5 meses no pueden hablar (ésta fue la edad de los bebés del estudio), existen numerosas vías a través de las cuales los investigadores han podido analizar cómo estos responden a los exámenes. En este estudio en particular, observaron los movimientos de sus ojos y la cantidad de tiempo que permanecían mirando imágenes determinadas.

Los bebés se encontraban frente a un monitor que colgaba de una pared cerrada y fueron expuestos a una persona que, desde la pantalla, hablaba con ellos con diferentes tonalidades de voz: feliz, neutral o enfadada. Inmediatamente después de la exposición emocional, se les mostró una forma geométrica.

Para examinar su memoria, los investigadores hicieron pruebas de seguimiento 5 minutos más tarde y de nuevo un día después. En la prueba de seguimiento, a los bebés se les mostraron dos formas geométricas de lado a lado: una completamente nueva y la original del estudio. Luego, los investigadores registraron las veces que el bebé trasladaba la vista de una imagen a la siguiente, así como cuánto tiempo dedicaba a cada una de ellas.

Tras el análisis de los resultados, los expertos descubrieron que la memoria de los bebés no mejoraba si la forma geométrica se había emparejado con una voz negativa. Por el contrario, mostraban un desempeño significativamente mejor a la hora de recordar formas geométricas unidas a voces positivas.

Los investigadores creen que el afecto positivo intensifica el sistema de atención y excitación de los bebés. Aumentando esos sistemas, los bebés aumentan su capacidad de procesar y, quizás por eso, recuerdan la figura geométrica a la que estuvieron expuestos.

Fuente | Universidad Brigham Young

Imágenes | BYU Photo (Mark A. Philbrick)