Entrevista

Virginia Pozo, fundadora de Coosy: así ha convertido su firma en un referente para invitadas (y españolas con estilo)

Es la historia de una vocación que nació entre hilos y retales y que hoy se ha convertido en una firma que viste a mujeres con elegancia, emoción y propósito.

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Entre hilos, agujas y retales nació una vocación que, con los años, se transformaría en una firma de moda que hoy es imprescindible en los armarios femeninos. En la cabeza y el corazón de Virginia Pozo, diseñadora y CEO de Coosy, la creatividad siempre ha tenido forma de puntada, de dibujo trazado en cualquier lugar, de intuición cultivada entre la sensibilidad y el trabajo. “Mi madre era funcionaria, pero aparte tenía una tienda-taller. En la primera planta se encontraba el atelier en el que se dedicaba a madrinas, novias y a todo ese universo. Yo pasaba allí los veranos. Subía a coger bajos, a descoser, a deshilachar… me encantaba”, expresa con claridad y poniendo en valor los recuerdos que fueron los cimientos del gran sueño.

Foto uno de Virginia Pozo con el look uno
Foto uno de Virginia Pozo con el look uno

La diseñadora luce el modelo Russel en beis y negro con estampado de cuadros. La chaqueta y la falda transmiten sofisticación.

De esa infancia, entre tejidos y patrones surgió una diseñadora que, paradójicamente, marcó primero en su hoja de ruta la casilla de Derecho y Ciencias del Trabajo. “Mi madre prefería que estudiase algo más formal. Yo era empollona y ella decía que tenía que estudiar”, rememora. Pero la vocación, silenciosa, esperó su momento. “En realidad, mi pasión siempre fue montar algo propio, pero Derecho me sirvió de base”, explica.

Foto uno de Virginia Pozo con el look dos
Lleva un chaleco y una gabardina multicolor de Coosy.
Foto uno de Virginia Pozo con el look dos

Tras cursar un máster en Asesoría Jurídica Internacional de Empresas, comenzó a trabajar en un banco. La vida profesional parecía encaminarse hacia un futuro estable, pero poco inspirador. En la mente de Virginia seguía con letreros luminosos la palabra Moda. “Era una época de crisis, con un ambiente interno horroroso. Querían que me quedara, pero aquello no me gustaba. El cambio llegó cuando creé una página web cuando nadie la tenía. Me dijeron que tardaría seis meses en hacer la primera venta… y en la primera hora ya había conseguido una”, cuenta Pozo. Ese clic fue el punto de inflexión: “Salía del banco a las siete, llegaba a casa y por la noche me ponía con los pedidos. Hasta que tuve que tomar la decisión de elegir un camino concreto”.

Foto uno de Virginia Pozo con el look tres
Foto dos de Virginia Pozo con el look tres
La diseñadora con vestido ST.039 marrón.

Todo empezó como una plataforma multimarca, con prendas importadas de Corea. “Conocí a unas coreanas estudiando en Estados Unidos; me mandaban ropa para vender aquí. Pero enseguida detecté el problema del tallaje: allí las chicas son menuditas, y aquí no encajaba igual. Empecé a adaptar los modelos en España, y eso fue, en parte, la clave del éxito”.

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Fue su primo quien dio con el nombre: Coosy. “Decía que tenía que empezar por ‘co’, como Coca-Cola, que eso era sinónimo de éxito. Jugando con el inglés y la palabra cozy -coqueto-, surgió la marca”. Tras aquel fortuito momento nació una marca que se ha convertido en sinónimo de elegancia asequible, diseño fresco y producción responsable.

Foto tres de Virginia Pozo con el look tres
Foto cuatro de Virginia Pozo con el look tres
“Nunca diseño nada que no me pondría. Pienso en las clientas. Mi mayor éxito es que la gente de la calle vista de Coosy”

- Virginia Pozo

Foto uno de Virginia Pozo con el look cuatro
Foto dos de Virginia Pozo con el look cuatro

Hoy contamos con 160 empleados y 25 tiendas en toda España, pero Virginia recuerda con nitidez la época en la que estaba sola: diseñaba, gestionaba pedidos, atendía a clientas y hacía balances. Ahora, desde el primer boceto hasta la última costura, impregna en Coosy toda su esencia y estilo: “Jamás diseño una prenda que no me pondría. Siempre pienso en mis clientas. Para mí, el mayor logro es ver que la gente común viste la firma”.

Ver a una mujer con diseños de su marca le sigue conmoviendo. “Me encanta cuando veo bolsas por la calle o cuando alguien me dice que ha ido a una boda con un vestido nuestro. Sobre todo cuando lo cuentan con felicidad. Estar presente en momentos importantes de la vida de las personas es muy emocionante”, añade la empresaria.

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Esa conexión emocional ha sido una constante en su trayectoria y una guía en la evolución de la marca: “Coosy ha madurado con nosotros, aprendiendo de los errores, evolucionando desde la humildad”. Ahora la prioridad no se centra tanto en la expansión, sino en mejorar la experiencia de compra. “Con la venta online lo intentamos hacer lo mejor posible, pero como el poder probarte en una tienda no hay nada. Estamos en el momento de mejora de las tiendas físicas”, cuenta.

Foto tres de Virginia Pozo con el look cuatro
Este vestido en color blanco, que fusiona diferentes tejidos y que tiene como protagonistas a los volantes tanto en la parte superior como inferior, pertence a la colección Yes I Do de Coosy.

La creatividad como forma de vida

A diferencia de muchos diseñadores que planifican en silencio cada colección, ella se deja guiar por la inspiración cotidiana: “No me siento ante una página en blanco. Voy viendo tejidos, los toco, los mezclo, dibujo cuando me viene la idea. Siempre llevo papel y bolígrafo conmigo”. Su proceso creativo es tan orgánico como su camino profesional. “La mayor parte de nuestra producción es made in Spain, también tenemos un porcentaje que se hace fuera porque aquí no llegamos en precios. Cuando empecé, los talleres estaban cerrando. Me decían que no iba a encontrar nada. Pero encontré y crecimos juntos: ellos con nosotros y nosotros con ellos. Somos una familia, un equipo que se ayuda en todos los sentidos”.

Foto uno de telas, materiales y dibujos

Esto se transforma en los valores sujetan las riendas de Coosy, y la parte social es algo que forma parte de la marca de la manera intrínseca. “No podemos crecer si no tenemos una parte social detrás. Es lo que me llena el alma y lo que me inspira cada día. Nos involucramos tras la dana, construyendo desde cero un colegio de niños con discapacidades que se quedó totalmente destruido. Coosy es alma, vida y corazón. Toda empresa tiene que tener un sentido social detrás. Es fundamental”.

Foto uno de Virginia Pozo con el look cinco
Virginia Pozo luce un total look de cuadros compuesto por camisa con los hombros marcados y pantalón con pliegues, fajín y bolsillos, perfecto para cualquier ocasión.
“Hemos cedido a APRAMP tejidos, reformado su tienda y formado en patronaje. Resulta muy gratificante”

- Virginia Pozo

Foto dos de Virginia Pozo con el look cinco
Foto tres de Virginia Pozo con el look cinco
Foto cuatro de Virginia Pozo con el look cinco

Para la gallega el compromiso con la sostenibilidad atraviesa cada parte del proceso: “No hay nada más sostenible que una prenda duradera. Nuestras producciones no son masivas. Cuidamos los tejidos, muchos con certificación eco, y también damos una segunda vida a los restos”. Esa segunda vida se materializa en su colaboración con APRAMP, la asociación que trabaja por la dignidad y reinserción de mujeres víctimas de trata. “Les hemos cedido tejidos, reformado su tienda, formado en patronaje. Es muy gratificante ver cómo aprenden un oficio y recuperan su independencia. APRAMP es la base de nuestra sostenibilidad”, apunta.

Ese sentido social se complementa con una mirada constante hacia la innovación. “Estamos utilizando inteligencia artificial para prever movimientos de stock y reforzar la sostenibilidad. La tecnología es hoy una herramienta clave para ser más eficientes y responsables”. Sobre el fenómeno del ultrafast fashion, Virginia se muestra firme: “Se están alzando voces contra eso porque hemos entendido que no es sostenible ni deseable. Tenemos que poner de moda la sostenibilidad. Que la calidad vuelva a ser aspiracional y que aprendamos a elegir. Pero también debemos ofrecer productos distintos, diferenciarnos desde el diseño, la calidad y la experiencia”.

Foto cuatro de Virginia Pozo con el look cuatro

Aprender, caer y levantarse

Su tono es sereno pero decidido, propio de quien ha superado turbulencias sin perder su esencia: “Antes de la pandemia íbamos a toda velocidad. Si no llego a frenar, me habría arruinado, porque para crecer hay que tener equipo y bases sólidas. Entonces no las tenía”. Ese parón forzoso fue, paradójicamente, una lección. “Aprendí el valor de la rentabilidad, que no conocía. Hasta entonces solo me guiaba por la intuición. Ahora Coosy crece de forma estable y al ritmo que marca el mercado”.

Ese equilibrio entre intuición y estructura define también a su comunidad de clientas. “La mujer Coosy es trabajadora, valiente y segura de sí misma. No hace falta estar en una oficina para trabajar: también se trabaja en familia, en la vida. Es elegante, sofisticada y positiva. Vive con energía y optimismo”.

La marca también se abre a nuevos formatos con su línea Studio, una propuesta más exclusiva y de autor. “Es una colección más alta, con menos unidades. Cada año la firmará un diseñador distinto. La idea es rendir homenaje a la costura de autor, a la moda que deja huella”.

Foto dos de telas, materiales y dibujos
Foto tres de telas, materiales y dibujos

La moda circular y los valores son pilares fundamentales que sostienen la marca. Esto se traduce en una colaboración con el proyecto #AlmaByAPRAMP que utiliza la moda como vehículo para crear nueva oportunidades para las mujeres víctimas de trata.

Para Virginia, el éxito no tiene que ver con números, sino con plenitud: “Para mí, es estar en paz. En lo profesional, seguir alcanzando metas y haciendo lo que nos gusta”.

Su historia es la de una mujer que decidió escucharse y construir un futuro a medida, puntada a puntada. La de quien cambió las normas de la oficina por la libertad del taller: “A esa niña que empezó en el banco le diría que sea intuitiva, que trabaje muchísimo, y después de trabajar, que trabaje un poco más. Que sea constante y que siempre quiera mejorar”.

Mirando al futuro, lo tiene claro: “Sueño con seguir creciendo, con tiendas más grandes, con más referencias, y con un pie firme en Europa. Pero sobre todo, con no perder nunca nuestras raíces ni nuestros valores”.

La conversación termina y Virginia sonríe. Frente a ella, los bocetos de la próxima colección esperan su turno. Sobre la mesa, los tejidos parecen ordenarse solos, como si recordaran el camino que los trajo hasta allí: desde aquel taller en la planta alta de su casa hasta los escaparates donde hoy tantas mujeres se reconocen. Porque Coosy, como su fundadora, no cose para vestir, sino para contar historias con hilo invisible que perdurarán para siempre en el tiempo.

Créditos
Maquillaje Rosa Navajas
Dirección creativa Julia Ramírez
Producción Lola Cuevas
© El León de El Español publicaciones S.A.