Entrevista

Miriam Giovanelli: “Amo a mis hijos, pero el amor a los amigos es el más generoso que existe. Hay algo animal”

Cercana y solícita, la actriz italo-española, que acaba de estrenar la serie Matices en SkyShowtime, reflexiona con Magas sobre el amor, el humor, la maternidad y la amistad.

Foto de Miriam Giovanelli para la cabecera de la producción de Magas
Créditos
Estilismo Bea Valdivia
Maquillaje y peluquería Carmen de Juan para Dior Beauty
Fecha de publicación:

Miriam Giovanelli es una orgullosa mujer romana. De padre italiano y madre española, se crio en el país transalpino, pero a los 10 años se instaló en Madrid, donde poco más tarde comenzaría una fructífera trayectoria como actriz que dura hasta estos días (y lo que queda).

Se formó en los sets de rodajes de series tan exitosas como Física o Química, donde interpretó a Lucía. Maduró en Velvet: ahí se metió en la piel de Patricia Márquez Campos. Y ahora brilla en Matices, la nueva ficción de SkyShowtime en la que da vida a Teresa Polan, una mujer que ha perdido a su hija y busca ayuda terapéutica para superar ese trauma. La flanquean otros actores de altura como Eusebio Poncela, Enrique Arce, Luis Tosar, Elsa Pataky, Hovik Keuchkerian y Juana Acosta.

Miriam es curiosa, observadora, pregunta constantemente, le gusta saber los detalles de las cosas y habla con dulzura, pero sentencia con firmeza. Giuseppe Verdi, paisano suyo por vía paterna, compuso en 1851 para su ópera Rigoletto una de las arias más machistas de la historia de la lírica. En ella dijo que “la donna è mobile qual piuma al vento” —“La mujer es cambiante como la pluma al viento”. Miriam Giovanelli es exactamente lo contrario a aquella persona tornadiza y mudable que dibujó el genio.

Foto uno de Miriam Giovanelli con el look uno

No tiene nada de cambiante, sus opiniones son sólidas y sus ideas, claras como el agua. Y hablando de colores casi transparentes, impacta en la conversación con ella no solo el color de sus ojos -los ojos: ¡qué cosa son!-, sino la forma en la que mira: hipnotiza, seduce, se toma su tiempo para responder, afina el tiro y lo clava. En su mirada habita el secreto de los matices: ese que ella cuenta que tenía que transmitir ante la cámara sin poder verbalizarlo.

Ese ha sido el mayor desafío para mí: interpretar lo que el personaje oculta. Enseñar que algo hay ahí detrás, pero no mostrarlo. Mantener un equilibrio entre lo que muestro y lo que no tengo que mostrar, pero tiene que verse que está ahí”, declara en su entrevista con Magas. Cercana y solícita, Giovanelli también reflexiona sobre el amor, el humor, la maternidad y la amistad. Lo que ella siente por sus amigos, indica, “es el amor más puro que existe”.

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Miriam, ¿hay algo con lo que usted no se atrevería en la interpretación? ¿Cuál es su límite?

Personalmente, no creo que deba tener límites en la interpretación. O sea, no debería tenerlos. Probablemente haya personajes que requieran desafíos mayores que otros. Pienso, sobre todo, en personajes más físicos, en los que haya que hacer una preparación física. Pero quiero pensar que no hay límites.

Sucede mucho con los periodistas. A veces nos preguntan: ¿habrías entrevistado a Hitler? Unos dicen que sí, otros que no. ¿Hay alguien a quien usted no interpretaría?

¿Sabes qué pasa? Que si no eliminase de mi vida el juicio moral a mis personajes, no hubiese interpretado probablemente a ninguno. Este personaje, en Matices, toca un tema fuerte, y para mí era muy importante no solo no juzgarlo, sino empatizar con él.

Foto dos de Miriam Giovanelli con el look uno
Camisa de seda y pantalón elástico de flores con botas cowboy todo de Gucci

Usted ha vivido muchas etapas: el éxito precoz, la consolidación, la maternidad. ¿Qué aprendió de sí misma en esos tránsitos y qué le costó dejar atrás?

El mayor aprendizaje que me he llevado es que la vida son rachas: la laboral y la personal. Estoy aprendiendo todavía a disfrutar de las buenas rachas sin pensar en las malas, y cuando estoy en una mala, a saber que eso también tiene un fin. Ese ha sido el aprendizaje.

En un mundo que nos exige constantemente definiciones rápidas y en el que el ritmo está más acelerado que nunca, ¿cómo protege sus matices personales, sus parcelas más íntimas?

Mi vida personal pudo tener interés hace diez años, cuando empecé con mi marido. Intento encontrar un equilibrio entre lo personal y lo profesional en una profesión como es la de actriz, en la que siempre hay incertidumbre. Muchas veces esa incertidumbre te hace descuidar esa parte personal por intentar conseguir estabilidad en una profesión en la que es imposible encontrarla.

Estamos peleándonos mucho con esa estabilidad, cuando en realidad lo que hay que hacer es abrazar que el no trabajo forma parte del trabajo. Hay que dedicar ese tiempo no a sufrir, sino a desarrollar esas otras facetas que puede ser la vida en familia, pero que también puede ser hacer deporte, seguir nutriéndome como actriz, como persona…

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¿Y lo ha logrado? ¿Cómo lo hace?

Cualquier autónomo puede tener esta sensación. Terminas un trabajo y esperas a que llegue otro.

¿Hay algún registro suyo como actriz que cree que no se ha explorado lo suficiente?

Yo creo que la comedia. Es el género que menos he explorado.

¿Le gustaría hacer comedia?

Sí, me gustaría hacer comedia.

“Si el humor ofende está bien. Para mí es como el arte: tiene que movilizar conciencias y generar debates”

- Miriam Giovanelli

Foto uno de Miriam Giovanelli con el look dos
Blazer con toques en Denim y pantalones jeans de Moschino Jeans con Mocasines de Sebago por Max Mara
Foto uno de Miriam Giovanelli con el look dos

¿Dónde están los límites del humor? ¿Hay algo que, para usted, no puede ser objeto de risa?

Yo soy una persona que tira mucho de humor en los buenos momentos, pero sobre todo en los malos. Entonces, para mí el humor no tiene límites, porque muchas veces, a través de él, consigues exponer cosas que, si lo haces desde un plano más serio, a lo mejor llegas a menos gente.

Simplemente porque a la gente no le apetece escuchar eso desde ese lugar. El humor abre puertas a la reflexión. Y si ofende, pues yo creo que también está bien. Para mí el humor es como el arte: tiene que movilizar conciencias y generar debates.

Depende de cómo se mire o de la intención con que se haga esa broma, ¿no?

Vivimos en un momento en el que lo más complejo es diferenciar entre el error y el abuso, entre algo que quizá no está bien, pero que tampoco es una agresión. Hay límites que estamos aprendiendo.

Bueno, justo esos límites los pondrán el Código Civil y el Código Penal, ¿no?

El humor tiene la misma capacidad que tiene el arte. Si no estás agrediendo, si lo que estás haciendo es humor… es una obra. Mira Balthus, por ejemplo. Pintores que han generado polémica. Me interesa mucho el debate. Que te sientas ofendido es lícito, lo entiendo, pero que el resto del sistema tenga que funcionar en base a lo que a ti te ofende… eso es reducir mucho la existencia.

Lo mejor es el debate y que intentemos llegar a empatizar con el otro. Cuando vivimos en base al algoritmo, nos nutrimos de lo mismo. Lo interesante es sentarse a tener una conversación con alguien que no piensa como tú.

Hombre, es que si nos sentamos a darnos todos la razón… Qué aburrido.

Te ayuda a ti como persona y también a la convivencia.

Foto dos de Miriam Giovanelli con el look dos
Foto tres de Miriam Giovanelli con el look dos

En una de las entrevistas que usted hizo en la première de Matices dijo que “la salud mental es el trabajo que hace uno y que hacemos todos”. ¿Le ha tocado encontrarse con alguien que le ha hecho la vida imposible?

(Piensa en voz alta) ¿Hay alguien que me ha hecho la vida…? No (risas).

¿Por qué se ríe? ¿Sí o no?

No, no (risas). No me ha pasado. Muchas veces nos hacemos la vida imposible nosotros mismos, no poniendo límites a situaciones que se podrían poner, porque luego entiendo que hay situaciones que son terribles y que es muy difícil. Pero muchas veces me he complicado yo más la vida de lo que me la estaba complicando el de enfrente.

¿Puede poner algún ejemplo?

La incertidumbre laboral. Sufrirla en lugar de utilizarla para crecer y valorarme a través de esas etapas cuando estoy entre un trabajo y otro. Cuando buscas la valoración externa en lugar de la tuya…

Foto uno de Miriam Giovanelli con el look tres
Camisa de satén, pantalón y zapatos de Emporio Armani

En el teatro, el error se queda en el aire. En el cine, donde hay tantas opiniones, queda registrado para siempre. ¿Cómo lidia con la idea del error o de la imperfección cuando actúa? ¿Le incomoda o la abraza? ¿Es muy autoexigente?

Soy muy autoexigente y creo que también soy exigente con el resto. Exigirse dentro de unos términos saludables está bien. O sea, yo creo en las ganas de mejorar, en las ganas de hacerlo cada vez mejor y en intentar no conformarse. También creo en la libertad del otro para hacer lo que le dé la gana, ¿sabes? Pero sí que me considero bastante autoexigente. Es verdad que he mejorado mucho a raíz de la maternidad en lo que se refiere a esa autoexigencia y a esa perfección.

Prioridades.

Y más que eso: empiezo el día pensando que quiero hacer unas cosas y, finalmente, no llego a otras porque ocurren otras. Me ha hecho ser menos perfeccionista. Es muy difícil llegar a todo.

¿Cómo cree que envejecerá Matices y cómo la veremos dentro de 30 años? Le hago esta pregunta porque el otro día tuve la gran idea de ponerme los primeros capítulos de la mítica serie 7 vidas y… de verdad, qué cosa tan antigua y tan machista.

Es que las series y las películas se hacen en un momento determinado. Y, afortunadamente, quiero pensar que cuando algo envejece mal, porque muestra algo negativo, es que hemos hecho un trabajo chulísimo como sociedad. Para mí, esta serie, que trata el tema de la terapia, me hace pensar mucho, más que en el trabajo personal de uno, en el proceso interno y colectivo de la salud mental.

Precisamente en el hecho de que la mirada ajena es fundamental en los momentos en los que sufres dolor psíquico, ¿no? Ahí, la mirada del otro puede ser una condena o un refugio. Querer a alguien que se comporta como consideras que tiene que comportarse es sencillo.

Es muy fácil querer a la gente perfecta.

¡Eso es! Cuando leí los guiones, me di cuenta de la cantidad de prejuicios y de juicios que emitimos sin conocer toda la historia. Esta serie tiene que ver mucho también con la mirada, con todos estos giros que tiene el guion y que te van diciendo si estás equivocado o no en tu percepción del otro. Y si envejece mal, será porque hemos evolucionado para bien en ese sentido.

Foto dos de Miriam Giovanelli con el look tres
“Nunca reviso la película o serie que estrenamos. ¡Tengo miedo a verme!”

- Miriam Giovanelli

Foto tres de Miriam Giovanelli con el look tres
Foto cuatro de Miriam Giovanelli con el look tres

¿Le ha pasado a usted con alguna película o serie suya?

¿Sabes qué pasa? Que suelo ver las cosas cuando estamos de promo. Después, nunca las vuelvo a ver.

¿Nunca las revisa?

¡Nunca!

¿Le da miedo que no le guste o que le dé vergüenza?

Tengo miedo a verme (risas).

Escuché a Antonia San Juan decir que Fernando Fernán Gómez le dijo en el rodaje de Todo sobre mi madre que “el cine es esperar”. Que, realmente, a los actores —de alguna forma— les pagan por esperar. ¿Es usted impaciente?

No soy nada impaciente. Y, además, algo que me encanta de las esperas es poder ver el trabajo de los compañeros. Normalmente, cuando esperas es porque otros compañeros están rodando sus escenas. He tenido la suerte de trabajar con actores a los que admiro muchísimo y esas esperas las hago disfrutando mucho al ver su trabajo.

¿Sabe que en español no existe una palabra que defina a los padres que pierden a un hijo? Si se mueren sus padres, usted es huérfana, pero al contrario, no existe. ¿Tan fuerte es el dolor de la pérdida de un hijo que ni siquiera puede ser nombrado?

No lo sabía… Se me ha puesto la piel de gallina.

¿Para preparar su papel pudo hablar con madres que habían perdido a un hijo?

Qué fuerte… Yo no lo puedo ni pensar, la verdad. No, en este caso he trabajado con una terapeuta y con una profesora de filosofía.

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Hace unos años usted publicó un post en redes sociales que decía lo siguiente: “Quiero aprovechar este día para celebrar a todas aquellas mujeres que desean que este sea su último Día de la Madre sin hijos, porque la esterilidad y la infertilidad son una parte más de la maternidad y este día no debería ser un recordatorio de sus carencias, sino de su valentía”. ¿Se pusieron en contacto con usted muchas mujeres a las que ayudó con este mensaje?

La primera vez que escribí sobre mis dificultades fue en 2019. En ese momento sí que recibí mensajes, porque era un tema del que no se hablaba tanto. Es algo que tengo muy presente. La maternidad, como comento en ese post, no es un hecho únicamente biológico, sino un estado emocional. Cuando tú deseas tener hijos y no puedes, lo pasas muy mal.

¿Cómo vive usted la maternidad?

La vivo genial, la verdad. Es un trabajo. Educar es muy difícil, pero me parece una experiencia chulísima. Estoy disfrutando mucho de la maternidad.

¿Qué piensa de ese nuevo concepto irónicamente llamado Malas madres, mujeres que son tan madres como otras pero que desvelan el lado difícil de la maternidad sin romantizarlo?

La maternidad ha evolucionado en cuanto a la importancia que le damos a la salud mental, y sabemos que es algo que se forma desde pequeños. Yo estoy rodeada de mujeres que hacen su vida, en la que hay hijos. Ellas salen y entran, afortunadamente.

Foto uno de Miriam Giovanelli con el look cuatro
Vestido camisero rojo de Sportmax y zapatos de Ferragamo

En la misma première que le comentaba antes usted también dijo: “Tengo la suerte de tener una familia que entiende perfectamente a lo que me dedico. Lo apoya y lo celebra. Cuando trabajo, están más contentos ellos que yo”. ¿Por qué, si tenemos claro que lo bueno es rodearse de un entorno óptimo, a veces insistimos en quedarnos con ese amigo que nos hace mal o esa pareja que no nos trata como merecemos?

La respuesta es que no lo sé (risas). ¡No tengo ni idea! No soy ninguna experta en saber por qué nos ocurre y por qué repetimos el patrón. Hemos conseguido liberarnos de uno o de una y volvemos a caer en lo mismo. Cuando hay un patrón, hay algo en ti que tienes que trabajar. Otra cosa es que tengas la mala suerte de que te encuentres con alguien así, tengas la capacidad de largarlo de tu vida y eso te haya generado una herida. Pero cuando hay un patrón, hay que trabajarlo. Tienes que hacerlo tú. No puedes repetirlo.

Ahora lleva tiempo con su marido, pero ¿usted ha vivido alguna situación de esas en las que echa la vista atrás y piensa “cómo pude aguantar eso”?

Sí, te mentiría si te dijera que no. Para mí es peor un duelo en la amistad que un duelo en la pareja. La amistad es el amor más puro que existe. A mis hijos los amo, pero en la amistad hay algo animal: la elección, la confianza que tienes; es el amor más generoso. Hay otro tipo de amores en los que el sacrificio está incluido en la fórmula, pero el amor de los amigos es algo que eliges y que construyes cada día.

¿Por qué los cantautores escriben al amor, al desamor, a la infidelidad y al dolor, pero no a los amigos?

Me encantó cuando desapareció el personaje de Samantha, en Sexo en Nueva York.

Bueno, ahí nos rompieron el corazón a todos.

¡Pero es que esa es la verdad! Es que existen esas amigas de toda la vida con las que acabas tu relación. Me da mucha pena que no se haya profundizado más en el dolor por esa pérdida. Era una oportunidad fabulosa para abordar el duelo en la amistad. Tampoco hay una palabra para el duelo de la amistad.

Foto dos de Miriam Giovanelli con el look cuatro
Foto tres de Miriam Giovanelli con el look cuatro

Miriam, ¿qué le inspira o le inquieta?

Me inspira el arte, la naturaleza, la gente joven. Me inquieta a dónde están yendo las cosas: la polarización, la violencia...

¿Qué le indigna y le cabrea?

Me indigna la inacción como sociedad ante los terrores y la violencia injustificada.

¿Habla de partidos políticos, instituciones?

Política somos todos. Sí, el enfrentamiento, que nos cueste tanto escuchar al otro, poder establecer un diálogo respetable. La libertad de expresión llega hasta donde empieza la libertad del otro.

Y si le pidiera un matiz para el futuro —ni un plan ni un sueño, solo un matiz—, ¿cuál sería la emoción que le gustaría que definiera su próximo paso?

El agradecimiento.

Créditos
Dirección creativa Julia Ramírez
Agradecimientos especiales

Agradecimientos especiales a las Instalaciones de Iberia Mantenimiento, La Muñoza.

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