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El Principado de Asturias es un destino perfecto para visitar en cualquier momento del año, estando repleto de lugares de interés que no se deben dejar pasar, entre ellos su gran joya con una playa amplia y un casco histórico encantador que enamora a todo aquel que la visita.

Este lugar es Ribadesella, uno de los puntos más bonitos de la región, bañado por las aguas del río Sella en su desembocadura y el mar Cantábrico, todo ello en una extensa e impresionante costa. Más allá de su entorno natural, tiene mucho que ofrecer.

"Quien viene una vez, siempre vuelve", asegura Belén García, guía turística local desde hace más de una década. "Ribadesella tiene algo que no se olvida: su playa, su historia y su forma de vivir".

Si nos adentramos en su casco histórico, conocido como Barrio de Portiellu, nos encontramos con un antiguo barrio de pescadores que fue perdiendo parte de su esencia en favor de las grandes casas palaciegas y fachadas de carácter señorial.

No obstante, aún permanecen rincones entre sus callejuelas estrechas y casas de colores que mantienen el aire marinero. Algunas de sus calles más interesantes son la calle Oscura, Infante, López Muñoz y Manuel Fernández Juncos, así como la Plaza Reina María Cristina.

Algunos de sus edificios de obligada visita son el Palacio de Prieto Cutre, que actualmente ocupa el Ayuntamiento, el Palacio de los Prieto-Mellado y la Casa de Ardines.

Qué ver y hacer en Ribadesella

Para aprovechar al máximo una visita a Ribadesella, es recomendable conocer cuáles son los lugares imprescindibles que visitar en este bonito concejo asturiano, donde destaca por encima de todo su impresionante paraje natural.

Puente del Sella

El Puente del Sella es uno de los lugares más emblemáticos de la localidad, sobre todo porque esta construcción marca el final de la carrera internacional de piraguas que se celebra cada año en el mes de agosto y que tiene Arriondas como punto de salida.

Hasta llegar al puente se puede andar por el Paseo de los Vencedores del Sella, que transcurre a la vera del río y en el que hay una escultura homenaje al piragüista y un podio histórico de los ganadores de la mencionada prueba deportiva.

Iglesia de Santa María Magdalena

La Iglesia de Santa María Magdalena es uno de los monumentos más importantes que visitar en Ribadesella, construida a principios del siglo XX y situada en el corazón del centro histórico. En su interior destacan cuatro pinturas murales trabajadas al fresco por artistas locales.

Escalera de colores

En una visita a esta bonita villa marinera no puede faltar la parada en su escalera de colores, compuesta por 56 peldaños de diferentes tonos en los que se pueden leer frases inspiradoras. "Es uno de los sitios que más gusta a quienes vienen por primera vez. Desde ahí se puede subir hasta el mirador y ver todo el casco histórico", apunta Belén.

Mirador de la Cuesta

Desde lo alto del mirador se puede disfrutar de una panorámica única en la que sobresale la iglesia de Santa María Magdalena y la propia desembocadura del río Sella.

Cueva de Tito Bustillo, la Cuevona y el Centro de Arte Rupestre

Uno de los imprescindibles que visitar en Ribadesella es la Cueva de Tito Bustillo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por sus valiosas pinturas rupestres, perfectamente conservadas.

Aunque de menor relevancia, en este complejo también se puede visitar por separado la Cuevona de Ardines, conocida por su gran tamaño y sus formaciones geológicas. Para ambas es necesario reservar con antelación.

Playas de Ribadesella

En Ribadesella podemos encontrar diferentes playas, entre ellas la playa de la Atalaya, a pocos metros del centro histórico, con solo 100 metros de longitud, rocas y baja ocupación.

Por su parte, la playa de Santa Marina es una de las grandes joyas del Principado: un arenal de 1,5 kilómetros de arena clara y fina, en forma de media luna y con una lengua de arena que acompaña la desembocadura del río Cares. Justo al final comienza un sendero que lleva hasta el mirador Punta del Pozo, desde donde se puede obtener otra vista privilegiada. Cuando baja la marea, se pueden observar huellas fósiles de dinosaurios en el área rocosa.

Otros lugares de interés en Ribadesella

No hay que olvidar las vistas desde la Ermita de la Guía, situada en lo alto del monte Corberu, con una panorámica realmente impresionante. La ermita data del siglo XVI y su aspecto actual proviene de una reconstrucción del siglo XIX. A su alrededor, los antiguos cañones fueron rescatados del fondo del mar.

También merece la pena recorrer el paseo de la Grúa, un paseo marítimo peatonal con vistas distintas del pueblo, así como el puerto pesquero, una de las zonas más animadas. Junto al puerto se encuentra la lonja, La Rula, y una calle llena de bares y restaurantes donde disfrutar de la gastronomía asturiana. "La cocina de Ribadesella tiene el alma del Cantábrico: buena, sencilla y con sabor a casa", concluye Belén.