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Un hogar es mucho más que un simple espacio tangible en el que habitamos. Es el espacio donde nos sentimos cómodas, seguras y sobre todo, en paz con nosotras mismas. Es ese refugio donde podemos ser auténticas, sin máscaras.

Aunque, tradicionalmente, se haya extendido la mala costumbre de asociar el hogar con la convivencia, para muchas de nosotras aventurarnos a vivir solas es sinónimo de crear un cobijo a nuestra medida

Aquel lugar, espejo de nuestra identidad, donde poder llenar cada pequeño rincón de recuerdos y vivencias, muy lejos queda de significar vacío o soledad; si no que, al contrario, constituye el primer paso para obtener el confort emocional.

En un mundo lleno de distracciones y expectativas externas son muchos los factores que entran en juego para construir un ambiente que promueva tu tranquilidad, te inspire y te ayude a reconectar.

Aprender a disfrutar de tu propia compañía, fortalecer la relación contigo misma, y trabajar en tus propios objetivos, sin prisas ni presiones, conlleva una acción introspectiva beneficiosa para tu bienestar.

A continuación, te presentamos los seis tips decisivos para que tu morada sea aquel santuario que te nutra emocionalmente:

  • Diseña un entorno de calma que favorezca tu placidez

Es esencial rodearte de un aura que refleje tus necesidades emocionales y espirituales. Escoge colores suaves, materiales naturales, y elementos orgánicos para las paredes y los muebles. Los tonos blanco, beige o azul cielo están asociados con el sosiego y la serenidad. 

  • Personaliza tu espacio con pasiones e intereses personales

Tu hogar debe reflejar quién eres. Coloca en tu casa elementos que te hagan sentir bien y en armonía, como fotografías, obras de arte que te inspiren o recuerdos de viajes que te llenen de gratitud.

De acuerdo con la psicóloga clínica, Mariela Feliz, “nuestra habitación es un espejo de cómo estamos internamente”, por ello “es indispensable potenciar la motivación para seguir haciendo lo que nos hace vibrar”.

Elementos que favorecen la sensación de calma y serenidad en la vivienda. Pexels

  • Añade luz natural para energizar cada rincón 

Deja entrar la mayor cantidad de luz diurna posible e incluso, si puedes, reorganiza los muebles cerca de las ventanas para aprovechar la claridad. Sin lugar a dudas, la luz del día tiene un impacto directo en nuestro bienestar emocional.

“Regula nuestros ritmos circadianos, mejora el estado de ánimo y favorece la concentración”, indica la Dra. Feliz. Además, aumenta la serotonina, lo que mejora el estado de ánimo y desprende energía positiva

  • Incorpora aromas relajantes y embriágate con su olor

“El sistema olfativo está vinculado con las emociones” dice la experta, y por ello, las fragancias tienen un poderoso impacto en nuestro sistema nervioso. Utiliza aceites esenciales, velas aromáticas, plantas, o difusores con perfumes relajantes como lavanda, manzanilla o eucalipto.

Estos olores no solo crean una atmósfera acogedora, sino que también “pueden activar respuestas de relajación a nivel cerebral, ayudando a reducir el estrés”, y a aumentar esa sensación de frescura.

  • Establece hábitos que fomenten el autocuidado

La rutina diaria es fundamental para mantener el equilibrio. Dedica tiempo para prácticas que te conecten contigo misma: lee un libro, medita, haz manualidades o practica yoga.

Estos rituales establecen un sentido de control sobre tu día, y reducen el estrés.

  • Desconecta con una zona libre de interferencias digitales

Si tienes un espacio extra, conviértelo en tu santuario personal. Trata de crear una zona libre de tecnología que te permita huir del ajetreo diario y el uso de las pantallas, esto “aumenta el foco, reduce la sobreestimulación y mejora la calidad del descanso”, recomienda Mariela Feliz. 

Asegúrate de que sea un lugar libre de distracciones, con una luz suave, cojines cómodos, una silla acogedora, y accesorios que te ayuden a relajarte, como incienso o aceites esenciales.

Mujer leyendo el periódico en su dormitorio y completamente desconectada del mundo digital. Pexels

Estas sencillas prácticas, al ser consistentes, son herramientas poderosas capaces de transformar tu casa en un verdadero refugio donde la paz interior sea parte de tu costumbre diaria. 

¡Es el momento perfecto para aprovechar tu independencia y crear el ambiente que más te beneficie!