Alberto Núñez Feijóo ha elegido a un inspector de Hacienda como mano derecha para el diseño de su política económica. El nuevo vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, es consejero de Hacienda en la Junta de Andalucía. En los corrillos se comenta que si Juanma Moreno convoca elecciones en junio, Bravo se mudará a Madrid para arrancar el próximo curso ya desde la capital.

Cuenta Bravo que cuando llegó a la Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía preguntó que a qué hora se apagaba la luz en el edificio. La respuesta fue nunca. "Ahora las luces se apagan y el ahorro es de 50.000 euros al año", dice. Pensarán ustedes que es el chocolate del loro, pero este tipo de despistes multiplicados por los 12.038 inmuebles que tiene la Administración General del Estado (AGE) pueden sumar muchos ceros.

El nuevo rostro económico del PP dice que quiere llevarse bien con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Pero también quiere que el Gobierno se apriete el cinturón porque considera que "debe dar ejemplo" a los ciudadanos.

De hecho, en el Plan de medidas urgentes y extraordinarias en defensa de las familias y la economía de España que Feijóo mandó el viernes a Pedro Sánchez dedica un apartado a la "racionalización del gasto burocrático" y mayor eficiencia en la gestión de los recursos públicos. 

El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. EL ESPAÑOL INVERTIA

Este punto es interesante porque el gasto burocrático es un lastre para España. No solo por el coste económico que tiene para los contribuyentes, sino porque, además, las ineficiencias de la Administración están siendo un obstáculo para la gestión de los fondos europeos.

De hecho, el informe en el que el Instituto de Estudios Económicos (IEE) cifró en 60.000 millones de euros lo que se podría ahorrar el Estado sin rebajar la calidad de los servicios básicos solo con una gestión más eficiente de sus recursos se ha convertido en una suerte de Biblia para todo aquel que pregona que no se suban impuestos.

Como consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, Bravo es consciente de cómo no solo el Gobierno, sino las distintas capas de la Administración están siendo un cuello de botella para el reparto de los fondos europeos.

De hecho, no tiene sentido que unas ayudas que están ideadas para impulsar la transformación digital de la economía española se estén tramitando por un sector público que vive todavía en la era del papel.

Quizás sea hora de escuchar la propuesta de quienes piden un PERTE para la Administración. Un 'kit digital' para los funcionarios

Quizás sea hora de escuchar la propuesta de quienes piden un PERTE para la Administración. Un 'kit digital' para los funcionarios en el que participe el sector privado, dado que serían los grandes operadores del mundo de las telecomunicaciones y proveedores tecnológicos los que tendrían que proveer de herramientas al Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Nadia Calviño, María Jesús Montero, Juanma Moreno, Antonio Garamendi y Juan Bravo.

Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Nadia Calviño, María Jesús Montero, Juanma Moreno, Antonio Garamendi y Juan Bravo. EL ESPAÑOL INVERTIA

Dado que los últimos Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica han sido acogidos con cierto escepticismo por las empresas, debido a los retrasos que se acumulan en las convocatorias y al empeoramiento de la coyuntura económica, anunciar uno enfocado a modernizar el cuello de botella de las ayudas, un PERTE para modernizar el Estado español podría ser un revulsivo para animar la inversión del sector privado.

Recuerden cómo desde la CEOE, Antonio Garamendi, ha llegado a decir en público alguna vez que los empresarios prefieren que les dejen trabajar con seguridad jurídica al dinero europeo. La patronal lleva tiempo reclamando una revisión de la burocracia para que las ventanillas no sean un obstáculo para la inversión.

La imagen de Bravo sentado con Montero -quien, por cierto, fue también titular de la Consejería de Hacienda de Andalucía- y con Nadia Calviño analizando cómo articular ese proyecto también lanzaría un buen mensaje a Bruselas, frente a la etapa anterior de trifulca política a cuenta de las ayudas de Next Generation EU.

Pensar en ello puede parecer una quimera, aunque la emergencia de la inflación requiera una respuesta potente. Pronto veremos hasta qué punto vivimos un nuevo tiempo político en España.

ATENTOS A...

Tres de las propuestas que llevaba Marine Le Pen en su programa electoral frente a Macron: volver a indexar las pensiones al IPC, convertir a Francia en una 'isla energética' y recuperar el impuesto sobre el Patrimonio que está anulado en prácticamente todos los países de la UE, con la excepción de España.

Marine Le Pen y Emmanuel Macron.

Marine Le Pen y Emmanuel Macron. DPA EP

Frente a las propuestas populistas de la extrema derecha, los franceses han optado por dar su confianza a Emmanuel Macron. Sin embargo, que el programa de Le Pen tenga tantos ecos de la política económica española debe abrir una reflexión sobre a dónde conducen las recetas populistas.