Los anglosajones tienen un dicho muy interesante : “the trend is your friend”, es decir, la tendencia es tu amiga. Y yo suelo decir que invertir se parece al surf: te subes a una tendencia, cuanto más de largo plazo mejor, y la surfeas hasta que empiezas a ver que puede romper la ola y entonces la abandonas.

Me dirán ustedes, con razón, que en lo que a las bolsas se refiere no es tan fácil ver cuando va a romper la ola. Y yo les responderé dos cosas. Una, que en muchos casos si que hay señales previas y, dos, que antes de una corrección potente suele haber una subida casi vertical. Como la ola antes de romper.

Aclararé también, para quienes no sean clientes nuestros o no lean mis artículos, que mi posicionamiento ha sido claramente alcista desde el mes de abril del año pasado y lo ha sido también, en términos generales, a lo largo de los últimos 10 años. En otras palabras: no pertenezco al grupo de analistas, gestores y asesores cuyo “leit motiv” ha sido, es y será “la crisis” que viene, “la burbuja” que va a explotar u otras expresiones llamativas pensadas para meter miedo a los inversores y que busquen su protección.

Pero hay que ser realistas: el ángulo de la pendiente alcista iniciada a finales del año pasado supone una verticalidad que tarde o temprano tendrá que corregirse. Sobre todo si se compara con la que había en la tendencia alcista previa a la pandemia.

También está claro que la tendencia - que es tu amiga - es claramente alcista, así que ¿cómo podría resolverse esta aparente contradicción? Además, y como he venido comentando a lo largo de los últimos meses, esta tendencia alcista tiene un enorme depósito de gasolina: el dinero que tiene que salir de la renta fija, ahora que los bonos no solo no van a dar rendimiento alguno por cupón - tipo de interés - sino que tampoco van a dar plusvalía, puesto que los bancos centrales van a ir dejando de comprar bonos.

Ya verán cuando “Lagarde” pase de decir eso de “The lady is not tapering” – aunque obviamente es lo que está haciendo – a decir “The lady is closing the tap” (“La señora cierra el grifo”). Y lo mismo la Fed, aunque estos no ocultan sus intenciones.

En Nextep partimos de la base de que la tendencia alcista se va a mantener, precisamente por el motivo reseñado en el párrafo anterior. Apoyada, además, en un mayor crecimiento económico. Pero también tenemos claro que en algún momento tendrá que moderarse el ángulo de la pendiente de la tendencia alcista. En resumen, la respuesta es que la tendencia alcista se mantendrá, pero tiene que moderarse la pendiente de la misma .Y lógicamente nos estamos preparando para ello.

Prepararse significa, en primer lugar, establecer si esa corrección del ángulo de la tendencia será mediante una corrección violenta y rápida (días o semanas) y de cierta magnitud (en el entorno del 10% o algo más), o si el mercado irá entrando en un movimiento lateral y que la corrección del ángulo se produzca durante un periodo más largo de tiempo (semanas, meses). Hablando de forma sencilla, se trata de ver si la pendiente alcista se hace menos escarpada de repente y con bajada incluida o si simplemente entramos en una meseta con muchos baches.

Prepararse significa también contar con los instrumentos adecuados. De acción rápida en el primer caso, variedad en el segundo. En el primero es una buena idea tener como complemento a la cartera de fondos de inversión tradicionales una cartera de ETFs (fondos cotizados). Ante un cambio súbito, necesitamos poder comprar un ETF inverso en minutos (un ETF inverso sube cuando bajan las bolsas). O vender, también en minutos, los ETF de renta variable de la cartera y bajar así rápidamente la exposición a las bolsas.

Porque podría ocurrir que llegáramos a detectar el inicio de ese cambio y avisáramos a nuestros asesorados para que actúen, pero si no tienen ETFs no podrían ponerse “cortos” en minutos - o vender si su perfil es más conservador -. Porque en los fondos tradicionales – los que tiene el 99% de los inversores – aunque se de orden de venta o traspaso a un fondo inverso – que además en el caso de los fondos tradicionales son difíciles de encontrar -, la operación tarda mucho más en ser ejecutada.

En el caso en el que la corrección sea más bien leve y se entre en un movimiento lateral - algo que tampoco es descartable puesto que hay mucho dinero queriendo entrar en renta variable - lo normal sería mantener la exposición. En ese caso no importa que se esté trabajando con ETFs o únicamente con fondos tradicionales. Ahora bien, un escenario así podría generar una importante rotación por activos, sectores y estilos de gestión, perjudicando a unos y beneficiando a otros. O incluso ser diferente por países.

Y estamos hablando de un movimiento lateral que puede durar meses. En ese caso lo más importante será la selección de activos y tener acceso a todos ellos (todavía no sabemos cuál es lo pueden hacer mejor, dependerá de cual sea el origen del cambio)

Por cierto: vender ahora mismo “por si acaso” tampoco pensamos que sea una buena idea. Salirse de un mercado tan alcista como este puede suponer perderse varios meses de subida adicional sólo porque sí. Y es perfectamente posible que pase tiempo antes de que el mercado corrija el ángulo de su pendiente alcista.

También va a resultar llamativo lo que pueda ocurrir con los asesores o gestores robotizados, que básicamente se limitan a seguir la evolución de un gran índice bursátil. En ese caso es muy difícil que se tomen medidas ante una corrección rápida, puesto que el robot básicamente sigue la evolución de los índices. Y si lo que ocurre es que se entra en un movimiento lateral con rotación bursátil interna, quienes estén indexados se quedarán fuera de esos movimientos.

*** Víctor Alvargonzález es asesor financiero independiente y socio fundador de Nextep Finance