Normalmente, les suelo hablar del corto plazo, simple y llanamente porque a la mayoría de la gente lo que le interesa no es el medio ni el largo plazo. Y no lo digo como una crítica, simplemente constato una realidad. Y yo aquí estoy para escribir sobre lo que les interesa a los lectores.

Pasa algo parecido con el asesoramiento en carteras de fondos de inversión y ETF, que es mi negociado. Pero eso no evita que en las carteras que diseñamos incluyamos inversiones cuyo horizonte es a medio y largo plazo. Como les digo a nuestros clientes, lo hacemos porque sabemos que nos lo agradecerán en el futuro.

Así que he pensado que también agradecerán ustedes un poco de medio y largo plazo y he seleccionado una cuestión que creo debe estar siempre en el radar del inversor: la tendencia. O dicho de otra manera, que los árboles no nos impidan ver el bosque.

El 'tapering' es como empezar a cerrar el grifo después de lavarse: lo siguiente es cerrarlo del todo

Lo primero que hay que hacer es abandonar, aunque sea momentáneamente, esa inclinación a pensar que cada vez que los mercados caen más del 5 % se acabó la fiesta. No se debe olvidar que en una tendencia alcista siempre habrá correcciones bajistas.

Es natural que después de un periodo en el que han subido mucho las bolsas se piense que ya no dan para más. Pero hay que poner las cosas en su contexto. En primer lugar, que gran parte de esta subida es el resultado de una recuperación, es decir, de la vuelta a la normalidad tras la pandemia. Simplemente han vuelto a donde estaban. Y lo han hecho con antelación, porque los mercados descuentan eventos futuros.

Luego han ido un poco más allá por el 'plus' de crecimiento de la economía y los beneficios empresariales que van a traer el 'tsunami de liquidez' de los bancos centrales y los planes de estímulo económico de los gobiernos. Y no lo digo a toro pasado. Tanto nuestros clientes como mis lectores saben que lo dijimos, escribimos, publicamos -y recomendamos aprovecharlo - hace ya mucho tiempo.

A partir de ahí, los mercados han vuelto a la tendencia alcista de fondo. Y aquí viene lo importante: la mantendrán hasta que se detenga la inyección de dinero por parte de los bancos centrales. Incluso podrían ir un poco más allá si la situación económica y financiera lo permite. Habrá correcciones, en todas ellas se le volverá a meter miedo a la gente con “la crisis” y “la burbuja” para ganar clientes, seguidores o lectores.

En los mercados, el cambio de tendencia siempre significa oportunidad

Sin embargo, hasta que la Reserva Federal de EEUU no mande globos sonda diciendo que planea cerrar el grifo, no podemos empezar a pensar en un cambio de tendencia. Y no estamos hablando del tapering, que significa reducir las compras, sino de eliminarlas; que tampoco significa drenar liquidez, que es lo contrario de inyectarla y podría ser más grave.

Además, para que se produzca el cambio de tendencia tendrían que anunciarse subidas de los tipos de interés de corto plazo y no solo que suban los del mercado de bonos. O, en su defecto, que los tipos de los bonos suban a un nivel suficientemente alto como para que merezca la pena realizar beneficios. Un tipo del 1,7% en el bono americano a diez años, o del -0,12% en el bono alemán, no parecen especialmente atractivos para salir de las bolsas (los plazos cortos y medios son todavía más bajos), bolsas donde a los precios actuales el dividendo medio futuro se mueve cerca del 2% en EEUU y del 3% en Europa.

Lo que sí veremos son correcciones, porque la altura produce vértigo y quienes generan clientes, seguidores o compradores de libros mediante el miedo querrán explotarlo. Ya sea miedo a la inflación -que solo debe dar miedo si sube mucho y de forma consistente-, a “la burbuja” o a cualquier otra cuestión que sirva para asustar al personal y llamar así su atención.

Lo que sí es muy posible es que veamos cómo se reduce la pendiente alcista de la tendencia. Y con fundamento, porque, aunque tapering no significa dejar de regar con liquidez el mercado, sino bajar la intensidad del riego, sin duda transmite que estamos más cerca del final que del principio. El tapering es como empezar a cerrar el grifo después de lavarse: lo siguiente es cerrarlo del todo. Eso lo entiende todo el mundo y pesa en la mente de los inversores.

La altura produce vértigo y quienes generan clientes, seguidores o compradores de libros querrán explotarlo

Todo lo anterior se puede resumir en el típico 'noticias buenas - noticias malas'. La buena es que, como se dice en los mercados, “la tendencia es tu amiga” (“the trend is your friend”). Y, actualmente, esa tendencia es alcista. La mala es que tiene los meses contados. Al ritmo al que va la recuperación económica, considerando la inundación de liquidez que han generado los bancos centrales y la inflación de planes de estímulo de los gobiernos, es solo cuestión de meses que se anuncie la reducción de las compras de bonos. Y unos meses después anunciarán que cierran el grifo.

La buena es que el anuncio del cierre definitivo puede tardar bastante. La mala es que hablamos de meses, no de años.

Eso sí, hay una noticia muy buena y mucho más importante a largo plazo: que siempre que acaba una tendencia se inicia otra. En otro activo, sector o país. Así que a largo plazo no se preocupen de si acaba la tendencia alcista en las bolsas: preocúpense de tener un asesor que les avise a tiempo. Y que les pueda recomendar todo tipo de activos, sectores y países, porque en los mercados el cambio siempre significa oportunidad.

***Víctor Alvargonzález es asesor financiero independiente y socio fundador de Nextep Finance