Estoy casi seguro de que el vicepresidente y líder de UP, Sr. Iglesias, no sabe de economía. Algunos ejemplos son:

Su empeño en subir este año el SMI (Salario Mínimo Interprofesional) es absurdo. Menos mal que Calviño convenció a Sánchez que no convenía. Subir el SMI cuando hay casi seis millones de parados reales hubiera sido un contrasentido económico, porque dificulta el acceso al trabajo de personas con poca formación. Por ejemplo, los jóvenes ninis (ni trabajo, ni estudio) o algunos inmigrantes.

Iglesias empuja a la Vicepresidenta 3ª que le sustituye, Sra. Diaz, a derogar la reforma laboral de 2012. Una Reforma que permite crear más de medio millón de puestos de trabajo en momentos de expansión con crecimientos superiores al 2% del PIB, algo que no ocurría antes.

Como ya escribí el viernes pasado en esta columna, en estos momentos, a la espera de una tímida recuperación: no toca tocar la reforma laboral. Máxime cuando la UE tiene que proporcionar los Fondos de Recuperación y Bruselas no está por la reforma que pretende la ministra comunista, los empresarios tampoco.

Ahora, antes de irse de la Vicepresidencia, Iglesias está empeñado en topar los precios de los alquileres. Algo que los socialdemócratas del PSOE no ven porque reduciría la oferta de alquileres. Un efecto antisocial cuando los salarios son bajos y los jóvenes no pueden hipotecarse para comprar vivienda y necesitan alquilar para independizarse o formar familia. Las leyes de la oferta y la demanda son implacables. Iglesias parece desconocerlo.

Iglesias probablemente querría trasladar esta filosofía económica errada a Madrid si interviniera en su gobierno autonómico. Además, subiría el tramo autonómico del IRPF, los impuestos de patrimonio (por algo que ya se pagaron impuestos) y los de sucesiones y donaciones (ahora exento hasta los 700.000 euros, es decir a la clase obrera y media dado el valor de los inmuebles que suelen ser la herencia más común). Con ello destruiría una política fiscal con la que Madrid ha crecido y es un motor de la economía española.

Todo para que su Administración pudiera tener más dinero, ¿para subvencionar a los partidarios de sus ideas? Véase sino, los 57 millones de euros que se han dado a la aerolínea Plus Ultra por el Gobierno de España. Una empresa irrentable y sin casi vuelos sospechosamente ligada a Venezuela y que tiene de abogado al Sr. Garzón (no el ministro sino el exjuez). ¿Les suena?

Iglesias tampoco defendería a la hostelería o el retail de las pymes madrileñas porque prefiere ciudadanos subvencionados deudores del poder político, que trabajadores y empresarios independientes. Por eso critica rudamente a la Sra. Ayuso.

En resumen, suspenso en primer curso de económicas ¡Ah! Me dirán: pero sabe de política; es su asignatura en la facultad ¿De verdad creen que sabe de política?

Entonces: ¿Por qué no previó que Errejón y Más Madrid le iban a dar con la puerta en las narices? ¿Por qué no negocio todo esto antes de la decisión? ¿Cómo se lanzó al ruedo con una propuesta personalista, que incluso sus imaginarios aliados tacharon de machista (declaraciones de la candidata errejonista, Sra. Mónica García)?

*** José Ramón Pin es profesor del IESE.