Durante 2020 fallecieron, cada día, unas 150 personas en las listas de espera de la dependencia, según los últimos datos. Se trata de una cifra terrorífica que evidencia que las dramáticas consecuencias de la Covid-19 en este colectivo deberían marcar un antes y un después para abordar los cambios y reformas necesarias para ofrecer a las personas dependientes los servicios que merecen y necesitan ahora más que nunca.

Precisamente con este objetivo, el Consejo Económico y Social (CES) aprobó a finales del pasado año el Informe sobre el Sistema de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, donde propuso revisar en profundidad el sistema de cuidados a las personas dependientes para resolver problemas entre los que destacan las listas de espera, cuya reducción constituye una prioridad en el acuerdo entre el Gobierno y los interlocutores sociales.

En este contexto, el CES lamenta que casi un 20% de la población en situación de dependencia reconocida no reciba atención. Y que unas 400.000 personas se encontraran en 2019 a la espera de ser valoradas o, estándolo ya, de recibir su correspondiente atención.

En concreto, el Informe defiende una mayor coordinación entre el sistema sanitario y el de atención a la dependencia para mejorar la lucha contra la pandemia, y sugiere reforzar el SAAD frente a los nuevos requerimientos que el coronavirus ha hecho emerger.

El CES lamenta que casi un 20% de la población en situación de dependencia reconocida no reciba atención

De igual modo, el CES recomienda avanzar una planificación a corto y medio plazo de la inversión que el sistema va a requerir y de los recursos necesarios para financiarla. Sobre todo teniendo en cuenta que España es uno de los países que más se verá afectado por el envejecimiento de su población en los próximos años y que el volumen de mayores de 65 años pasará de representar el 19,6% de la población en 2020 al 26,5% en 2035.

Sin embargo, el Informe llama a superar la visión "edadista" de la dependencia. Y es que el 6% de la población española dependiente es menor de edad y el 21,5% tiene entre 18 y 65 años.

El 6% de la población española dependiente es menor de edad y el 21,5% tiene entre 18 y 65 años

Ahora, ante el reparto de los fondos europeos, convendría reforzar la atención sociosanitaria mediante, entre otras medidas, un impulso a la teleasistencia avanzada, que tiene un amplio potencial de crecimiento en el SAAD.

Este órgano consultivo del Gobierno pidió a las Administraciones Públicas redoblar sus esfuerzos para aumentar sustancialmente la financiación SAAD frente a las debilidades ya preexistentes a la pandemia, antes de que el acuerdo alcanzado por el Gobierno y los Interlocutores Sociales -que ayer mismo se oficializó con la firma en la Mesa del Diálogo Social en Autonomía Personal y Dependencia- incluyera un incremento de la financiación por parte de la Administración General del Estado superior a los 600 millones de euros para 2021.

No obstante, ante una eventual reforma del Sistema de Financiación de las comunidades autónomas de régimen común, el Informe defiende un aumento de los fondos adicionales que el Estado incorpora para estos fines, como financiación incondicionada, al Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales.

Sea como fuere, resulta especialmente complicado conocer el gasto real en atención a la dependencia. Y, para subsanar esta carencia, el CES propone un sistema común de información contable del SAAD, basado en un sistema de cuentas específico y criterios homogéneos de imputación y clasificación de los gastos y los ingresos. En cualquier caso, el gasto público en Dependencia es muy modesto si se compara con las necesidades de cuidados de la población.

En este sentido, bien se haría si se optimizaran los criterios de distribución territorial de los fondos estatales, finalistas y no finalistas, de manera que el sistema de reparto genere incentivos para la mejora del sistema por parte de las Comunidades, que deberían hacer un mayor esfuerzo presupuestario para priorizar la financiación del SAAD.

Máxime en estos momentos, una vez demostrado que el virus no da tregua, que es despiadado y cruel, y que se ceba especialmente con los más vulnerables y necesitados.

Es cierto que los Presupuestos Generales del Estado recogen un incremento del 34,4% en la partida destinada a reforzar los servicios de atención a la dependencia, lo que podría contribuir a reducir las tediosas listas de espera. Pero hasta poder cantar victoria, aún tenemos que batirnos -unidos- en muchas batallas.

Uno de los objetivos de este órgano consultivo del Gobierno -que actualmente presido en funciones- es facilitar el diálogo social, lo que en esta ocasión ha dado sus frutos a la vista del acuerdo alcanzado entre los interlocutores sociales y la vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 en la mesa en materia de Dependencia.

Pues bien, ha llegado la hora de levantar la mirada hacia el futuro, por imposible que resulte pasar página y olvidar el pasado. Ha llegado la hora, en definitiva, de vislumbrar el horizonte de frente; sin dejar por ello de mirar y ofrecer nuestra ayuda a quienes tenemos a nuestros lados, sobre todo si se trata de los más necesitados.

*** Pedro C. Fernández Alén es presidente en funciones del CES.