Sr. Sánchez ¡Peligro! En su Gobierno hay uno o varios gafes. Por eso le están saliendo las cosas peor de lo que esperaba. Ha sido mala suerte lo de la pandemia del Covid-19 cuando se las prometía tan felices al inicio de la legislatura. Pero “tener mala suerte” es una de las características del gafe.

La teoría del gafe” dice, entre otras cosas, que tener uno de ellos cerca, puede ser bueno si lo detectas a tiempo. Basta con tomar las decisiones contrarias a las que él decide o aconseja. Si él apuesta al Barça usted apueste al Real Madrid y viceversa. Entonces el éxito está asegurado.

Eso es así porque gafe tiene un esquema mental opuesto a la realidad y sus decisiones acaban en fracasos; lo que no significa que sea simplón o tonto, puede ser muy inteligente en su expresión. Al ministro Francisco Fernández Ordoñez durante la Transición le oí decir de uno de sus colaboradores: ¡Se equivoca siempre, pero brillantemente! Por eso descubrir al gafe no es fácil.

El gafe puede serlo para sí mismo o para los que le rodean. A él le puede ir bien y a los demás mal. Lo mismo que puede ser permanente o temporal. Su esquema mental, que pudo ser útil antes, está equivocado para la situación actual. De ahí la dificultad en identificarlo.

En el tratamiento de la pandemia Covid-19, tanto sanitaria como comunicativamente, ha habido gafes. Si no, no sería posible que seamos:

a) el primer país en muertes por millón de habitantes;

b) que las compras de material sanitaria hayan sido un fiasco en muchos casos;

c) que hasta Turquía nos requisase temporalmente respiradores;

d) que las concentraciones humanas de los primeros días de marzo acelerasen la contaminación...;

e) que las comparecencias del Gobierno, incluidas las suyas Sr. Sánchez, hayan sido pesadísimas, con tufo a propaganda y lapsus continuos;  

f) que, por tanto, hayan tenido que quitar a los uniformados de las mismas; o

g) que las estadísticas de la OMS parezcan trucadas como las del ranking de test, que ustedes achacan a un error (¿mala suerte?); …  

El Gobierno, y de paso los españoles, han estado gafados casi desde la toma de posesión de este Ejecutivo.

El Gobierno, y de paso los españoles, han estado gafados casi desde la toma de posesión de este Ejecutivo.

Lo grave es que la pandemia sanitaria no ha acabado y ahora también viene la desescalada y el posible desastre económico si no se hace adecuadamente. La EPA del primer trimestre, publicada el martes 28, anuncia un aumento del desempleo sin precedentes. Eso sin contar el efecto de los ERTE que muchos acabarán en ERE y quiebras.

También es mala suerte que el efecto económico de la pandemia incida justo en el turismo, el 13% de nuestro PIB; o que la economía mundial esté en recesión y nuestro sector exterior lo sufra. Se calcula que el PIB español bajará entre el 8 y el 10% en 2020 y la deuda pública española aumentará hasta el 120% del PIB ¡Mala suerte! Si los que toman las decisiones económicas tienen la misma suerte que los que tomaron las sanitarias ¡Vamos apañados!

Sr. Sánchez, localice el gafe o gafes del Gobierno. Céselos o aíslelos y, sobre todo, ponga sus ideas en cuarentena (¡otra vez la palabreja!). Además, le servirá para que parezca que quiere mejorar su relación con la oposición, con los agentes sociales que le miran con recelo e, incluso, los líderes europeos que no se fían de sus intenciones económicas.

Sr. Sánchez, localice el gafe o gafes del Gobierno. Céselos o aíslelos y, sobre todo, ponga sus ideas en cuarentena

¡Sólo los Gafes tienen la mala suerte de aumentar el déficit público justo un mes antes de necesitar pedir dinero a la Unión Europea, mostrando nuestra propensión al despilfarro ante los austeros centroeuropeos!

Lo malo para usted es que cuando se cesan miembros en un Gobierno, se inicia la oposición interna en su partido; y si los gafes fueran de sus aliados, UP, se debilitará su fortaleza parlamentaria. Es el inicio del declive, estúdielo; siempre ha sido así en las segundas legislaturas. Su experto de cabecera Iván Redondo se lo confirmará ¿Qué esta no es su segunda legislatura? No se engañe, sí lo es. ¿Y si en este momento el gafe fuera Usted? En ese caso no puedo aconsejarle. 

*** José Ramón Pin Arboledas es profesor del IESE.