España e Italia serán las dos grandes economías de Europa más golpeadas por los efectos de las medidas de contención para hacer frente al coronavirus, según el FMI. La magnitud de la caída asusta y la esperanza está en que la recuperación sea rápida. El año que viene seremos más pobres, pero como en toda crisis, siempre buscamos un pequeño consuelo, ese mensaje de "saldremos fortalecidos".

En los últimos días, el Gobierno de Pedro Sánchez ha tratado de volver a tender puentes con la CEOE después de la provocación de su vicepresidente Pablo IglesiasAntonio Garamendi con sus llamadas a algunos presidentes del Ibex 35.

Mientras, en Italia, un grupo multidisciplinar se ponía a trabajar bajo el liderazgo de un hombre del mundo de la empresa con prestigio mundial como es Vittorio Colao. Su objetivo: diseñar un plan para la reconstrucción de su economía.

Vittorio Colao.

Colao no llega para ensombrecer el liderazgo político, que es insustituible y más en un momento como este, sino para cooperar con él. Su perfil es perfecto para esta tarea e incluso para ayudar a Giuseppe Conte a acercarse a Bruselas en este momento clave.

No olvidemos que durante muchos años, Colao fue el CEO de Vodafone a nivel global. Dirigir una gran empresa de telecomunicaciones requiere dotes diplomáticos para lidiar con los gobiernos nacionales y con la Comisión Europea. Ambos tienen mucho que decir en un sector regulado. Algo que no es baladí para un país que necesita el MEDE y los 'coronabonos' para impulsar su recuperación. Pero su papel irá más allá.

Amante de las rutas en bicicleta por carretera, Colao también conoce la vida pública, puesto que antes de tomar las riendas de Vodafone fue consejero delegado de la empresa editora RCS Media Group. Entiende así tanto el mundo político, como el empresarial.

Una experiencia que combinada con su carácter disciplinado -como no podía ser de otro modo por su formación con los Carabinieri- y su lema del "make things happen" (haz que las cosas pasen) hace de él un referente empresarial para el pueblo italiano en un momento de desánimo en el que son necesarias ese tipo de figuras.

Durante muchos años, Francisco Román (expresidente de Vodafone España) reportó de manera directa a Colao. Conocer su opinión sobre su fichaje como asesor del Gobierno es pertinente: "Es un acierto crear un grupo multidisciplinar de asesores, que estén coordinados por alguien que tiene experiencia de gestión mutitarea y multipaís. Alguien que entiende la economía del mundo, las tendencias económicas más actuales y que es capaz de trazar un plan para recuperar una economía y hacerla más moderna y competitiva", reflexionaba el viernes a propósito de esta columna.

Vittorio Colao, Guiuseppe Conte, Pedro Sánchez, Pablo Isla, José M. Álvarez-Pallete y Francisco Román.

En España, tenemos algunos referentes en el mundo de la empresa. Estos días, es fácil pensar en el gran accionista de Inditex y en el presidente de esa compañía, Amancio Ortega y Pablo Isla. Hasta María Jesús Montero ha agradecido su aportación y responsabilidad en estos tiempos. Sin embargo, ninguno de los dos se prodiga en público y la explicación de los motivos va más allá de las torticeras críticas de algunos de Unidas Podemos a su solidaridad.

Recuerden el año 2008, cuando la crisis financiera internacional llamó a la puerta en España y un hombre fuerte del mundo de la empresa decidió dar el salto a la política. Manuel Pizarro fue un fichaje estrella del PP, pero acabó escaldado de aquella aventura y decidió alejarse del foco mediático.

Me cuentan que el expresidente de Endesa -que por cierto, acabó en manos italianas- sigue la evolución de la crisis del Covid-19 desde su retiro y ha aprovechado estos días para releer los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Tomen nota.

Después, en el año 2011, nació en España el efímero Consejo Empresarial de la Competitividad que acabó asociado a la figura de César Alierta. Eran los tiempos de los recortes de José Luis Rodríguez Zapatero y el descrédito de la CEOE manchada por las condenas de Gerardo Díaz Ferrán. Pero ese 'comité de empresarios' acabó disuelto ante el escaso interés de sus socios sin que la sociedad española tuviera motivos para lamentar su pérdida.

Vivimos un tiempo nuevo. De una crisis (2008) a otra (2020), el Ibex 35 ha renovado muchas de sus caras. José María Alvarez-Pallete, Ana Botín, Carlos Torres, Francisco Reynés, e incluso Pablo Isla, que vivió la última crisis como CEO y ahora preside Inditex.

En estos días de pandemia, las noticias sobre la ayuda que el mundo de la empresa ha ofrecido frente al Covid-19 han ocupado espacio en los medios de comunicación. Incluso algunos de esos líderes han salido en radio y televisión. Pero sabe a poco.

Tras abandonar Vodafone, Francisco Román es presidente de la Fundación Seres y la semana pasada moderó un diálogo entre Álvarez-Pallete y Marieta Jiménez (vicepresidenta de Europe Biopharma de Merck Group) dentro de un proyecto que nace con hashtag #LíderesResponsables y que pretende visibilizar la respuesta de las empresas ante la emergencia sanitaria.

En ese marco, el presidente de Telefónica hizo un llamamiento para "escribir un nuevo contrato social". Ahora que está claro que la economía va mucho más allá de los balances y beneficios empresariales, es una oportunidad para que en España emerjan referentes del mundo de la empresa.

Líderes que marquen el paso ante una generación de políticos que está quedando achicharrada ante la incapacidad de los grandes partidos de alcanzar un acuerdo de mínimos para hacer frente a una emergencia como la que vive España. Líderes que también sean capaces de romper con el estigma del "capitalismo castizo", que diría César Molinas

ATENTOS A...

Las fundaciones bancarias. El pasado 31 de marzo el Gobierno aprobó un real decreto, dentro del estado de alarma, en el que modificó la Ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias para permitir que sea posible aplazar la salida a Bolsa de entidades como Ibercaja, que tenían que debutar en el parqué este año. La idea de Nadia Calviño en ese sentido era buena, pero las Fundaciones afrontan meses complicados ante la congelación de sus vías de ingresos.

Christine Lagarde, Nadia Calviño y Xabier Sagredo.

Estos entes -que hacen una importante Obra Social- tendrán que tirar de sus reservas, es decir, de sus ahorros, para salir adelante en un momento en el que el Christine Lagarde mantiene congelados los dividendos. Tendrán que demostrar así su capacidad de aguante. Por ejemplo la Fundación BBK, que preside Xabier Sagredo, tenía previsto recibir casi 50 millones de euros procedentes de Kutxabank. Ahora tendrá que esperar a que la tormenta escampe.