A veces las cosas ocurren cuando toca y no cuando las planeamos. Dentro de las circunstancias sociales que estamos viviendo, el teletrabajo se ha convertido "a la fuerza" en una alternativa laboral para cientos de miles de trabajadores con la que poder ayudar a mitigar la propagación del virus.

Sin duda, el teletrabajo (igual que la tele-educación, por no hablar del ocio digital creciente en estas jornadas) no podría estar llevándose a cabo sin las garantías con las que se está haciendo si Telefónica y el resto de operadoras no llevásemos años invirtiendo tiempo, esfuerzo y dinero en construir las redes móviles y fijas con las que contamos actualmente. Tuvimos la visión (o la fortuna) de entender en plena crisis económica de 2008 que una buena infraestructura de fibra óptica hasta los hogares ayudaría a nuestro país a estar en una posición mejor para abordar la creciente revolución tecnológica.

Desde entonces hemos construido la red de fibra hasta el hogar más extensa de Europa y somos líderes en hogares conectados. Concretamente, España cuenta con 23,1 millones de unidades inmobiliarias cubiertas a diciembre de 2019, lo que representa un 73% del total.

Gracias a ello, España es líder europeo en fibra con diferencia: contamos con más hogares conectados que Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntas. Para llegar a este lugar privilegiado, Telefónica ha alcanzado niveles récord de inversión en esta materia y únicamente en 2019 Telefónica España invirtió 1.646 millones de euros en fibra.

Tuvimos la visión de entender en plena crisis de 2008 que una buena infraestructura de fibra ayudaría a nuestro país a estar en una posición mejor

Con estos mimbres, el teletrabajo parecía una opción factible en nuestro país, pero jamás se nos habría ocurrido probarla todos a la vez… sin embargo, estos días tan desafiantes en todos los sentidos nos han servido para comprobarlo.

La capacidad de la red, y el perfecto funcionamiento de la misma incluso en momentos con unos volúmenes de datos insospechados y nunca vistos hasta el momento, lo ha hecho posible.

Y es que hemos presenciado cómo se doblaba el tráfico de internet, se multiplicaba por cuatro el de aplicaciones de teletrabajo, por ocho el de WhatsApp o por tres el de videojuegos respecto a los picos más altos que habíamos visto hasta este momento.

Por explicar más gráficamente lo que esto supone: el día 22 de marzo el total de tráfico de datos alcanzado en nuestra red de Internet es ya el que pensábamos encontrarnos a finales de 2020. O con un ejemplo más tangible: llevamos casi dos semanas de tráficos equivalente a la descarga de 100.000 películas cada hora. Unas cifras de una magnitud descomunal.

El día 22 de marzo el tráfico de datos alcanzado en nuestra red de Internet es ya el que pensábamos encontrarnos a finales de 2020

Y, afortunadamente, las redes han respondido. Para Telefónica en particular, y para el sector teleco en general, supone una enorme satisfacción contribuir con nuestros servicios y desde nuestra posición a hacer esta situación más llevadera para los ciudadanos, tanto desde la perspectiva profesional como desde la personal.

Con una infraestructura de fibra puntera en Europa, que en los momentos de mayor carga y tensión ha respondido a la perfección, el teletrabajo se ha extendido hasta niveles inimaginables hasta hace menos de 15 días.

Por ello, y con el objetivo de proteger al máximo la salud de los profesionales, los clientes y los proveedores (al tiempo que se asegura la continuidad del servicio), Telefónica ha potenciado al máximo el trabajo en remoto en todas y cada una de las diferente áreas de la compañía. De este modo, se ha alcanzado un 95% de teletrabajo, el máximo posible.

Dada la experiencia previa que en la compañía tenemos con el teletrabajo (aunque no desde luego con este volumen de concurrencia) somos conscientes de que la productividad no se ve resentida en absoluto y valoramos igualmente el ahorro de horas de desplazamiento hasta el puesto de trabajo (además de la reducción por contaminación en gran parte de los mismos), un tiempo especialmente útil para poder conciliar la vida personal y la profesional en estos complicados momentos.

No querría acabar sin recordar que no todo el mundo puede permitirse el teletrabajo por la naturaleza de su labor. Por ello, no me gustaría perder la oportunidad de reconocer a los numerosos profesionales que tienen que enfrentarse a estar crisis desde las calles. En el caso concreto del sector teleco, técnicos que se dedican a reparar averías, dar servicios de alta o resolver incidencias. En concreto, en Telefónica son 7.000 personas quienes cumplen su función laboral fuera de sus hogares.

A todos ellos, y también a quienes pueden trabajar desde casa, mucho ánimo y un caluroso abrazo.

*** María Jesús Almazor es consejera delegada de Telefónica España.