La presidenta del consejo de administración de Wells Fargo, Elizabeth Duke, decidió este lunes dimitir de su cargo junto con James Quigley, que también formaba parte del máximo órgano de gobierno de la entidad. Ambos directivos han asegurado que han optado por abandonar Wells Fargo para facilitar la transición hacia una nueva etapa.

En los últimos años, el banco ha sido sancionado en varias ocasiones por una serie de malas prácticas generalizadas en la entidad, desde la apertura de cuentas falsas a clientes para cumplir objetivos de ventas hasta informar falsamente a los inversores.

Duke dice que han intentado corregir estas situaciones que han generado un gran daño en la reputación de la entidad. No obstante, lo cierto es que no ha logrado frenar la situación y se ha visto forzada a dar un paso al costado para comenzar una nueva etapa, ya sin su cuestionada dirección.