La historia de Invertia en estos 21 años de existencia, que ahora toma un nuevo impulso gracias a EL ESPAÑOL, no puede ser otra que la de sus lectores. Invertia representó un fenómeno social en internet como también lo fue la entrada de inversores particulares a la bolsa que en esos años se bautizó como “capitalismo popular”.

Invertia convirtió al tradicional barandillero –nombre que recibía por su presencia recostado en la barandilla de la Bolsa de Madrid donde negociaban los valores en corros hasta 1989- en un barandillero electrónico que desde su ordenador seguía la cotización de sus acciones minuto a minuto.

Un nuevo barandillero que tenía en Invertia una información completa de sus acciones con sus gráficos, principales ratios, etcétera y que además contaba con foros de debate sobre la marcha de sus acciones. Opiniones muy cualificadas de gente sesuda y bien informada que ayudaban a los recién llegados a tomar con más criterio sus decisiones.

Invertia hacía un seguimiento riguroso de la marcha de las compañías con una información a disposición de todos. Noticias, además de cotizaciones, en tiempo real… ¡Lo nunca visto! La bolsa estaba en la calle e Invertia estaba en la bolsa.

El año del nacimiento de Invertia (1999) fue el de la creación del euro que en 2002 tomó cuerpo en forma de billetes y monedas. Una auténtica revolución en la economía mundial con la que Europa se medía con el omnipresente dólar y reforzaba un mercado único en el que los países perdían la soberanía sobre su política de tipos de interés y, obviamente, sobre sus monedas. Beneficios y problemas de un euro que años más tarde pasaría su primera crisis existencial.

El derrumbe de las puntocom del 2000 y 2002 fue el acontecimiento bursátil más importante en la recién estrenada Invertia

El derrumbe de las puntocom del 2000 y 2002 fue el acontecimiento bursátil más importante en la recién estrenada Invertia. Explotó la burbuja tecnológica con sus Terras de bandera y con otros valores muy calientes como Zeltia que multiplicando sus precios en pocos meses atraían a más y más inversores.

Y las habituales crisis de Argentina y Brasil junto con el atentado terrorista sobre las Torres Gemelas, que llevó al cierre por unos días de la Meca del capitalismo, Wall Street. Le siguieron la segunda guerra del Golfo con la invasión de Irak y la quiebra de WorldCom que puso en duda toda la contabilidad de las empresas cotizadas. Tiempos de contabilidad creativa, se decía entonces.

Y los episodios más impactantes llegaron con la quiebra de Lehman Brothers que dio lugar en 2008 a una crisis financiera solo comparable al crash de 1929. Además, vino acompañada del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ocurrió en todo el mundo desarrollado pero en España nos enteramos por vez primera que los precios de los pisos bajaban y también se enteraron los bancos.

Los ladrillos se llevaron por delante el sector de las cajas de ahorro y aún hoy intoxican los balances de estas entidades. Conocimos numerosas quiebras de empresas entre las que destacó la de la inmobiliaria Martinsa Fadesa que marcó un hito por su volumen.

Invertia estuvo día a día, minuto a minuto contando y analizando la realidad a sus lectores y adaptándose a los nuevos acontecimientos con iniciativas como la campaña que inició este medio “Paremos el paro” después de la fuerte subida del desempleo que trajo la crisis, abriendo un debate y buscando soluciones. Ningún tema puede ser ajeno al mundo de la economía y de la inversión porque todo está profundamente relacionado y globalizado.

No me importa caer en el tópico. Contar minuto a minuto esta realidad cambiante del mundo financiero no es un trabajo, es un placer

Y desde la crisis, Grecia, Italia, Portugal y la banca española fueron rescatadas por Europa en unos años de temor a la desaparición del euro. Tras esta crisis, y con retraso respecto a Estados Unidos, llegó lo nunca conocido: los tipos negativos. Pagar por prestar dinero que sería como cobrar por ir a comer a un restaurante. Todo un vuelco a los conceptos de siempre de la inversión y donde Invertia también ha informado para ofrecer alternativas a sus lectores.

Pendiente queda un brexit que se ha convertido en toda una incógnita a resolver. Y en estos días los mercados bursátiles se hunden por un virus aparecido en China, que sirve de argumento y pretexto para rebajar los precios de unas Bolsas como las estadounidenses y buena parte de las europeas que llevan encadenando año tras año máximos históricos.

No me importa caer en el tópico. Contar minuto a minuto esta realidad cambiante del mundo financiero no es un trabajo, es un placer. Acudir todos los días a Invertia con mis compañeros a valorar, informar, analizar una realidad tan cambiante y compleja ha sido apasionante en los 13 años que estuve en este portal.

Mezclarme entre los foreros, leyendo sus sabias opiniones, sus discusiones, sus iniciativas, es todo menos un castigo divino. Aprovecho esta tribuna para dar las gracias a todos los que hicieron posible Invertia en esos años porque además desbordaron ilusión, esfuerzo y profesionalidad: Nuria Salobral, Ramón Aragonés, Daniel Montero, Pablo Martín, Estefanía Rodríguez, Marta Garijo, Alberto Cañabate, Juan Estébanez, Inés Calderón, Javier Mesones, Hadjira Tif, Eva Ruiz-Hidalgo, Clara Alba, José Manuel del Puerto, Carlos Manso, Antonio Pérez-Lobato o Aitor Atozqui.

En estos 21 años ha cambiado el escenario económico y ha cambiado la forma de invertir de los españoles. Ahora bien, permanece intacta la necesidad de buena información contrastada y de análisis, así como elevar la cultura financiera de la población. Estoy convencido de que Invertia conseguirá ampliamente esos objetivos en esta prometedora etapa junto a EL ESPAÑOL.

Las familias españolas tienen actualmente en cuenta corriente en los bancos sin ninguna retribución 902.384 millones de euros

Como muestra de estos cambios, hay algunos datos clave:

1.-En 1999 las familias españolas eran las propietarias del 34% de la bolsa seguida por los inversores extranjeros con un 33%. A cierre de 2019, los españoles somos directamente los dueños del 17% de la bolsa y el capital foráneo es ahora el principal propietario con más del 50% de las acciones.

2.-En 1999 las bolsas españolas negociaron 289.353 millones de euros. En 2019 contrataron 469.635 millones de euros. En 2010, se tocó un máximo de contratación con 1,037 billones de euros.

3.- El ahorro de los españoles en fondos de inversión alcanzaba los 294.326 millones de euros, y 20 años más tarde suma 375.771 millones de euros.

4.- Las familias españolas tienen actualmente en cuenta corriente en los bancos sin ninguna retribución 902.384 millones de euros.

5.- El Gobierno acaba de establecer un Impuesto de Transacciones Financieras (ITF) conocido popularmente como Tasa Tobin del 0,2% a las compras de acciones españolas cuyas empresas valgan más de 1.000 millones de euros. La bolsa española tiene peor fiscalidad que los fondos de inversión al no poder traspasar las posiciones sin aflorar plusvalías y minusvalías.

Datos que dan para muchas conclusiones y explicaciones: las familias españolas siguen siendo hiperconsevadoras y después del ladrillo prefieren tener el dinero en el banco aunque no les rente nada. Las familias se han ido de las bolsas en los últimos 20 años.

¿Están bien protegidos los inversores? ¿Es fiable la información que facilitan las empresas?

Las bolsas tienen un volumen de contratación bajo respecto a sus ejercicios álgidos y decrece año tras año. Los fondos de inversión han crecido su patrimonio en 81.000 millones de euros en 20 años, cifra muy modesta si se compara con la riqueza financiera acumulada en este periodo.

¿Por qué los españoles siguen sin confiar en el sector financiero? ¿Por qué prefieren no cobrar nada a tomar algún riesgo y rentabilizar su ahorro? ¿Invierten en desventaja los pequeños inversores frente a las empresas y a los grandes inversores? ¿La cultura financiera es el único escollo para dar el salto a los mercados?

¿Están bien protegidos los inversores? ¿Es fiable la información que facilitan las empresas? ¿Cómo discrimina la fiscalidad a unas u otras inversiones? ¿Por qué no salen empresas a cotizar al mercado? ¿Son demasiado elevados los costes para invertir? ¿Por qué cae el negocio de las Bolsas? ¿Cómo afectará la nueva Tasa a las transacciones bursátiles a un mercado ya deprimido?

Estoy seguro que todas estas respuestas y muchas más las dará Invertia con su información diaria, al segundo. De momento, han logrado hacer en tiempo récord una web ordenada, bonita y comprensible. Enhorabuena y mucha suerte.

***Luis Aparicio, es periodista y fue director de Invertia entre 2005 y 2018.