Revolución a la vista en el sector de los patinetes. El Ayuntamiento de Madrid se reunió esta semana con los principales operadores de micromovilidad con presencia en España para compartir sus planes de cara a la nueva regulación. Un encuentro en el que puso sobre la mesa el boceto del concepto que pretende aplicar a la nueva ordenanza de estos vehículos: dos operadores que gestionen 3.000 licencias cada uno.

Este modelo supone un cambio radical en el concepto con el que los patinetes desembarcaron en Madrid. Durante los primeros años de operación, se superaron los 20 participantes. Un modelo atomizado que generó grandes fricciones entre los usuarios y que permitía unos volúmenes tan pequeños que las empresas tenían grandes dificultades para conseguir ingresos relevantes.

La propuesta ha sido mayoritariamente bien acogida por parte de las empresas involucradas. Todas coinciden en la necesidad de contar con menos participantes para acercar los volúmenes de operación de Madrid al de otras capitales europeas.

Entre las compañías que ven excesiva esta reducción, se ha trasladado al consistorio encabezado por José Luis Martínez-Almeida la posibilidad de que valore la implantación de un modelo con tres operadores. Consideran que Madrid tiene capacidad para superar los 10.000 vehículos y que tres empresas podrían gestionar esos volúmenes con posibilidades de tener retornos económicos importantes. 

Modelo operativo en 2023

Tras el encuentro de esta semana, el Ayuntamiento ha abierto un plazo para que las empresas interesadas en participar presenten sus comentarios al modelo planteado. El objetivo fijado por el consistorio es que todo el proceso quede resuelto a finales de 2022 para que a comienzos del próximo año ya se puedan desplegar las flotas de los nuevos operadores.

En este sentido, el delegado de Medioambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, dejó clara la apuesta por la movilidad compartida durante la celebración de un evento organizado por la Fundación PONS y PONS Mobility. Durante su intervención dejó claro que la movilidad compartida se encuadra dentro de los cinco grandes ejes que sustentan la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360.

Para ello, la integración de los distintos modos de transporte, ha precisado el responsable del área de movilidad, es clave para el consistorio madrileño. "Madrid es la ciudad del mundo con más empresas de vehículos compartidos eléctricos, la relación público-privada es fundamental para fomentar este tipo de movilidad", explicó.

Un año de prórrogas

Al igual que para otros segmentos del sector de la movilidad, la pandemia supuso un impacto enorme para las empresas de micromovilidad. El desconocido grado de incertidumbre que la crisis sanitaria generó redujo muy notablemente el número de desplazamientos realizados por los ciudadanos. Un contexto muy complejo que llevó al Ayuntamiento de Madrid a prorrogar en repetidas ocasiones los acuerdos con los operadores.

Ahora que la mayor parte de las restricciones más importantes han desaparecido, el consistorio ha decidido poner en marcha la esperada nueva regulación. Un paso que será clave para el conjunto del sector en España. Madrid va a ser la referencia para muchos otros municipios, no solo por su volumen, sino por las decisiones que tome en ortos ámbitos de la regulación.

Y es que, 2022 se presenta como el año de la maduración definitiva para el sector. Multitud de ciudades van a poner en marcha concursos o actualizaciones de su actual normativa. Unos procesos que funcionarán como selección natural para estas compañías. 

A medida que los modelos de negocio se han ido afinando, ha quedado claro que tanto en el segmento de los patinetes como en el de otros servicios de micromovilidad, los mercados más eficientes son aquellos que cuentan con una oferta lo más ajustada posible. Un paso que ahora se dispone a dar Madrid y que será definitorio para el futuro de muchas de las empresas que actualmente tienen presencia en España. 

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