En el día de ayer se publicó en el BOE la orden de bases del PERTE del coche eléctrico y conectado. Como adelantó este diario el pasado 23 de diciembre, la comisión delegada del Gobierno para asuntos económicos dio luz verde al marco normativo sobre el que se desarrollarán las convocatorias de este proyecto. Uno de los instrumentos claves del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que, en esta primera fase, movilizará 70.000 millones de euros.

El primero de los PERTE tiene como objetivo acelerar la transformación de la industria de la automoción española rumbo a la nueva era eléctrica. Para ello, tiene asignados 3.000 millones de euros, de los que 1.425 millones se distribuirán en forma de préstamos y 1.550 millones lo harán vía subvenciones directas. Un bazuca de fondos públicos al que el Ministerio de Industria espera que se sume una inversión privada de 11.900 millones de euros.

La singularidad de este proyecto provoca que existan multitud de dudas sobre cómo se pondrá en marcha, qué ámbitos de actuación tendrá o qué tipo de empresas o agrupaciones podrán optar a estas ayudas. Para dar respuesta a parte de estos interrogantes, diferentes especialistas del sector de la automoción, juristas, así como el equipo de EY han contribuído en la elaboración de este artículo.  

¿Qué es el PERTE VEC? Se trata de un conjunto de ayudas dedicadas a la cadena de valor de la industria de la automoción que pretende promover la creación del ecosistema necesario para que se pueda fabricar y desarrollar de manera integral el vehículo eléctrico y conectado en España. Con ello, se espera que nuestro país se posicione como la plataforma mundial en la producción de vehículos de nulas emisiones de CO2 y en la fabricación de elementos clave para su manufactura.

¿Qué iniciativas financiará el PERTE? Este instrumento se estructura en tres niveles, dentro de los que existen diferentes iniciativas:

· Bloques industriales de carácter obligatorio: en este apartado se incluyen ayudas a la fabricación de equipos originales y ensamblaje, la fabricación de baterías o pilas de hidrógeno y la fabricación de otros componentes esenciales adaptados al vehículo eléctrico y conectado. Aquí se encontrarían las iniciativas de mayor impacto como la electrificación de las actuales plantas de manufactura de automóviles españolas o la construcción de una gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos. 

· Bloques de carácter adicional, complementarios a los obligatorios: incluye la fabricación de componentes del vehículo inteligente, la conectividad del vehículo eléctrico y la fabricación de sistemas de recarga. Este apartado persigue modernizar la industria auxilar para adaptarla a las nuevas necesidades de la industria de la automoción. 

· Bloques transversales de carácter obligatorio: lo conforma el plan de economía circular, el plan de digitalización y el plan de formación y reciclaje profesional. Actividades que están destinadas a formar parte de la actividad rutinaria de las plantas españolas.

¿Cómo deben organizarse las empresas que opten al PERTE? Las compañías interesadas deberán formar grupos con, al menos, cinco entidades jurídicas distintas. Una de ellas deberá dedicarse a la fabricación de vehículos de motor y otra a la fabricación de componentes. Del mismo modo, cada agrupación tendrá que contar con la colaboración de un proveedor de tecnología o conocimiento. El 40% de las entidades de cada grupo deberán ser pymes. Por último, deberán tener actividad en, al menos, dos comunidades autónomas.

¿Participarán las comunidades autónomas en el reparto de los fondos del PERTE? No. Según explica la orden de bases publicada en el BOE, "la complejidad de la norma, y especialmente la necesidad de que se active simultáneamente un proyecto tractor que no puede dividirse y que afectará necesariamente a varias comunidades autónomas, hace imposible la territorialización de los fondos". 

¿Unos territorios tendrán más opciones que otros de conseguir ayudas? Sí. Las bases del PERTE señalan que las iniciativas que desplieguen ayudas regionales a la inversión sigan las condiciones establecidas en el artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la UE. Esto implica que se dedicarán a favorecer el desarrollo económico de regiones en las que el nivel de vida sea anormalmente bajo o en las que exista una grave situación de subempleo. 

¿Cuándo se publicarán las convocatorias? No hay una fecha fijada. Para poder cumplir los calendarios marcados para el PERTE, deberían anunciarse a lo largo del mes de enero de 2022. 

¿Cuántas convocatorias habrá? Aún no se conoce la cifra exacta, pero todo apunta a que serán numerosas. 

¿Cuándo quedarán resueltas estas convocatorias? Aunque los plazos concretos no se conocerán hasta que se presenten las convocatorias, los bocetos iniciales del PERTE señalaban que los interesados tendrán tres meses para presentar sus propuestas. La resolución llegaría otros tres meses después. El objetivo fijado por el Ministerio de Industria es que todo quede adjudicado en el primer semestre de 2022.

¿Podrá un grupo de empresas acaparar todas las ayudas del PERTE? Será difícil que solo uno de los grupos que se configuren para optar por este proyecto se haga con la totalidad de las ayudas por la propia naturaleza de este instrumento. La base de las convocatorias será la concurrencia competitiva. El objetivo plasmado por el Ministerio de Industria es garantizar la competencia y que el número de beneficiarios sea el más grande posible.

¿Qué condiciones tendrán los préstamos del PERTE? Este instrumento incluye 1.425 millones de euros en préstamos. El importe nominal del préstamo no podrá superar en cinco veces los fondos propios de la entidad en el último ejercicio cerrado. Tendrá un plazo de amortización de diez años, con una carencia de tres años. Los tipos de interés se establecerán en las convocatorias. Las cuotas de amortización del principal serán anuales y de igual cuantía. La liquidación de los intereses será anual, satisfaciéndose cada año junto con la cuota de amortización correspondiente al final de cada periodo. Los intereses de cada periodo se calcularán sobre el capital vivo al inicio del mismo.

¿Las ayudas del PERTE serán compatibles con otras ayudas? Sí. Las condiciones para ello marcan que la financiación pública total de cada proyecto primario no podrá exceder del 80% sobre el total del presupuesto que haya sido considerado financiable, o del 75% en caso de que corresponda a la línea de ayudas regionales a la inversión. Las iniciativas que se financien con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia solo podrán recibir ayuda de otros programas e instrumentos de la Unión, siempre que dicha ayuda no cubra el mismo coste.

¿Existirá algún mecanismo de control sobre el PERTE? Sí. Se creará un grupo de trabajo para cada proyecto tractor que obtenga resolución de concesión. Su cometido será conocer e informar de posibles incidencias que pudieran producirse durante la ejecución. Los representantes de la Administración serán un subdirector general, que actuará como presidente, y un funcionario, que actuará como secretario. Por parte de la agrupación participará un representante, designado como interlocutor con la administración, y, en función de los temas a tratar, diferentes miembros de la agrupación que se consideren necesarios. Las reuniones se celebrarán cada seis meses.

¿Cuál es el plazo de realización de las actuaciones? Serán financiables las inversiones y gastos realizados desde el día siguiente a la presentación de la solicitud y hasta un plazo máximo de 30 meses contados desde la fecha de resolución de la concesión o hasta el 30 de septiembre de 2025, lo que tenga lugar antes, salvo que la correspondiente convocatoria indique otros plazos.

¿Qué es el efecto incentivador? Este es, sin lugar a dudas, el concepto más singular presente en este instrumento. Según explican las bases, solo podrán concederse las ayudas si estas tienen efecto incentivador, para lo cual la agrupación debe presentar la solicitud de ayuda antes del inicio de los trabajos del proyecto tractor. Aunque las fuentes consultadas señalan que la interpretación de este concepto es muy abierta, este requisito parece referirse a que los proyectos que se apoyen no se habrían puesto en marcha si no llega a ser gracias a la existencia de estas ayudas.

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