El pasado mes de marzo, la movilidad de las ciudades españolas sufrió el mayor frenazo de su historia. De la noche a la mañana, sus calles y sus centros urbanos se vaciaron completamente. Del mismo modo, los aparcamientos, pasaron de ser infraestructuras muy concurridas a quedar prácticamente sin uso durante semanas.

Nuestro invitado de hoy, Enrique Domínguez fundador y CEO de El Parking, ha vivido esta situación desde la primera línea de fuego. Su compañía, una aplicación que permite contratar servicios como el pago de aparcamientos, de la zona azul o de peajes, pasó de crecer mes a mes a ver cómo desaparecía casi toda su actividad.

A partir de junio, con la paulatina vuelta de la movilidad, la actividad de su empresa ha vuelto con algún cambio. Y es que, la recuperación ha traído consigo importantes cambios en las prioridades de los ciudadanos a la hora de desplazarse por las ciudades.

En el capítulo de hoy de En Movimiento repasamos junto con el CEO de El Parking los principales cambios que ha traído la pandemia y el rol que va a jugar la tecnología en el futuro de la movilidad.

¿En qué situación estaba El Parking cuando llegó la pandemia y cómo habéis afrontado esta situación?

El 14 de marzo nuestra actividad se frenó en seco. Durante las siguientes semanas se canceló las regulaciones de aparcamiento en las ciudades y se limitó casi la totalidad de la movilidad. Todos los servicios que ofrecemos se fueron a cero. Intentamos aprovechar este periodo de inactividad para mejorar nuestro producto. Partimos del aparcamiento, pero cada vez estamos ampliando nuestra oferta a otros servicios. El Parking integra todo tipo de servicios para cubrir las necesidades de un usuario de un vehículo: aparcar, repostar, pagar peajes o lavar el coche.

Desde el 1 de abril todos nuestros equipos se enfocaron en las necesidades que los usuarios pedían. Pusimos mucho interés en mejorar la información sobre talleres, ITV, puntos de carné o multas. Esto nos permitió volver a arrancar en junio ampliando nuestra oferta.

Hasta antes de la pandemia veníamos creciendo a un 10-12% mensual. Durante los meses del confinamiento nos fuimos a cero. Desde junio, hemos aumentado nuestro ritmo de crecimiento que ha llegado al 35% en algunas áreas. Ahora, nuestros usuarios pueden renovar la hora de su aparcamiento sin pasar por el parquímetro. En los aparcamientos subterráneos, las barreras se abren sólo con leer la matrícula del coche. Las nuevas necesidades sanitarias que aconsejan no tocar zonas comunes han contribuido a que se dispare el uso de nuestra aplicación. Además, nuestros usuarios repiten más y nos recomiendan más.

El uso del vehículo individual se está recuperando mucho más rápido que el transporte público, ¿se va a mantener esta tendencia?

Se ha incrementado el uso del vehículo particular lo cual es muy malo para el medioambiente porque suben los niveles de polución. La edad media del parque móvil también está creciendo. Esto quiere decir que se infrautilizan más los coches y que se ponen otra vez en marcha vehículos de más de 15 años. 

Además, el transporte público se ha visto muy impactado y no ha conseguido recuperar los niveles previos a la pandemia. Las empresas están incentivando más que nunca el teletrabajo lo que está afectando a la actividad en el centro de las ciudades.

En este contexto hemos conseguid crecer desde junio. Aunque haya menos movilidad, muchos más usuarios usan el coche para desplazarse al centro de las ciudades. Esto, a largo plazo, es ficticio. Cuando la situación sanitaria se solucione el transporte público recuperará su papel.

¿Qué cambios han venido con la pandemia para quedarse? 

Esa es la pregunta del millón. En el caso de que superemos la pandemia de forma radical, volveremos a una situación y a unos usos del transporte público y del coche particular similares a los de la pre-pandemia. Con una diferencia: el uso de la tecnología que ha comenzado en estos meses se quedará. Tanto en el transporte público como en el coche particular. Los usuarios que han probado han visto que todo es más rápido y más ágil gracias a la tecnología seguirán usándola en el futuro.

Estos avances también van a tener un impacto en el transporte público, sobre todo en lo que tiene que ver con la movilidad compartida. Los ayuntamientos van a tener un papel fundamental en acelerar estos procesos.

Cada vez se limita más el acceso de los vehículos a las ciudades, ¿Cómo va a afectar esto a los aparcamientos?

Van a tener un papel fundamental en los próximos años, pero paulatinamente su rol en la movilidad cambiará. En el momento que el vehículo privado entre menos en el centro de las ciudades se producirá un cambio en el uso de esta infraestructura.

Nosotros ya hemos trabajado con Renfe en el campo de los aparcamientos disuasorios. Estas infraestructuras permiten que hasta se lleguen a usar gratis en el caso de que luego el usuario use el transporte público.

Los aparcamientos del centro se dedicarán mayoritariamente a dar servicio a vehículos compartidos. Del mismo modo, también serán centros de recarga para coches eléctricos. Estamos colaborando con las principales compañías de electricidad en España. Van a ser puntos clave gracias a la facilidad para poner instalaciones de carga, su buena ubicación, la amplitud de espacio… 

Además, veremos otro tipo de usos para estas infraestructuras. Es Estados Unidos ya se están viendo grandes inversiones en readaptar estas infraestructuras. Están siendo objeto de compra tanto para el delivery como para el reparto de última milla. Son instalaciones que van a tener un gran interés ya que en ellas se pueden poner cocinas, hubs para repartos rápidos de comercio electrónico. Veremos muchos cambios en los próximos años.

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