Hay cosas en la vida que nos gustaría hacer, pero nos cuesta encontrar el momento adecuado para comenzar, por el esfuerzo extra que suponen. Por eso, solemos buscar hitos temporales que nos ayudan a reunir la energía necesaria para afrontar el reto.

Así, si queremos empezar una dieta, nos marcamos como fecha de arranque “el próximo lunes”. O si nos planteamos ir al gimnasio o dejar de fumar lo incluimos en nuestra lista de propósitos para el año nuevo.

Algo parecido ocurre con la idea de iniciar un plan de ahorro e inversión: tendemos a programarlo para “cuando ganemos un poco más”, pero esa fecha no se visualiza como algo concreto. Y, mientras, el tiempo pasa y con él la oportunidad de empezar a construir nuestro patrimonio para el día de mañana. Conclusión: necesitamos buscar un hito temporal que nos dé el empujoncito que necesitamos para remangarnos y empezar a ahorrar.

Un momento ideal puede ser el de la devolución de la Renta. Desde el 1 de abril hasta el 30 de junio, Hacienda calcula que se presentarán en todo el país 21,24 millones de declaraciones, y que un 70% de ellas saldrá a devolver. La cantidad media estimada que recibirán estos contribuyentes se sitúa en 802 euros, aunque existen importantes variaciones entre la Comunidad de Madrid, que es donde el importe a devolver es más alto (962 euros de media), y Extremadura, justo en el extremo opuesto, con 604 euros.

Es cierto que hay familias que esperan ese dinerillo como una paga extra con la que cuentan cada año y ya tienen asignada a determinados gastos que necesitan cubrir. Para otras muchas, afortunadamente, es un importe que no resulta vital para su día a día, sino que se trata de un bonus que sienta fenomenal para utilizarlo en algo excepcional, para darse un capricho: un viaje, un nuevo smartphone, un complemento de moda...

Podemos dedicar una parte a ese gasto extraordinario de capricho y guardar la otra parte para crear nuestro colchoncito de ahorro

Pero esa devolución también puede ser, como decíamos, el punto de partida para iniciar una estrategia de inversión a medio o largo plazo que nos permita dar rendimiento a ese pequeño capital y, en vez de gastárnoslo ahora, hacerlo crecer para poder tener más el día de mañana. Incluso, podemos hacer ambas cosas: dedicar una parte a ese gasto extraordinario y guardar la otra parte para crear nuestro colchoncito de ahorro.

Tomemos como referencia el importe medio de devolución de 802 euros. Para no tener que renunciar a nuestro pequeño capricho, destinamos la mitad (400 euros) a esa estrategia de inversión. En este punto, es conveniente asesorarse bien antes de decidir dónde invertirlos. Desde Micappital recomendamos elegir fondos de inversión internacionales y bien diversificados para aprovechar al máximo el crecimiento mundial y, a la vez, proteger nuestro capital sin poner todos los huevos en la misma cesta.

Una vez que hemos marcado esa aportación de partida, establecemos una cantidad que añadir cada mes, con la que nos sintamos cómodos y no afecte a nuestro día a día. Pueden ser 50 o 100 euros, y lo podemos programar para que mensualmente se incorpore de forma automática a nuestra cartera. De este modo, con mucho menos esfuerzo del que supone hacer dieta, dejar de fumar o ir al gimnasio, vamos cumpliendo nuestro objetivo de ahorro y conseguimos construir un patrimonio casi sin darnos cuenta.

Si adoptamos esta rutina de forma continuada y cada año seguimos realizando esa aportación extraordinaria de 400 euros, cuando cobremos la devolución de la Renta -además de las aportaciones mensuales-, comprobaremos que con el paso de los años esos primeros 400 euros se habrán convertido en un capital mucho más jugoso. Siempre con una estrategia bien dirigida y gracias a la magia del interés compuesto. Para visualizarlo con claridad, hemos volcado nuestras estimaciones de rentabilidad en la siguiente tabla:

Evolución de la inversión conforme a la periodicidad de las aportaciones realizadas. Micappital

Teniendo en cuenta una rentabilidad media del 10%, que es una cifra razonable en inversiones a largo plazo -esto es, a partir de 10 años-, hemos establecido dos escenarios de futuro, que parten de una aportación mensual de 50 euros y de 100 euros.

Así, en el primer escenario, en el que invertimos anualmente 400 euros y 50 euros cada mes, pasados los primeros 10 años habremos acumulado más de 18.500 euros; una cantidad que superará los 109.000 euros en 25 años, y que casi llegará a 182.000 euros en 30 años. Y si hemos comenzado pronto y mantenemos la estrategia durante 45 años, el resultado final rozará los 792.000 euros, que harán mucho más grata nuestra jubilación.

En el segundo escenario, si calculamos una inversión anual de los 400 euros que nos devuelve Hacienda y añadimos 100 euros mensuales, estaríamos hablando de más de 29.600 euros en 10 años, más de 174.600 en 25 años, más de 291.000 pasados 30 años y más de 1,2 millones de euros a los 45 años.

Sin duda, el esfuerzo -que además no sería tal porque las cantidades que nos hemos marcado son perfectamente asumibles para nuestra economía doméstica- habrá merecido la pena. En definitiva: no esperes más, coge al vuelo la oportunidad de tu devolución de Hacienda y empieza ya a construir el colchón de tu futuro.

***Miguel Camiña es cofundador de Micappital