Por Yolanda González

En el mercado, ni todas las empresas son iguales ni todos los inversores son idénticos. De hecho, existen diferentes perfiles de inversor según su situación económica, su edad e incluso su predisposición al riesgo. Los patrones de comporamiento que cada inversor tiene a la hora de comprar o vender acciones tiene su origen en la forma de ser de las personas y tanto sus miedos como sus ambiciones rigen la actitud que presente frente al mercado de valores.

Analizando variantes como la capacidad financiera, la tolerancia al riesgo y su horizonte temporal, los expertos de Micappital han elaborado un perfil del inversor medio español. Como rasgo general, nos cuelgan la etiqueta de conservadores. Según sus datos, el 40% de los ahorradores prefiere mantenerse lejos de las inversiones y depositar su dinero en cuentas corrientes que apenas generan rentabilidad.

UNA CUESTIÓN GENERACIONAL

Desde Micappital afirman que los españoles más jóvenes suelen ser los que menos arriesgan por miedo a quedarse sin nada. Pero una buena rentabilidad exige renunciar a la seguridad. Hay que ser consciente de que para un futuro con beneficios se requiere un presente con riesgos, ya que, de acuerdo con Micappital, con la actual situación de los tipos de interés y resulta imposible conseguir altas rentabilidades si no optamos por un nivel de riesgo elevado.

La edad, además de aportar experiencia, parece otorgar confianza. Los mayores de 35, con mayor conocimiento del campo financiero, están más dispuestos a asumir esta clase de riesgos. Niveles que van avanzando según vamos sumando años. Quienes parecen más dados a lanzarse a la piscina son los que están cerca de jubilarse. Los que, tal como señala Micappital, también disponen del menor tiempo posible para generar resultados óptimos.

INVIRTIENDO EN CASA

El inversor medio español prefiere depositar su dinero en fondos que solo invierten en nuestro país, especialmente en empresas que forman parte del Ibex 35. Para Micappital esto conlleva una pérdida de oportunidades y, consecuentemente, de rentabilidad. Además, es una estrategia que aumenta el riesgo ya que restringir la inversión a un solo territorio hace que el patrimonio quede expuesto a las crisis o problemas que afronte el país.

Solo el 23% de inversores españoles invierte en el extranjero, a pesar de que ofrecen una mayor rentabilidad, según Micappital. Los expertos recomiendan distribuir el capital en fondos internacionales, ya que ninguno de los diez fondos de inversión que mejor se han comportado a lo largo de los últimos diez años invierte solo en España.