En 2017 se renunciaron a 42.987 herencias, el 10% de las 408.402 tramitaciones que se hicieron durante estos doce meses, informa iAhorro con datos del Consejo General del Notariado.  El dato evidencia que de cada diez herencias se renuncia a una.  Diez años antes, se desatendieron 11.048 herencias.

Los expertos atribuyen este comportamiento a dos factores: los altos impuestos que se pagan en algunas CCAA y la dificultad de acceso al crédito bancario.

¿Realmente es así?

Si se analizan los datos por comunidades autónomas, se observa que Asturias, La Rioja y Baleares son las que más renuncias registran, superando el 15% de las tramitaciones. Por encima de la media nacional están también Andalucía, Cantabria y Murcia.

El pasado año las CCAA con mayores tarifas en Sucesiones, el impuesto que grava las herencias, eran Andalucía, Extremadura, Aragón, Principado de Asturias, Castilla y León y Región de Murcia. Estos datos son el resultado de comparar en todas las regiones el caso de un soltero de 30 años que hereda bienes de su padre por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponde a la vivienda del fallecido.

En conclusión, los asturianos son los que más renuncian a las herencias y según datos del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) soportan el cuarto impuesto más elevado. En cambio, en La Rioja y Baleares, donde sus ciudadanos son de los que más rechazan los legados, pagan una imposición muy baja, de las menores del conjunto de España.

Aunque la estadística demuestra que tampoco es determinante el impuesto para rechazar la herencia, la presión social ha ido en aumento para rebajar este tributo o limitarlo a la mínima expresión. Como resultado, Extremadura o Murcia han decidido modificar sus bonificaciones hasta el 99% en 2018, una cifra que ya tenían antes Madrid o Canarias. En Andalucía, el gobierno ha decidido hacer una modificación en los últimos presupuestos por lo que mientras estén vigentes estos, las personas que hereden menos de un millón de euros no tendrán que pagar este impuesto.

Hasta el presidente de Stop Impuesto de Sucesiones, Juan Carlos Valverde, admite que la recaudación no es el único fin de este impuesto, puesto que ¿hay autonomías que saben financiarse perfectamente cobrando muy poco por este impuesto. La recaudación solo supone el 0,2% del PIB nacional y el 1% de la recaudación de las autonomías¿. En el caso de Andalucía, la recaudación del impuesto fue de 370 millones en 2017 frente a un presupuesto de 50.000 millones.

Respecto al otro factor mencionado en el informe de iAhorro, el de las dificultades de acceso al crédito bancario, destactar que en 2017, la concesión de financiación a las familias para el consumo alcanzó los 43.148 millones, el mayor aporte en una década, e incluso superior a los destinado en hipotecas. Según datos del Banco de España, en 2007 esa cifra fue superior ya que alcanzó los 55.180 millones.